ACNUR teme una creciente crisis de protección en Níger e insta a actuar rápidamente

GINEBRA - ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente preocupada por el rápido deterioro de las perspectivas humanitarias en Níger.

La actual crisis política, sin una solución clara a la vista, está generando incertidumbre y preocupación a medida que el país continúa sufriendo repetidos ataques por parte de grupos armados no estatales, especialmente cerca de las fronteras de Mali y Burkina Faso. La violencia y los ataques recientes han provocado más de 20.000 nuevos desplazamientos internos en el último mes. La situación ha aumentado los riesgos de protección para las personas refugiadas, los solicitantes de asilo y las comunidades de acogida.

Mientras tanto, las sanciones impuestas por la CEDEAO a Níger han entrado en vigor en una época del año – llamada “periodo de escasez”– que marca la transición entre las temporadas agrícolas y antes de que llegue por completo la temporada de lluvias. Los precios de los alimentos y las materias primas, que ya estaban subiendo antes de esta crisis, aumentaron después de que se introdujeran las sanciones y parece que seguirán aumentando a medida que el cierre de las fronteras con los países de la CEDEAO haga que los alimentos y otros productos básicos sean más escasos.

Estos factores, junto con un aumento esperado de la agitación por parte de grupos armados no estatales, así como las fuertes lluvias en curso, han empeorado las ya de por sí terribles perspectivas humanitarias para las poblaciones vulnerables, en particular los desplazados internos, los refugiados, los solicitantes de asilo y las comunidades de acogida. Níger alberga actualmente a más de 700.000 personas desplazadas por la fuerza: 350.000 refugiadas y solicitantes de asilo, y 350.000 desplazadas internas.

Las tensiones socioeconómicas, incluida la creciente inflación y la falta de recursos y servicios, se han visto agravadas por las recientes restricciones de movimiento, lo que supone una presión aún mayor para una población ya vulnerable.

El mayor coste de la vida y la inseguridad han aumentado los riesgos de protección, incluidos el matrimonio precoz, la violencia sexual, la trata y la explotación. En julio, ACNUR supervisó 255 incidentes de protección, incluidos secuestros, violencia de género y violencia doméstica. Estos ocurrieron en Tahoua, Maradi, Tillaberi y Diffa. Si bien estos datos están en línea con otros meses de 2023, los equipos de ACNUR han sido testigos de un fuerte aumento de incidentes de este tipo desde el 26 de julio. Entre el 26 y el 31 de julio, observamos un aumento del 50% en incidentes similares con respecto a las semanas anteriores de julio.

ACNUR tiene conocimiento de alrededor de 20.000 nuevos desplazamientos internos entre finales de julio y finales de agosto, principalmente en Tillaberi, pero también en Diffa. Además, continúan los movimientos de población alrededor de las fronteras del país, aunque en una escala modesta, con más de 2.500 personas buscando asilo en Níger en las dos primeras semanas de agosto, procedentes de Nigeria, Mali y Burkina Faso. No ha habido informes recientes de movimientos importantes de población desde Níger hacia los países vecinos.

El Sahel está experimentando una crisis compleja marcada por conflictos, tensiones intercomunitarias, crisis climática e inseguridad. Níger ha sido durante algún tiempo un centro para solicitantes de asilo y un cruce de flujos migratorios mixtos, que alberga a refugiados de países vecinos.

La crisis política, las incertidumbres relacionadas y un potencial aumento de la violencia entre comunidades han llevado al ACNUR a actualizar los planes de contingencia y ajustar su preparación en medio de una revisión de los planes de continuidad de la operación. Seguiremos ajustando nuestra presencia al nivel de riesgo estimado.

Desde que ACNUR estableció el Mecanismo de Tránsito de Emergencia (MTE) en 2017, Níger también ha ofrecido protección a más de 4.242 solicitantes de asilo y refugiados vulnerables evacuados de Libia. Actualmente, casi 600 refugiados se encuentran alojados en el asentamiento de Hamdallaye, cerca de Niamey, que está a plena capacidad, incluidas 100 personas que esperan su salida hacia terceros países, pero que están varadas por el cierre del espacio aéreo de Níger; y 275 que esperan una decisión de los países de reasentamiento o cuyos casos están siendo procesados.

Antes del golpe del 26 de julio, estaba previsto para el cuarto trimestre un vuelo de ETM desde Libia. ACNUR está esperando la aprobación de las autoridades para el traslado y seguirá monitoreando las condiciones para determinar la viabilidad de traer nuevos refugiados de ETM al país.

A pesar de los numerosos desafíos de las últimas semanas (incluida la movilidad del personal, la suspensión de vuelos de la ONU debido a la falta de combustible y la lentitud de las importaciones de ayuda), ACNUR y sus socios continúan operando en todo el país. Estamos comprometidos a quedarnos y ayudar a las poblaciones desplazadas por la fuerza y las comunidades de acogida, que se encuentran en extrema necesidad. Se continúan prestando servicios y ayuda vitales, incluidos alimentos, alojamiento, atención sanitaria, apoyo comunitario y educación.

Dadas las crecientes necesidades, ACNUR hace un llamamiento a todos los actores en la región y más allá para garantizar asistencia continua para salvar vidas en Níger. Actualmente, ACNUR ha recibido sólo el 39% de los 135,7 millones de dólares (USD) necesarios para sostener las actividades humanitarias este año. Se espera que las necesidades de financiación aumenten si la crisis se profundiza en los próximos meses.

Para más información, favor de contactar:

• En Niamey, Bettina Schulte, [email protected], +227 92294700 (whatsapp), +49 179 6889694
• En Dakar (regional), Alpha Seydi Ba, [email protected], +221 773 457 454
• En Ginebra, Matthew Saltmarsh, [email protected], +41 79 967 9936