Soacha: "¿Cómo tomar un bus sin perderse en la ciudad?"
Soacha: "¿Cómo tomar un bus sin perderse en la ciudad?"
SOACHA, Colombia, 18 de febrero (ACNUR) – El municipio de Soacha, conurbado con la ciudad de Bogotá, sigue siendo el principal receptor de población desplazada en el departamento de Cundinamarca. Según las cifras oficiales, actualmente hay 30.850 personas desplazadas registradas en Soacha, que representan el 40% del total de las personas desplazadas internas en todo el departamento de Cundinamarca. Asimismo, las autoridades siguen registrando a diario nuevas declaraciones de desplazamiento de 3 o 4 familias. "Entre octubre de 2009 y enero de este año han llegado más familias buscando refugio respecto al año anterior", dijo el padre Ricardo Martínez, quien gestiona un hogar de acogida en Soacha.
Pedro y Beatriz (nombres no verdaderos por motivos de seguridad) hacen parte de las familias recién llegadas a Soacha. Como la mayoría de los desplazados internos vienen del sur de Colombia y su recorrido hasta las afueras de Bogotá fue largo y lleno de dificultades. "Hemos tenido que salir de inmediato de nuestro lugar. Grupos armados ilegales mataron a mis padres por un problema de tierra y no tenía otra opción que huir si no quería terminar a la misma manera o ser reclutado por la fuerza" dijo el joven esposo de casi 30 años de edad. "Hemos salido de noche tan de prisa que no hemos tenido el tiempo de llevar ropa con nosotros. Durante el viaje tocamos a muchas puertas pero nadie nos acogió.
Tuvimos que pararnos en un sitio y trabajar un tiempo para ahorrar un dinero que nos permitiera proseguir el viaje", dijo Beatriz a la espera de su cuarto hijo. La pareja, que al momento está alojada en un hogar de acogida, cofinanciado por ACNUR, empezó ya a buscar trabajo para empezar así una nueva vida y poder sustentar a sus hijos. Todavía, Pedro no se ha recuperado del trauma a que ha sido confrontado y está recibiendo un apoyo psicológico y jurídico que hace parte de la asistencia que ACNUR proporciona a los desplazados. "No es fácil hablar de mi situación con cualquiera y cada vez que empiezo a contar mi historia me emociono tanto por el dolor que tengo que reempezar y reempezar", dijo Pedro buscando tembloroso la mano de su esposa para tener un apoyo moral.
No es automático para los desplazados recién llegados adaptarse a los ritmos de una ciudad, considerando que la mayoría vienen de zonas rurales de departamentos como Tolima, Chocó, Santander y Caquetá. "La gente campesina esta acostumbrada a caminar por horas y horas y no sabe como tomar un bus o como orientarse en las muchas de calles de Soacha que se confunden con las de Bogotá", dijo una asistente social del hogar de acogida. Por este motivo las autoridades, con el apoyo de ACNUR y sus socios, están pensando crear programas de orientación para explicar nociones básicas a los recién llegados, incluyendo cursos sobre servicios generales, domésticos y de oficios varios, así como rutas de acceso a los derechos.
En este momento para facilitar el ingreso al mundo laboral, el hogar de acogida ofrece un curso de panadería con 30 participantes, el 70% de los cuales son mujeres. No es fácil, sobre todos para los hombres, insertarse en los circuitos económicos locales. Esto es asociado a la forma traumática en que ocurre el desplazamiento rural de la mayoría de las personas desplazadas, a las difíciles condiciones de vida en los sitios de llegada y al cambio de roles que se da tras el desplazamiento, cuando con frecuencia es la mujer la que primero logra comenzar a generar ingresos. "Tenemos casos de hombres que en su lugar eran líderes bien respetados por sus compañeros y aquí empiezan a deprimirse. No se sienten útiles a sí mismos ni a la sociedad".
Desde el 2004 ACNUR brinda apoyo a los desplazados de Soacha observando constantemente las condiciones de vida de la población en situación de desplazamiento (PSD), favoreciendo los procesos de fortalecimiento de las organizaciones de población desplazada y su incidencia en las políticas públicas y dando seguimiento a casos específicos, en colaboración con las autoridades competentes. Entre los varios proyectos que apoya el ACNUR está la Casa de los Derechos, en alianza con de Defensoría del Pueblo, creada para impulsar la presencia civil del Estado en un sector de alto nivel de conflicto social y donde se presentan muchas amenazas, a la vez que promueve la participación de la población y su capacidad para defender sus derechos. En el 2009 la Casa atendió a más de 5.000 personas. Otros proyectos con impacto positivo son los Círculos de Aprendizaje, creados para restablecer el derecho a la educación de los niños desplazados, y los albergues para promover asistencia humanitaria. Asimismo, la contraparte gubernamental Acción Social incluye a las personas en un registro de desplazados, suministrando a las familias desplazadas albergue, alimentos, apoyo psicosocial y orientación durante los 15 días que las personas en situación de desplazamiento tienen para declarar y frente el Ministerio Publico, al tiempo que su caso es valorado por Acción Social. Cada albergue tiene una capacidad para 20 personas por semana.
A pesar de los avances, aún quedan retos para proteger los derechos de los desplazados, como en caso del reclutamiento forzado de menores. Esta problemática viene en aumento y desde hace varios años se advierte la presencia de personas dedicadas a enrolar jóvenes en actividades al margen de la ley, sin que haya una protección eficaz. "Soacha es el terreno ideal para seducir personas con destino a estructuras delincuenciales. La mayoría de la población son jóvenes con muy pocas oportunidades de estudio, una buena parte está marginada del mercado laboral y otra doblegada por las drogas", dijo una representante de una ONG local que desde hace varios años trabaja en la zona.
Un líder de los desplazados internos, actualmente concejal de un municipio cerca de Bogotá, asevera que "los desplazados siguen siendo vistos como ladrones o mendigos" y lamenta que la gente no comprenda que "si hemos sido desplazados ha sido porque nuestra vida estaba en peligro". Asegura que para llegar a ser concejal y reconocido líder de los desplazados, "ha sido fundamental capacitarme en la ley y en todos los documentos legales sobre los desplazados"... "Conocer mis derechos me permite jugar una cierta incidencia en la política pública", añadió.
En Colombia, según las cifras oficiales, se han desplazado 3.303.979 personas entre 1998 y diciembre de 2009, provenientes de 1091 municipios de los 1.100 que conforman el país, lo que equivale al 99.45% del total del territorio nacional.
Por Francesca Fontanini, en Soacha, Colombia