Organización de la sociedad civil recibe reconocimiento por apoyar a las personas desplazadas en zonas de difícil acceso en Myanmar
Organización de la sociedad civil recibe reconocimiento por apoyar a las personas desplazadas en zonas de difícil acceso en Myanmar
Enormes sonrisas dan la bienvenida a Naw Bway Khu, de 54 años, a su llegada al albergue Metta May para personas con VIH/SIDA en Lashio, la localidad más grande en el estado norteño de Shan, en Myanmar. En este lugar, las mujeres y los niños la conocen como Naw Nieve – Nieve es la traducción al español de Bway –, líder y fundadora de la organización que se encarga del albergue.
Naw Bway Khu es una enfermera de formación con un semblante amigable. Adquirió su apodo hace casi dos décadas, cuando constituyó la organización Meikswe Myanmar, que puede traducirse al español como “Amigos de Myanmar”, cuyo objetivo inicial era brindar terapia retroviral y ofrecer albergue a mujeres, niñas y niños con VIH/SIDA.
Como superviviente de violencia doméstica, Naw Bway Khu quería apoyar a otras mujeres en una situación similar a la que ella vivió. Tras la muerte de su esposo en 2002, antes de crear Meikswe Myanmar, trabajó durante dos años en una ONG internacional que brindaba atención a personas con VIH/SIDA. Al principio, recibía a las mujeres en su propia casa; más tarde, abrió un centro en Lashio y, luego, un orfanato.
“Me liberé de mi antigua vida, así que quería ayudar a mujeres que habían obtenido un resultado positivo [en la prueba del VIH]”, contó. “Con frecuencia las llevaba a mi casa, les daba cobijo y compartía la comida con ellas. Quería que vivieran mucho tiempo y que lograran alcanzar sus sueños”.
“El propósito de la labor que lleva a cabo Meikswe Myanmar consiste en cerrar brechas”.
Conforme la organización empezó a brindar atención a un mayor número de pacientes en comunidades rurales y de difícil acceso, Naw Bway Khu notó que muchas aldeas no tenían acceso a servicios básicos, como educación y atención médica. Por tanto, poco a poco fue ampliando los programas de Meikswe Myanmar para poder ofrecer apoyo psicosocial, educación y actividades para la generación de ingresos.
“El propósito de la labor que lleva a cabo Meikswe Myanmar consiste en cerrar brechas”, explicó. “Dependiendo de las necesidades con las que nos topamos, poco a poco vamos ampliando nuestras actividades y cobertura geográfica”.
En 2015 se agravó el conflicto armado que durante décadas ha aquejado al estado de Shan. En consecuencia, decenas de miles de personas fueron desplazadas. Si bien quienes lograron llegar a campamentos de desplazados internos recibieron asistencia humanitaria, Naw Bway Khu se percató de que era poca o nula la asistencia que recibían las personas que buscaban protección en las aldeas. “Las personas en las comunidades de acogida quedaron en el olvido”, señaló.
Las dificultades se intensificaban, así que Meikswe Myanmar recurrió a fondos obtenidos de su propio personal, así como de las familias y las amistades de este, para aumentar el alcance de la respuesta de emergencia y para distribuir alimentos y artículos básicos para el hogar entre las personas desplazadas que se guarecieron en las aldeas. Por otra parte, Naw Bway Khu abogó para que las comunidades de acogida que estaban apoyando a las personas desplazadas recibieran más asistencia internacional.
Hoy en día, Meikswe Myanmar lleva a cabo una gran variedad de actividades para apoyar a las personas desplazadas internas, las comunidades de acogida y otros grupos en situación de vulnerabilidad en casi 300 campamentos y aldeas en seis regiones y estados, desde el estado de Rakhine (al oeste del país) hasta el estado de Shan (al norte del país), sin dejar de lado al estado de Kayin, al sureste de Myanmar.
Por su dedicación para brindar apoyo a las personas desplazadas internas – incluso en zonas de difícil acceso –, Meikswe Myanmar es la organización ganadora, en la región Asia-Pacífico, del Premio Nansen para los Refugiados, un galardón que ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, otorga cada año a las personas u organizaciones que han superado cualquier barrera para ayudar a las personas apátridas o desplazadas por la fuerza.
Con un equipo integrado por 77 personas de bagajes y orígenes étnicos diversos, las actividades que lleva a cabo Meikswe Myanmar beneficiaron, directamente, a 25.000 personas en 2021. Esto se logró a pesar de los múltiples desafíos – financieros, de seguridad y de logística – que supusieron la pandemia de COVID-19 y la toma militar en febrero de ese año.
“Todo el personal debe apegarse a los valores de la organización, que comprenden brindar servicios a las personas marginadas, respetar toda identidad racial y creencia religiosa, dar un trato justo, y priorizar las necesidades de mujeres, niñas y niños”, precisó Naw Bway Khu.
Para ella, gracias al personal de la organización, esta ha logrado brindar asistencia a comunidades que solían no recibirla. “Hacemos las cosas con el corazón”, recalcó. “No importa lo difícil o desafiante que sea una tarea, podemos llevarla a cabo porque hemos recibido el amor y la confianza de la comunidad”.
Aunado a la dedicación del personal, los logros alcanzados por Meikswe Myanmar se deben también a la determinación de Naw Bway Khu para empoderar a las comunidades desplazadas y afectadas por conflictos, con el propósito de que, en el futuro cercano, puedan ayudarse a sí mismas.
“No podemos darles apoyo a perpetuidad”, indicó. “Por esa razón, les brindamos también apoyo técnico, para que se fortalezcan e independicen”.
En la aldea de Namma Bawda, en la localidad de Lashio, en el estado de Shan, un grupo de diez mujeres desplazadas y once aldeanos forman parte del proyecto de tejido que funciona con el apoyo de Meikswe Myanmar con el objetivo de que estas personas generen ingresos para el sostén de sus familias. Las mujeres le muestran con entusiasmo, a Naw Bway Khu, las telas con las que trabajan.
“Creo que Meikswe hace bien en apoyarnos de esta forma”, compartió Noe Lar Sheh, una mujer desplazada que vive en Namma Bawda. “Nunca habíamos vivido algo así”.
"Meikswe es como un árbol frondoso que apoya a otras organizaciones, como la nuestra".
Las iniciativas de empoderamiento de Meikswe Myanmar también brindan apoyo a organizaciones comunitarias y de la sociedad civil, que suelen ser las primeras en responder cuando se presenta una crisis.
Reconociendo que las comunidades necesitan responder rápidamente a la llegada de personas desplazadas, la organización las capacita para que puedan brindar una respuesta humanitaria básica. Asimismo, actúa como puente entre las comunidades y las organizaciones internacionales, las cuales pueden proporcionar los recursos que tanto se requieren.
Para la Asociación Otamaung, una organización de la sociedad civil que opera en la localidad de Kyaukme, en el estado de Shan, las formaciones que ha proporcionado Meikswe Myanmar han sido sumamente valiosas. Aunque se creó para proporcionar apoyo sanitario a la población de las tierras altas, la asociación se ha ampliado para brindar asistencia a las personas desplazadas por el conflicto.
“En Myanmar hay un proverbio que dice que un árbol fuerte puede aguantar 10.000 aves. Meikswe es como un árbol frondoso que apoya a otras organizaciones, como la nuestra, para que tengamos la confianza y la capacidad de llevar a cabo nuestra labor”, aseveró Mai Ye Win Aung, quien ocupa la Secretaría General de la Asociación Otamaung.
Naw Bway Khu está determinada a seguir ampliando el alcance de Meikswe Myanmar, a fin de que más comunidades puedan recibir asistencia. “Seguiremos trabajando para que todo ser humano goce de los derechos que le corresponden”, resaltó. “El logotipo de Meikswe Myanmar consta de una pequeña embarcación con una paloma encima: mi intención es ayudar a las personas en nuestro barco tanto como sea posible. Las ayudaremos a encontrar la paz”.
