Miles de personas huyen de los combates en el noreste de Siria
Miles de personas huyen de los combates en el noreste de Siria
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente preocupado por los informes sobre el aumento de víctimas civiles, entre ellas muchas mujeres y niños, y el desplazamiento de civiles a gran escala a causa de los nuevos combates registrados en el enclave de Hajin, en la provincia de Deir-ez-Zor, en el este de Siria. En los últimos seis meses, los enfrentamientos y los ataques aéreos en el sureste de la provincia forzaron a unas 25.000 personas a huir.
Además de las mujeres y los niños, muchas personas mayores también están en riesgo.
Se calcula que 2.000 personas se encontrarían en la zona afectada por los combates en Hajin. Aquellos que han logrado huir de la zona cuentan que las condiciones son cada vez más desesperadas, con una desaparición progresiva de los servicios y con los precios de los alimentos básicos extremadamente altos. ACNUR también está preocupado por los civiles que continúan atrapados en áreas controladas por ISIS.
Las familias desplazadas que llegan al campamento de Al Hol, en el noreste de Siria, han relatado al personal de ACNUR que los civiles que intentan huir tienen que hacer frente a dificultades y obstáculos para salir de la zona de conflicto. ACNUR hace un llamamiento a todas las partes, así como a quienes pueden ejercer su influencia sobre dichas partes, para garanticen la libertad de movimiento y el paso seguro.
La mayoría de las personas recientemente desplazadas han buscado albergue en el campamento de Al Hol, en el noreste de Siria, a donde a lo largo de las últimas cinco semanas han llegado más de 8.500 personas. Algunos de los desplazados también se alojan en el asentamiento informal de Abu Khashab o están siendo acogidos por las comunidades locales. Muchos están agotados tras haber huido a pie y su sufrimiento es evidente. Algunos han pasado al menos cuatro noches en el desierto, durmiendo al raso bajo lluvia intensa y en medio del frío invernal, sin apenas pertenencias, alimentos o agua. El peligroso y difícil éxodo, unido a las condiciones dentro del enclave, se ha cobrado la muerte de seis bebés, todos ellos de menos de un año. Trágicamente, la mayoría han muerto después de llegar a Al Hol, al encontrase demasiado débiles para lograr sobrevivir.
Los equipos de emergencia sanitaria en Al Hol están realizando exámenes de salud y derivaciones inmediatas sobre el terreno, siendo prioritaria la atención a las personas con heridas, amputaciones de extremidades, lesiones y casos de congelación. Asimismo, son motivo de preocupación las infecciones respiratorias agudas, los resfriados y gripes. La gente llega en un estado de confusión, agotada y angustiada, entre otros motivos por haber tenido que dejar atrás a sus familiares.
ACNUR y sus socios están sobre el terreno día tras día para identificar necesidades y brindar asistencia en materia de protección, especialmente a los niños y niñas no acompañados o separados y a las personas que requieren asistencia médica. Los equipos de ACNUR distribuyen a todos los recién llegados tiendas de campaña, artículos de primera necesidad y asistencia para el invierno. ACNUR también está preparando nuevas parcelas donde poder establecer las tiendas y ampliando las instalaciones comunitarias en el campamento de Al Hol para así poder hacer frente al previsible aumento de llegadas desde Hajin.
ACNUR reitera sus llamamientos para que se garantice el acceso humanitario sin trabas a fin de distribuir asistencia humanitaria que permita salvar vidas durante este duro período invernal.
En la provincia de Hasaka, el asentamiento improvisado de Al-Areesha, que acoge a más de 9.600 personas desplazadas, se ha visto afectado por la rápida subida del nivel del embalse cercano y más de dos tercios del campamento se encuentran cubiertos por el agua. Los residentes están siendo trasladados a áreas más elevadas del campamento. Los trabajadores humanitarios y voluntarios ya han reubicado más de 1.200 tiendas de campaña en terrenos más elevados y seguros, y se ha hecho acopio de grandes tiendas comunitarias por si el nivel de las aguas siguiera aumentando y fuera necesario trasladar a más familias. En este sentido, las familias han manifestado su frustración, ya que muchas de ellas han tenido que mudarse en más de una ocasión durante el último mes a medida que el nivel del agua ha ido subiendo.
ACNUR y otros actores humanitarios están preparando el terreno en otros campamentos con vistas a una potencial reubicación en condiciones de seguridad, en el caso de que las familias decidieran mudarse.
Mientras tanto, en el Líbano, la tormenta Norma ha causado estragos entre las comunidades libanesas y de refugiados esta semana. Varios días de fuertes vientos, intensas lluvias y nieve han provocado inundaciones y daños en ciudades y pueblos de todo el Líbano, que acoge a casi un millón de refugiados sirios. Más de 360 asentamientos que dan albergue a 11.300 refugiados se han visto afectados en todo el país.
En Minieh, en el norte del Líbano, la tormenta se cobró la vida de Fátima, una niña siria refugiada de ocho años que fue arrastrada por las inundaciones. ACNUR está prestando apoyo a sus padres, hermanas y hermanos en estos momentos tan difíciles. La mayor parte de la destrucción fue causada por las fuertes lluvias e inundaciones en los asentamientos informales. Solo en el Valle de la Becá, al menos 600 refugiados sirios han tenido que ser trasladados a causa de las inundaciones o graves daños a sus viviendas.
En todo el Líbano, ACNUR está ofreciendo apoyando a 166.000 familias vulnerables en el marco de su programa de asistencia de invierno con el fin de ayudarles a mantenerse protegidos frente al frío y la humedad. El apoyo incluye lonas plásticas y de madera para que puedan reforzar sus refugios frente a los elementos, así como una asistencia mensual en efectivo de 75 dólares por familia durante cinco meses de invierno, para ayudar a las familias a cubrir gastos adicionales que puedan surgirles durante los meses más fríos, como por ejemplo de combustible la para calefacción, medicamentos y ropa.
Este invierno, ACNUR tiene como objetivo proporcionar asistencia para el invierno a 3,5 millones de desplazados internos y desplazados sirios e iraquíes vulnerables y refugiados en Siria, el Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Más de dos millones de desplazados y refugiados sirios e iraquíes se han beneficiado de una ayuda para poder equiparse frente al invierno.
La estrategia de preparación para el invierno de ACNUR incluye la provisión de asistencia económica en efectivo estacional para las familias vulnerables y la provisión de materiales de primera necesidad específicos para la temporada de frío, así como la preparación de las viviendas frente al invierno mediante la impermeabilización y reparación, y mejoras en los sistemas de drenaje y otras infraestructuras en campamentos y asentamientos informales.
El presupuesto total para el Plan regional de preparación para el invierno se eleva a 180 millones de dólares y abarca el período comprendido entre septiembre de 2018 y marzo de 2019.
Para mayor información sobre el tema, por favor contacte:
- En Siria, Mysa Khalaf, [email protected], +963 9933 57860
- En Beirut, Lisa Abou Khaled, [email protected], +961 71 880 070
- En Ammán, Rula Amin, [email protected], +962 (0)790 04 58 49
- En Ginebra, Andrej Mahecic, [email protected], +41 79 642 97 09