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Entrevista: ACNUR se prepara para las lluvias en la República Centroafricana

Historias

Entrevista: ACNUR se prepara para las lluvias en la República Centroafricana

The rainy season, starting next month, could bring flooding and disease. But UNHCR and its partners have plans in hand to tackle the threat and help people return home. [for translation]
26 March 2014
Personas desplazadas en el recinto del aeropuerto, cerca de Bangui.

BANGUI, República Centroafricana, 26 de marzo (ACNUR) – Más del 20% de la población de la República Centroafricana fue desarraigada por la violencia o persecución, con 625.000 desplazados internos y más de 312.000 refugiados en países vecinos a principios de marzo. Muchos de aquellos que fueron desplazados forzosamente por la violencia viven en sitios precarios, tal como el asentamiento que se desarrolló rápidamente en M'Poko, al lado del aeropuerto internacional de Bangui. Unos 54.500 desplazados internos viven actualmente allí, después de un pico de 100.000 luego del último estallido de violencia en diciembre. Vivían en condiciones atroces, sin la posibilidad de que agencias de asistencia tales como ACNUR pudieran acceder a ellos y distribuir ayuda por varias semanas debido a la inseguridad. Ahora una nueva amenaza se avecina: la temporada de lluvia en abril podría causar inundaciones y enfermedades. Pero ACNUR y sus socios están trabajando en planes para hacerle frente a la amenaza y ayudar a los desplazados a volver a sus hogares. José Samaniego, el encargado de la coordinación y gestión de campamentos de ACNUR, habló de los detalles de la operación con la oficial de información pública Dalia Al Achi. A continuación se comparten extractos de la entrevista:

¿Cómo afectarán las lluvias a los desplazados internos y a los esfuerzos para ayudarlos?

La temporada de lluvia afectará particularmente a las comunidades que se encuentran en las áreas propensas a las inundaciones de Bangui y a aquellas comunidades en áreas rurales cuyas casas fueron destruidas y que se han quedado sin techo. En febrero un equipo de expertos de REACH [una iniciativa con base en Ginebra establecida con el fin de preparar informes para las agencias humanitarias en el terreno] fue enviado a la República Centroafricana para evaluar la probabilidad de inundaciones en los asentamientos de desplazados y para proponer medidas de reparación a implementarse antes de la temporada de lluvia. Predijeron que las condiciones sanitarias se deteriorarán en la mayoría de los asentamientos, con un aumento del riesgo de epidemias. Las enfermedades podrían afectar principalmente a los grupos más vulnerables, incluidos los niños, personas mayores y otras personas con necesidades especiales. Las lluvias también podrían afectar a la población en general, ya que aludes de barro e inundaciones podrían cerrar el paso en carreteras y caminos, impidiendo la entrega de asistencia humanitaria y prestación de servicios básicos en ciertas áreas.

Uno de los lugares más amenazados es M'Poko, el asentamiento del aeropuerto internacional de Bangui. Se trata de un área pantanosa con suelo en malas condiciones. Este asentamiento deberá cerrarse tan pronto como sea posible, por varias razones: es propenso a las inundaciones y estancamiento del agua debido a un drenaje pobre, lo cual eleva el riesgo de un brote de cólera. Las autoridades nacionales, las agencias humanitarias y los mismos desplazados internos también se preocupan por la seguridad del asentamiento de desplazados más grande de Bangui debido a su ubicación junto a la pista de aterrizaje del aeropuerto.

José Samaniego, encargado de la coordinación y gestión de campamentos del ACNUR en la República Centroafricana.

¿Qué se está haciendo para proteger a los desplazados durante la temporada de lluvias?

Las agencias humanitarias [incluyendo el ACNUR] prepararon planes de acción y contingencia para la temporada de lluvias, los cuales se centran principalmente en crear condiciones propicias para que los desplazados internos regresen a sus barrios. Este plan se implementará en estrecha coordinación con autoridades nacionales y locales. De acuerdo a tendencias y encuestas actuales, se espera que la mayoría de los desplazados en Bangui regrese a sus hogares en las próximas semanas o meses.

Sin embargo, es probable que algunas personas no puedan regresar antes de que comience la temporada de lluvias. Para ellos, se deben tomar medidas para proporcionar condiciones dignas y seguras en los asentamientos existentes o ubicaciones alternativas. Para los asentamientos de desplazados pequeños y medianos administrados por asociaciones locales con el apoyo de agencias humanitarias, el plan es mejorar los sistemas de drenaje y la condición de los alojamientos. En M'Poko, las agencias humanitarias y las autoridades nacionales han identificado sitios alternativos temporarios para acoger a las personas que no pueden volver a sus barrios. Estamos especialmente preocupados por aquellos con necesidades especiales, tales como mujeres solas que son cabeza de familia, personas con discapacidad, víctimas de violencia y niños no acompañados o separados. Estas medidas de contingencia solo deberán ser implementadas unas semanas antes de la temporada de lluvias.

¿Qué condiciones deben estar presentes para que la gente regrese a sus hogares?

Encuestas llevadas a cabo por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la ONG francesa Premiere Urgence-Aide Medicale Internationale en Bangui demuestran que a la vasta mayoría de desplazados internos les gustaría regresar si las condiciones de seguridad mejoraran. Sin embargo, hay otras razones por las cuales no regresan. La falta de acceso a servicios básicos – tales como salud y educación – y a oportunidades de generación de ingresos hace que el regreso sea un desafío mayor para los desplazados que perdieron sus pertenencias, cuyas casas fueron saqueadas o destruidas.

En los últimos meses, los servicios de salud y educación fueron proporcionados de manera gratuita en los asentamientos de desplazados. Por lo tanto, es esencial llevar los programas de asistencia de los asentamientos de desplazados internos a las áreas de origen, para que las personas tengan acceso a estos servicios básicos más cerca de sus hogares. Las agencias también están trabajando en la creación de medios de vida en las áreas de origen; sin embargo, esto constituye un desafío incluso más grande dado que la economía de la República Centroafricana ha estado paralizada por mucho tiempo.

Muchas personas tienen miedo de volver. Es muy importante compartir información sobre el estado de seguridad en cada barrio de origen para que estas personas entiendan las dinámicas de cada área, se reconecten gradualmente con su comunidad y se informen bien sobre la situación. Representantes de las comunidades desplazadas se han reunido varias veces con las autoridades nacionales y con las fuerzas internacionales de seguridad. Estas personas querían absolutamente recibir respuestas a sus preocupaciones para calmar su ansiedad y temores. Estamos trabajando para facilitar el diálogo entre las comunidades, las autoridades nacionales, la sociedad civil, los actores humanitarios y las fuerzas internacionales de seguridad, con el fin de restaurar la confianza de la gente en las autoridades estatales. Estas actividades para la creación de confianza deben en conjunto apoyar el proceso de retorno.

¿Es seguro para las comunidades desplazadas regresar a sus hogares?

La situación en Bangui es extremadamente volátil, pero notamos un progreso en varios barrios que han recuperado una cierta apariencia de normalidad. Para la vasta mayoría de los desplazados, principalmente la comunidad cristiana, se está llevando a cabo un proceso gradual de retorno, con el apoyo de actores nacionales e internacionales. Se observa la misma dinámica en algunas prefecturas del noroeste, tales como Bossangoa. Los desplazados están regresando gradualmente a sus pueblos para ocuparse de sus campos antes de las lluvias.

Sin embargo, esta mejora llegó muy tarde para ciertas personas, principalmente para la minoría musulmana que vivía tanto en barrios mixtos de la ciudad como en varias comunidades rurales en el noroeste y el sudoeste de la República Centroafricana. La mayoría de ellos han huido del país por las represalias extremadamente violentas contra su comunidad. Para ellos, regresar no es una opción. Aquellos que aún quedan enfrentan un riesgo inminente de ataque por grupos armados. Unos 20.000 musulmanes hoy están atrapados y amenazados, y necesitan más protección para seguir con vida . . . Las autoridades de la República Centroafricana y la comunidad internacional están conscientes de la extrema gravedad de la situación, pero enfrentan enormes dificultades para asegurar la protección de esta población en Bangui y en varias otras prefecturas del país.

Gracias a la Voluntaria en Línea Lucía Valerga por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.