Después de dos años separados, un adolescente sirio en Alemania se reúne con su familia
Después de dos años separados, un adolescente sirio en Alemania se reúne con su familia
La soledad es una emoción que muchos adolescentes sienten. Pero Numeir lo ha sentido más que la mayoría.
Aterrorizado de ser reclutado en el ejército, huyó de su hogar en Siria cuando solo tenía 15 años. Despedirse de su familia, incluida su hermana de cuatro años, Anmar, que lloraba y le suplicaba que no se fuera, lo dejó más solo que nunca.
“Tenía que irme”, dijo Numeir. “Decir adiós fue terrible. Anmar me suplicó que no me fuera, diciendo 'hermano mayor, no te vayas'. Pero no tuve otra opción”.
Numeir viajó por Turquía, Grecia y los Balcanes, antes de llegar finalmente a Alemania, donde estaba su tío. Cuando llegó, en 2015, tenía 16 años y estaba a miles de millas de distancia de su familia.
Siendo aún un niño, Numeir fue detenido por las autoridades y eventualmente terminó en un albergue en Lensahn, un pequeño pueblo ubicado en el extremo norte de Alemania. Tiene menos de 5.000 habitantes y está a solo unos minutos en auto del Mar Báltico.
“Aquí es tan hermoso”, dijo Numeir. “Tan verde, tan tranquilo, tan pacífico”.
Durante tres años tuvo un solo deseo: “Quiero compartir la belleza de este lugar con las personas más importantes para mí en todo el mundo: mi familia".
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ayudó a Numeir en el proceso de reunificación familiar. Su padre Ismain, su madre Fada y sus tres hermanos habían huido a Turquía, luego a Grecia, antes de finalmente enterarse de que su solicitud de reunificación familiar había sido aprobada.
Un jueves de mayo, los cinco se prepararon para aterrizar en el aeropuerto Fuhlsbüttel de Hamburgo.
Mucha gente en la sala de llegadas esperaba ese vuelo. Pero nadie parecía tan emocionado como Numeir. ¿El avión había aterrizado de manera segura? ¿Todo saldría bien a la llegada? De repente, su familia estaba allí y Numeir pudo abrazar a su madre una vez más.
Para Fada fue como la primera vez que sostuvo a su primogénito hace 18 años. “Fue exactamente así, como la primera vez”, dijo, feliz.
Cuando la familia llegó a Lensahn y salió del automóvil, todos quedaron asombrados. Por supuesto que habían visto las fotos, pero ahora podían oler los árboles, sentir la hierba y tocar la pared de ladrillos de una antigua granja en la que todos iban a vivir. “Este lugar es hermoso”, dijo Ismain.
Numeir levantó a su hermanita y le mostró el lago detrás de la casa. “Es tan verde”, exclamó Anmar. “¡Y sobre todo, Numeir está aquí!”
“Es genial ver a una familia tan feliz”, dijo Dominik Bartsch, Representante de ACNUR en Alemania. “Y esta es la razón por la cual la reunificación familiar es tan importante. Durante años, Numeir estuvo enfermo de preocupación por sus seres queridos. Ahora toda la familia puede reconstruir sus vidas aquí en Alemania y sus miedos han desaparecido”.
Numeir y su familia están agradecidos por la oportunidad de vivir en paz.
“Hemos visto ataques con gas, hemos visto bombas”, dijo Ismain. “Para un padre, esto significa que nunca puede estar seguro de si su esposa y sus hijos todavía estarán vivos cuando llegue a casa por la noche. Aquí, cuando veo a los niños corriendo en el jardín riendo, sé que están a salvo”.
“Me gustaría agradecer a las personas de Alemania que me dieron la oportunidad de ver a mi hijo otra vez”, continuó. “Lo acogieron, lo tuvieron en sus brazos y nos reunieron”.