Irak: ACNUR entrega asistencia a los desplazados que huyen de Faluya

ACNUR entrega hoy (viernes, 27 de mayo) ayuda humanitaria de emergencia a las familias que en los últimos días han conseguido escapar de la ciudad iraquí de Faluya, que continúa asediada.

Más de 800 personas han huido de Faluya, la mayoría desde las zonas periféricas, mientras que el Gobierno continúa la ofensiva militar para retomar el control de la ciudad, situada a unos 60 kilómetros al oeste de la capital, Bagdad. Faluya fue la primera ciudad tomada por los grupos extremistas en enero de 2014. Desde entonces, más de 3,2 millones de personas han sido desplazadas en Irak.

Más de 50.000 civiles continúan atrapados dentro de Faluya, con las fuerzas de extremistas impidiendo su huida mientras que la ciudad continúa bajo intensos bombardeos por parte del ejército iraquí. En diciembre, se cortaron las vías de escape de la ciudad impidiendo así la salida de civiles. Desde entonces, el desabastecimiento de alimentos ha provocado que las personas se vean obligadas a comer arroz y dátiles deshidratados caducados, habiéndose reportado ya varias muertes por inanición. Las familias se han visto obligadas a recurrir a fuentes de agua inseguras, como agua procedente de los desagües de canales de riego. En la zona no hay instalaciones sanitarias ni medicamentos disponibles, por lo que algunas familias habrían optado por utilizar la fitoterapia para continuar su tratamiento.

ACNUR junto con su socio Muslim Aid distribuirá asistencia de emergencia a las familias que han escapado de Faluya y que han buscado refugio en un campamento construido en Amirayat al-Faluya, en el distrito de Anbar. La agencia abrirá también dos nuevos campos en la ciudad turística de Habbaniyah, que permitirán albergar a 500 familias recientemente desplazadas.

No obstante, el número de familias que han escapado es muy reducido comparado con las decenas de miles de personas que aún están atrapadas en Faluya.

Las familias han narrado a ACNUR y a sus socios en materia de protección las desgarradoras historias de su huida, caminando durante horas en la noche, atravesando campos de cultivo y escondiéndose en tuberías de riego en desuso. Otros, han perdido la vida tratando de huir de la ciudad, entre ellos, mujeres y niños.

Dentro de Faluya, se ha reportado un aumento dramático del número ejecuciones de hombres y de niños que se habían negado a luchar en las filas de las fuerzas extremistas. Otros informes revelan que varias personas habrían sido ejecutadas o castigadas por tratar de huir y que a un hombre le habrían amputado una pierna.

Además, se ha informado de que muchas personas habrían sido asesinadas o enterradas viva bajo los escombros de sus casas en el curso de las operaciones militares que están teniendo lugar.

Es imprescindible que se reabran carreteras seguras que permitan a los civiles el acceso a protección y asistencia humanitaria.

ACNUR y sus socios ya han construido refugios adicionales y están preparados para asistir a las nuevas familias desplazadas. Asimismo, se distribuirá material humanitario de emergencia con productos de primera necesidad.

Antecedentes

El Primer Ministro iraquí, Haider al-Abadi, anunció el día 23 de mayo en televisión y en las redes sociales (Twitter) que el Gobierno había iniciado una operación militar para recuperar la ciudad de Faluya, en manos de fuerzas extremistas.

El día anterior al anuncio, el ejército iraquí advirtió a los civiles que debían prepararse para abandonar la ciudad antes de que comenzara la ofensiva. Las autoridades afirmaron que se establecerían corredores seguros para que los civiles pudieran escapar hacia los campamentos situados fuera de la cuidad. En la televisión estatal, las autoridades militares declararon que las familias que no pudieran huir habrían de mostrar una bandera blanca para no convertirse en objetivo. Se habilitó una línea telefónica (195) para que las familias dentro de la ciudad pudieran reportar incidentes y pedir ayuda.

Según las autoridades gubernamentales, se estima que actualmente hay 10.000 familias en la ciudad de Faluya, a unos 50 km al oeste de Bagdad. Esta fue la primera ciudad en caer en manos de fuerzas extremistas en 2014 y es uno de sus dos bastiones en Irak (siendo el otro la segunda ciudad más grande del país, Mosul).

Durante las últimas semanas, se han intensificado los enfrentamientos armados en las inmediaciones de Faluya y los ataques aéreos de la coalición a medida que las fuerzas de seguridad iraquíes avanzaron hacia la ciudad.

En diciembre, los grupos armados y las fuerzas iraquíes cortaron las rutas de abastecimiento a Faluya, impidiendo que los civiles abandonaran la ciudad e impidiendo también que la ayuda entrara. La población civil ha hecho frente a una severa escasez de comida y medicinas, falta de acceso a agua potable y a otros productos básicos, al tiempo que los precios han aumentado de forma dramática.

Respuesta humanitaria de ACNUR

A finales de marzo, el Gobierno iraquí informó a Naciones Unidas de que abriría corredores seguros que permitirían a los civiles abandonar la ciudad.

Para los residentes que han podido utilizar estas rutas, ACNUR ha establecido campamentos con capacidad para alojar hasta 1.000 familias en Habbaniyah, Khalidiyah y Ameriyat Al-Faluja.

Todas las agencias humanitarias han establecido planes de contingencia y están preparadas para proporcionar ayuda a la población, tanto para aquellos desplazados en los campos como para los que aún permanecen en la ciudad, siempre y cuando se ésta sea accesible y sea declarada segura.

ACNUR posee un stock de emergencia en Bagdad de 10.000 tiendas y 10.000 productos de asistencia básica, que pueden ser utilizados para asistir a las familias.