Alto Comisionado pide atención a la grave situación de refugiados sursudaneses
Alto Comisionado pide atención a la grave situación de refugiados sursudaneses
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha pedido más atención internacional a la grave situación de los refugiados sursudaneses, así como el apoyo de los donantes al enfoque de puertas abiertas de Uganda hacia las personas que huyen de conflictos en los países vecinos.
Suiza, GINEBRA, 30 de agosto de 2016 (ACNUR) -- En declaraciones tras el fin de su visita de dos días a este país del este de África, Grandi pidió a los líderes de Sudán del Sur que se comporten de manera responsable y acaben con la violencia y la inestabilidad que está empujando a su pueblo al exilio.
"Los líderes no deberían ignorar el sufrimiento de su gente" dijo, citando el conflicto armado, la violación de mujeres y niños, los asesinatos, secuestros y el estado general de anarquía que está obligando a sursudaneses de todas las edades a huir de diversas partes del país.
El Alto Comisionado para los Refugiados visitó el Distrito de Adjumani, donde ha solicitado refugio la mayoría de los 90.000 recién llegados. Estuvo acompañado por el Honorable Hillary Onek -- Ministro de Uganda para Gestión de Preparación de Desastres y Refugiados -- D. David Apollo Kazungu -- Comisario para los Refugiados -- Dª. Rosa Malango -- Coordinadora Residente de Naciones Unidas en Uganda -- y otros oficiales de alto rango.
En el Centro de Tránsito de Nyamwanzi, instalación con capacidad para 3.500 personas en la que se encuentran 7.000 refugiados, el Alto Comisionado escuchó sus testimonios sobre los espantosos actos de violencia que les han obligado a huir de Sudán del Sur. Los refugiados expresaron sus miedos a que la inseguridad predominante se prolongue. Grandi vio con sus propios ojos los riesgos que el hacinamiento entraña para la salud y la protección de los concentrados en el centro.
Los refugiados llegados a Uganda desde julio de 2016 han utilizado para ello diversos puntos de entrada, situados en distintos distritos, lo que ha requerido una logística de mayor envergadura para trasladarlos a zonas seguras. La velocidad del flujo ha puesto al límite las capacidades de las organizaciones aliadas y comunidades anfitrionas para gestionarlo.
En el Asentamiento para Refugiados de Pagirinya, el Alto Comisionado remarcó que en su larga experiencia trabajando con refugiados, pocas veces había visto a tanta gente instalada ya con tierras y con casas construidas en tan poco tiempo. Elogió asimismo los tremendos esfuerzos tanto de actores nacionales, de la ONU y ONGs para descongestionar los centros de recepción y contener un brote de cólera.
Establecido desde hace dos meses, el asentamiento de Pagirinya ya ha alcanzado su capacidad máxima de 22.000 refugiados. Cuenta con accesos por carretera adecuados y con servicios de primera necesidad en materia de en sanidad, educación, abastecimiento de agua, saneamiento e higiene, proporcionados por organizaciones socias, aunque a escala limitada.
Los refugiados en Pagirinya presentaron Alto Comisionado para los Refugiados un memorando que destaca las dificultades a las que se enfrentan en relación al agua, alimentos, sanidad y educación. El documento citaba una especial preocupación sobre la situación de los niños, muchos de ellos huérfanos y de los jóvenes. El Alto Comisionado garantizó que no escatimará esfuerzos en el llamamiento a donantes para que den un apoyo robusto capaz de cubrir estas necesidades.
Lamentó la respuesta de los donantes a la petición de fondos regional interagencias para los refugiados sursudaneses, que sólo ha recaudado un 20% de lo necesario. Enfatizando la necesidad de contar de forma previsible y urgente con recursos para evitar una crisis, Grandi aplaudió el esfuerzo continuado para prevenir la congestión en los centros, combatir la desnutrición moderada y severa entre los niños y llevar a cabo intervenciones de protección. Reiteró asimismo, el llamamiento hecho por el Honorable Onek a los refugiados para respetar la legalidad vigente.
En Kampala, el Alto Comisionado se reunió con el Primer Ministro de Uganda, Ruhakana Rugunda. Alentó al gobierno de Uganda a intensificar sus esfuerzos para conducir hacia una solución política la situación en Sudán del Sur. Elogió la solidaridad de Uganda con aquellos que huyen de la guerra en la región y su aspiración futura de trabajar junto a Naciones Unidas y sus socios para hacer de los refugiados una fuerza económica productiva que promueva la estabilidad regional.
"El enfoque de Uganda constituye un raro ejemplo de un país que abre sus puertas sin reservas a los refugiados y que no los trata como una carga, en un mundo en que cada vez les da más la espalda" dijo el Alto Comisionado en reunión con miembros de la comunidad diplomática y oficiales de organizaciones de ayuda. Alabó las sólidas alianzas que mantienen los actores humanitarios y de ayuda al desarrollo dedicados a dar apoyo a los refugiados, y solicitó un fuerte apoyo internacional al gobierno de Uganda, para que éste pueda mantener su solidaridad hacia los refugiados.
El Gobierno de Uganda, que ha destinado parte de su territorio para levantar asentamientos de refugiados, entrega parcelas para el cultivo a cada familia de refugiados ubicada en zona rural. En las zonas donde todavía no se ha identificado terreno con este propósito, las autoridades negocian con los líderes de las comunidades de acogida. Además, Uganda ha incorporado a los refugiados en su estrategia de desarrollo nacional.
Uganda acoge actualmente a una población de más de 613.000 refugiados y solicitantes de asilo. Más del 90% son de Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Burundi y Somalia y la mayoría de ellos ha llegado en los últimos cinco años.