Las recientes oleadas de violencia sectaria en Irak amenazan con nuevos desplamientos
Las recientes oleadas de violencia sectaria en Irak amenazan con nuevos desplamientos
Los terribles bombardeos y otro tipo de ataques que se están produciendo en Irak amenazan con desencadenar nuevos desplazamientos internos de iraquíes
Desde el comienzo del año, los bombardeos y el incremento de la tensión sectaria han desplazado a unos 5.000 iraquíes, que huyen principalmente de Bagdad hacia las gobernaciones de Anbar y Salah Al Din, además de provocar desplazamientos en las gobernaciones de Diyala y Ninewa.
Los informes de las dos últimas semanas sugieren que hasta 160 familias de Basora y Thi Qar fueron desplazadas hacia Salah Al Din y Anbar y 57 familias de Bagdad llegaron a Babilonia. Un número más reducido de familias, también se vieron obligadas a salir de diversas gobernaciones en dirección a Kerbala, Nayaf y Wassit. Los desplazados hasta ahora son árabes suníes, kurdos, chiíes Shabak, turcomanos y árabes chiíes que están en una situación minoritaria.
ACNUR y sus socios han llevado a cabo numerosas evaluaciones de las necesidades de los nuevos desplazados y están solicitando al gobierno de Irak que sean registrados. En coordinación con el gobierno, ACNUR y sus socios se están ocupando de que se distribuyan alimentos y artículos de primera necesidad y de que se proporcione educación y una vivienda adecuada. También se están ocupando de que se entreguen documentos de identidad y residencia.
Este reciente desplazamiento se suma a más de 1,13 millones de personas desplazadas dentro de Irak que tuvieron que huir de sus hogares entre 2006 y 2008 debido a la violencia sectaria y que residían en su mayoría en las gobernaciones de Bagdad, Diyala y Nínive.
Unos 467.000 desplazados internamente, los repatriados y otros colectivos viven en más de 382 asentamientos en terrenos o edificios públicos, soportando duras condiciones de vida y con un acceso limitado a la electricidad, saneamiento adecuado, educación y con pocas oportunidades de empleo, a pesar de los esfuerzos de las gobernaciones y otras entidades. Muchos pueden estar en riesgo de desalojo forzoso. ACNUR, juncto con el grupo de trabajo para desplazados, han estado trabajando con el gobierno, en especial con el Ministerio de Desplazamiento y Migración, en un plan integral para poner fin a los desplazamientos. Este plan incluye el desarrollo de las políticas de integración, así como los medios de vida, las oportunidades de empleo y los programas de vivienda.
Mientras tanto, tras el ataque al Campo Nuevo de Irak el 1 de septiembre, en el que más de 50 residentes murieron, ACNUR sigue profundamente preocupado por la seguridad de siete antiguos residentes del lugar que permanecen en paradero desconocido. Según los informes que llegan de ACNUR, las personas presuntamente desaparecidas se encuentran recluidas en algún lugar de Irak, y pueden estar en riesgo de ser devueltos contra su voluntad a Irán, lo cual sería una violación grave del derecho internacional. ACNUR tiene constancia de que estas siete personas son solicitantes de asilo y por ello quiere tener la oportunidad de entrevistarlos.
A la luz de la abundante y continua información que llegó la semana pasada de que éstas personas podrían estar en riesgo de retorno forzado a Irán, ACNUR hace un llamamiento al Gobierno de Irak para localizarlos, garantizar su seguridad física y no retornarlos a Irán contra su voluntad. ACNUR insta al Gobierno a garantizar la protección de los residentes de Hurriya, una ubicación de tránsito temporal, y pide a la comunidad internacional que busque soluciones fuera de Irak con carácter de urgencia.