ACNUR acoge con satisfacción la expedición de certificados de nacimiento para los refugiados malienses en el campo de Mbera
ACNUR acoge con satisfacción la expedición de certificados de nacimiento para los refugiados malienses en el campo de Mbera
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, celebra el inicio de la expedición de certificados de nacimiento para miles de niños refugiados de Malí en el campamento de Mbera, en el sureste de Mauritania.
En el marco de una iniciativa innovadora para la protección de los refugiados en Mauritania, las autoridades del país han comenzado a expedir certificados de nacimiento para unos 7.600 niños malienses nacidos hasta la fecha en el campamento. También han establecido un sistema que permite que a partir de ahora todos los recién nacidos en el campamento sean registrados directamente.
Los certificados de nacimiento ayudarán a luchar contra los matrimonios precoces y forzados, ya que la prueba de la edad puede ser crucial para identificar dichos casos y proporcionar pruebas a las autoridades competentes. En 2017, ACNUR registró 97 casos en el campamento de Mbera, pero la Agencia teme que haya muchos otros que no hayan sido denunciados. En colaboración son sus socios, los equipos de ACNUR están trabajando para identificar y ayudar a los niños y niñas en situación de riesgo.
La prueba de la edad también desempeñará una función importante en la eventual repatriación voluntaria de los refugiados, en el momento en que las condiciones de seguridad en Malí lo permitan.
La expedición de certificados de nacimiento fue puesta en marcha a mediados de febrero por el Censo de población del país. ACNUR colabora con las autoridades para reforzar su capacidad técnica para el registro civil de refugiados y para proporcionar asistencia vital en el campamento, incluyendo ayuda alimentaria y agua, educación y servicios médicos. ACNUR también trabaja para sentar las bases para el establecimiento de un sistema nacional de asilo.
Desde 2012, la inseguridad generalizada en el norte de Malí ha provocado el desplazamiento a Níger, Burkina Faso, así como a Mauritania, que ahora alberga a más de 51.000 refugiados malienses. Solo durante el mes de enero, se registró a unos 1.200 malienses en Mbera. Los refugiados cuentan haber huido por las amenazas, extorsiones y ejecuciones sumarias por parte de grupos armados, así como por las difíciles condiciones en sus regiones de origen.
ACNUR está particularmente preocupado por la falta de fondos para la operación en el país. De los 20,1 millones de dólares necesarios para ofrecer asistencia a los refugiados en Mauritania en 2018, ACNUR aún no ha recibido ninguna contribución. Esto significa que las condiciones de vida de los refugiados podrían empeorar aún más, reduciéndose la asistencia alimentaria y agua, malas condiciones de saneamiento, mayor riesgo de enfermedades y recortes en el programa educativo en Mbera.