Se requieren $876 millones de dólares para las personas rohingyas refugiadas, que están atrapadas en "una niebla de incertidumbre", y para las comunidades que les han dado acogida en Bangladesh
Se requieren $876 millones de dólares para las personas rohingyas refugiadas, que están atrapadas en "una niebla de incertidumbre", y para las comunidades que les han dado acogida en Bangladesh
GINEBRA – Dado que la dura situación en Bangladesh se aproxima a su sexto año, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y sus socios instan a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para que no mengüen el apoyo financiero ni las soluciones en favor de las personas rohingyas refugiadas y las comunidades bengalíes que les han dado acogida.
Con el liderazgo de las autoridades de Bangladesh, el Plan de respuesta conjunta a la crisis humanitaria rohingya de 2023 requiere $876 millones de dólares para asistir a 1,47 millones de personas. En el plan han convergido 116 socios; casi la mitad de ellos son organizaciones de Bangladesh.
La intención de este plan, que fue publicado el día de hoy, es ayudar no solo a alrededor de 978.000 personas rohingyas refugiadas en Cox’s Bazar y en la isla de Bhasan Char, sino también a 495.000 bengalíes en comunidades vecinas, brindándoles albergue, atención médica, acceso a agua potable, servicios de protección, educación, formación y medios de vida.
Día con día, las personas rohingyas que han llegado a Bangladesh tras huir de la violencia y de las persecuciones en Myanmar – y que suman casi un millón – despiertan envueltas por una niebla de incertidumbre que amenaza su futuro. Todas ellas están ansiosas por volver a casa en Myanmar, un sueño que de momento parece inalcanzable. Mientras tanto, viven en condiciones de peligro y hacinamiento en campamentos de refugiados, y su supervivencia depende casi por completo de la asistencia humanitaria.
Dado que la situación se ha prolongado, las necesidades de estas personas son apremiantes. Mujeres, niñas y niños comprenden más del 75% de la población refugiada, y corren mayor riesgo de sufrir abuso, explotación y violencia de género. Más de la mitad de las personas refugiadas en los campamentos tienen menos de 18 años, y sus vidas están en pausa.
Desde que estalló esta crisis humanitaria en 2017, el Gobierno de Bangladesh, las comunidades locales y las agencias de ayuda han respondido rápidamente a la estrepitosa llegada de refugiados al que sigue siendo el campamento de mayor tamaño en el mundo. Sin embargo, considerando que el desplazamiento se mantiene al alza, se corre el riesgo de que caigan en el olvido las necesidades de los refugiados rohingyas y de las comunidades que les han dado acogida.
Con la reducción de fondos, estas personas enfrentan aún más desafíos cada día en lo que hace a la alimentación, el albergue, el saneamiento y los medios de vida.
Debido a la escasez de fondos, el Programa Mundial de Alimentos no ha tenido más opción que suspender la ayuda que había estado brindando a las personas rohingyas que viven en campamentos. En consecuencia, a pesar de los esfuerzos coordinados del sector humanitario, el 45% de las familias rohingyas no llevan una dieta sana, de manera que la desnutrición se ha propagado. Es muy probable que con este recorte aumenten los índices de desnutrición, lo cual se traducirá en un deterioro de la salud y un aumento de abandonos escolares y de casos de matrimonio infantil, explotación infantil y violencia de género.
Por tanto, resulta esencial garantizar que se cuente siempre con fondos y apoyo para brindar asistencia vital a la población de los campamentos, y que se invierta en educación, capacitación y medios de vida, lo cual permitirá que las personas refugiadas satisfagan parcialmente sus necesidades básicas por sus propios medios. La reubicación de alrededor de 30.000 personas rohingyas a la isla de Bhasan Char debe complementarse con una inversión significativa en iniciativas comunitarias de medios de vida, un requisito del que dependen la viabilidad y sostenibilidad del proyecto.
Con el deterioro de las condiciones en los campamentos, combinado con un desplazamiento prolongado, ha aumentado el número de personas refugiadas que emprenden peligrosas travesías en busca de un mejor futuro. Tan solo el año pasado, más de 3.500 rohingyas trataron de atravesar el Mar de Andamán y el Golfo de Bengala; por desgracia, el 10% desapareció o perdió la vida.
La solución a la crisis rohingya yace en Myanmar. Muchas personas rohingyas refugiadas aseveran que desean volver a casa cuando las condiciones lo permitan; sin embargo, no hay atisbo alguno de un retorno seguro, en condiciones dignas y sostenibles, en el futuro cercano. Por tanto, no deja de ser crucial el apoyo incondicional de la comunidad internacional para que en Myanmar se den las condiciones que garanticen el derecho al retorno y que lo hagan posible, al tiempo que se garanticen los derechos y se brinde asistencia vital y protección eficaz hasta que las personas refugiadas puedan retornar.
Dadas las condiciones geográficas y meteorológicas, los ciclones y las fuertes lluvias monzónicas que se dan cada año suponen un riesgo sustancial tanto para las personas refugiadas en los campamentos como para las comunidades de acogida. En coordinación con el Gobierno de Bangladesh, algunos objetivos del Plan de respuesta conjunta consisten en fortalecer la gestión de riesgos de desastre, así como combatir los efectos del cambio climático mediante la reforestación y el uso de fuentes de energía limpia y renovable. Aunado a esto, el suministro de gas para cocinar, que ha reducido la presión sobre el medio ambiente, requiere de una gran cantidad de fondos.
Material audiovisual: https://media.unhcr.org/Share/372v31o3e0y4nb04x2216gsjy86x2y3d
Fotografías: https://media.unhcr.org/Share/q5xv8lsd31c2u7f08pwifguln084lk43
Para obtener más información con respecto a este tema, favor de contactar a:
- En Bangladesh, Regina de la Portilla, [email protected], +88 01847 327 279
- En Bangkok, Babar Baloch, [email protected], +66 80 086 5611
- En Ginebra, Matthew Saltmarsh, [email protected], +41 79 967 99 36