El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados llama al compromiso mundial para atender las necesidades de Afganistán
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados llama al compromiso mundial para atender las necesidades de Afganistán
KABUL, Afganistán – El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, declaró que el mundo debe brindar un apoyo sostenible a la población de Afganistán y pidió una ayuda sólida para atender las necesidades humanitarias del país y de las personas refugiadas en el extranjero.
“Por mucho que el mundo esté legítimamente preocupado por la guerra en Ucrania, Afganistán está sufriendo una crisis muy grave”, resaltó Grandi al final de una visita de cuatro días al país.
“Hablamos con personas que no saben qué van a consumir en su próxima comida; mujeres cabeza de familia que temen por la salud y el bienestar de sus hijos; madres y padres desesperados por mantener a sus familias. Las necesidades aquí son enormes”, declaró Grandi después de una visita que incluyó la inauguración de un centro de salud en Kandahar y de una escuela para niñas en Jalalabad, construidos por ACNUR.
Grandi llegó a Afganistán el lunes y se reunió con el Gobierno interino afgano, así como con los trabajadores de la ONU y de las ONG que siguen brindando asistencia vital en todo el país. Durante sus reuniones, Grandi señaló que el compromiso de ACNUR de permanecer y brindar ayuda humanitaria al pueblo de Afganistán es inquebrantable.
En lo que va de 2022, los programas de asistencia y ayuda de la Agencia de la ONU para los Refugiados han ayudado a más de 500.000 personas afganas, incluidas más de 130.000 personas que recibieron artículos de socorro o asistencia financiera directa para sobrevivir al invierno y más de 370.000 personas que se beneficiaron de los centros de salud, las escuelas, los sistemas de agua y otras infraestructuras que ACNUR ha construido en las zonas prioritarias para el retorno de las personas refugiadas y de las personas desplazadas internas (PDI).
“Unos 3,4 millones de personas están desplazadas internamente debido al conflicto, el sistema sanitario está sufriendo graves carencias en medio de la crisis de la COVID y de un brote de sarampión, los trabajadores clave de servicios vitales como los de escuelas y hospitales están sin salarios, mientras que la crisis de liquidez y el aumento de los costos mundiales de los alimentos y la energía están teniendo un efecto devastador”, declaró Grandi. “En total, 24 millones de personas en todo Afganistán necesitan ayuda humanitaria este año y hacemos un llamamiento a los donantes para que financien un gran esfuerzo humanitario que, según he podido comprobar, está dando resultados importantes”.
La Agencia de la ONU para los Refugiados lleva cuatro décadas en Afganistán brindando ayuda de emergencia y apoyo a las personas afganas desplazadas y retornadas. En la actualidad, ACNUR participa en 55 programas por zonas que ayudan a la reintegración y fomentan la resiliencia y la estabilidad de las comunidades en el marco de su Estrategia de Soluciones para los Refugiados Afganos (SSAR, por sus siglas en inglés), que centra su apoyo en más de 11.000 pueblos de Afganistán y también en las zonas que acogen personas refugiadas en los países vecinos.
“La protección de los derechos y el bienestar de la población afgana requiere estabilidad política y económica a largo plazo”, comentó Grandi. “La comunidad internacional debe seguir comprometida con Afganistán. Sin embargo, los enfoques humanitarios por sí solos no serán suficientes. Revitalizar el sistema bancario y la economía de Afganistán, y reanudar los proyectos de desarrollo puede ayudar a sentar las bases sobre las que las personas afganas desplazadas, así como las personas refugiadas, puedan considerar el retorno voluntario cuando las condiciones lo permitan”.
“Esto también”, expresó, “requiere que las autoridades de facto generen confianza con las personas desplazadas. En mis reuniones con ellos, les he transmitido que la mejor manera de hacerlo es garantizar que toda la población afgana, incluidas las minorías, los hombres, las mujeres, las niñas y los niños, puedan ejercer sus derechos y tener acceso al trabajo, y a los servicios en igualdad de condiciones”.
Grandi destacó que celebra de lo que ha escuchado de las autoridades en este sentido, no solo en Kabul, sino también en Kandahar y Jalalabad, y que todos los funcionarios reconocían la importancia de la prestación de servicios a todas las personas afganas. También transmitió a todos los interlocutores que ahora la prueba de estas buenas intenciones está en las decisiones y acciones concretas, empezando por la reapertura de las escuelas para niñas y niños.
Las agencias que trabajan en Afganistán necesitan urgentemente 4.440 millones de dólares (USD) en el marco del Plan de Respuesta Humanitaria (HRP, por sus siglas en inglés) para satisfacer las necesidades críticas de 22 millones de personas afganas y evitar el hambre, las enfermedades, la malnutrición, la muerte y los desplazamientos. Además, dentro del Marco de Compromiso Transitorio de la ONU (TEF, por sus siglas en inglés), las agencias necesitan otros 3.600 millones de dólares (USD) para mantener los programas sociales esenciales para ayudar a los 38 millones de personas que residen en el país.
ACNUR necesita 340,3 millones de dólares (USD) para Afganistán este año para apoyar su respuesta a las personas desplazadas y otras personas afganas vulnerables. El trabajo de la agencia en Afganistán está actualmente financiado solo en un 28 por ciento, con 97 millones de dólares (USD) recibidos hasta la fecha.
Las consecuencias de una financiación tardía o inadecuada para estos llamamientos serán muy reales, declaró Grandi.
"El TEF y el HRP, junto con el Plan de Respuesta para los Refugiados (RRP, por sus siglas en inglés) de 623 millones de dólares (USD) para apoyar a casi 6 millones de personas refugiadas afganas y otras personas que residen en los países vecinos, juntos apuntalan una visión transfronteriza que, en última instancia, busca mejorar la situación humanitaria general de las personas refugiadas, y avanzar en su protección, incluso para encontrar soluciones”, comentó Grandi.
“Las necesidades son ciertamente grandes”, señaló Grandi, “pero también lo son las oportunidades, como pude comprobar en la escuela de niñas de Jalalabad. Ahora corresponde a la comunidad internacional dar un paso adelante y ayudar a la población residente de Afganistán para que pueda aprovechar al máximo su potencial”.
“Sin embargo, si no se apoya el trabajo de la ONU y de los socios, las dificultades que he presenciado esta semana en Jalalabad, Kandahar y Kabul aumentarán”.
Para más información, favor de contactar:
- En Kabul: Peter Kessler, +93 70 2465 614
- En Ginebra: Babar Baloch, +41 79 513 9549
- En Bangkok: Kasita Rochanakorn, +66 6 4932 0803