ACNUR y ONU Mujeres fortalecen rutas de atención a la violencia de género en Argentina
ACNUR y ONU Mujeres fortalecen rutas de atención a la violencia de género en Argentina
BUENOS AIRES, Argentina – “Una casa es una casa es una casa/ Hasta que toque ya partir a otro lugar/ Quien sabe a dónde”. La poetisa venezolana Eleonora Requena le puso lírica, el miércoles, a la tercera jornada presencial del “Programa de formación sobre Rutas de atención en casos de violencia basada en género”. La iniciativa, que amalgama los esfuerzos de ACNUR y ONU Mujeres en Argentina, busca fortalecer la interseccionalidad en los mecanismos de respuesta a las violencias de género a través de la creación de un espacio de intercambio que propicie las sinergias y fortalecimiento de capacidades de actores clave. Durante tres días, representantes de gobiernos de todos los niveles, organizaciones de la sociedad civil, procesos organizativos de personas migrantes y refugiadas y agencias socias del ACNUR caminaron hacia ese objetivo en clave territorial, comprendiendo las particularidades de cada geografía.
Al tercer día se realizó una firma simbólica del acuerdo que dio marco a esta formación. Allí, Verónica Baracat, Coordinadora del Programa País de ONU Mujeres, destacó la importancia de este programa en el marco de los 16 días de activismo para la eliminación de las violencias basadas en género, “la violación de derechos humanos más extendida y frecuente en todo el mundo”. Baracat abogó por reconocer el escenario que enfrentan “mujeres y niñas en situación de movilidad”, un grupo “especialmente expuesto a múltiples formas de violencia”. Representan, explicó, el 74% de los casos de trata de personas en la región. Además, “una de cada cinco mujeres desplazadas y refugiadas en contextos humanitarios sufre violencia sexual, un número enorme”, detalló.
La Representante a.i. de ACNUR para el Sur de América Latina, Claudia Rodríguez Sirtori, subrayó la importancia de “asegurar que todas las sobrevivientes tengan un acceso adecuado a servicios de calidad y medios de vida sostenibles” y recordó que a mediados de 2022 había casi 20 millones de personas desplazadas en las Américas. De ellas, mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ se ven más expuestas a situaciones de violencia, precisó. Además, valoró la necesidad de poner en marcha “un enfoque de derechos, interseccional y territorial”. En ese sentido, Rodríguez Sirtori destacó los avances de la Comisión Nacional para los Refugiados de Argentina en la incorporación de la perspectiva de género “reconociendo el nexo causal entre la violencia de género y el derecho al asilo”.
Tanto Baracat como Rodríguez Sirtori destacaron la alianza entre ACNUR y ONU Mujeres para fortalecer capacidades y apoyar los procesos de prevención, mitigación de riesgos y respuesta a las violencias por motivo de género que enfrentan las personas en movilidad. Dos de las participantes también pusieron de relieve la importancia de encarar procesos participativos en relación a este tema. “Nos llevamos más fuerza para seguir trabajando… Los heroísmos aislados no sirven”, resaltó Marta Guerreño, de la Secretaría de la Mujer, Género y Diversidades de Córdoba. Marina Giachini, de la mendocina Fundación Ecuménica de Cuyo, enfatizó en la necesidad de “una formación urgente con perspectiva de género” y en poner en marcha políticas públicas interseccionales.
Además de los poemas de Eleonora, el cierre de la fase presencial contó con una demostración de la cultura ballroom de la mano de Socio Ballroom y una muestra de fotografías llamada Integrados, una iniciativa de la Fundación para la Integración Cultural de Migrantes y Refugiados en Argentina (FICU). Las fotografías son parte de una acción artística llamada Integrados, que expuso 150 retratos de personas inmigrantes y refugiadas en el piletón del barrio de Recoleta, en Buenos Aires. En la vuelta a escena, se seleccionaron los rostros de mujeres que participaron de aquella muestra. Una mirada interpeladora la de decenas de migrantes y refugiadas en medio de un programa de formación que se dirige exactamente hacia ahí: mujeres y niñas en su diversidad, que aún esperan respuestas.
Sobre el programa
El “Programa de formación sobre Rutas de atención en casos de violencia basada en género” es una iniciativa de ACNUR y ONU Mujeres en Argentina. Con esta propuesta, las agencias de Naciones Unidas buscan fortalecer la interseccionalidad en los mecanismos de respuesta a las violencias de género a través de la creación de un espacio de intercambio que propicie las sinergias y fortalecimiento de capacidades de actores clave. De este modo, se aspira a aportar a la construcción de rutas de atención a la violencia de género ajustadas a las particularidades de cada territorio sensible a personas en movilidad. De la fase presencial, participaron los gobiernos locales de Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Jujuy, Mendoza, Misiones y Salta, en su nivel provincial y municipal. La mayoría de ellas forman parte de la iniciativa Ciudades Solidarias, una red de territorios que reciben con los brazos abiertos a las personas con necesidades de protección internacional.
Entre 60 personas participantes, se encontraban también representantes de las agencias socias de ACNUR en Argentina: la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), Abogados y Abogadas del Nordeste argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales (ANDHES), la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (CAREF), la Fundación Ecuménica de Cuyo(FEC) y Migrantes, Refugiados y Argentinos Emprendedores Sociales (Mirares). También lo hicieron representantes de otras organizaciones de la sociedad civil y procesos organizativos comunitarios liderados por población refugiada y migrante, así como áreas de género y orientadas a la atención de personas en movilidad de los gobiernos locales involucrados en la prestación de servicios mínimos a las sobrevivientes.
El curso combina lo teórico y lo práctico. Está enfocado en la sensibilización cruzada de las y los participantes, pero también en el acompañamiento para la construcción de rutas de atención a la violencia de género con una mirada territorial. Son tres bloques formativos: cuatro conferencias teóricas virtuales; el taller presencial de intercambio de experiencias y una plataforma virtual de formación, donde se colocarán los contenidos desarrollados para el curso y los participantes presentarán propuestas de trabajos finales. Se trata de propuestas de aplicación de los contenidos aprendidos al trabajo de su organización.
Porque, como escribe Requena:
Abran paso
Porque siempre habrá otra puerta
Otro pasillo
Otra materia en altos sueños
Tres cajones que llenar y muchas perchas
Otra casa sin planteos
Otras noches y sus días