Sudán atraviesa una crisis humanitaria inimaginable
Sudán atraviesa una crisis humanitaria inimaginable
GINEBRA – La guerra que estalló sin previo aviso convirtió hogares sudaneses antes pacíficos en cementerios. Ahora, los combates crecen en alcance y brutalidad, afectando a la población de Sudán, y el mundo guarda un escandaloso silencio, a pesar de que las violaciones del derecho internacional humanitario persisten con impunidad. Es vergonzoso que las atrocidades cometidas hace 20 años en Darfur puedan volver a repetirse hoy con tan poca atención. Como consecuencia, casi seis millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares; más de un millón han huido a países vecinos, a menudo frágiles, y algunos de ellos ya se han ido.
Lejos de los ojos del mundo y de los titulares de las noticias, el conflicto en Sudán sigue causando estragos. En todo el país se está produciendo una crisis humanitaria inimaginable, ya que cada vez más personas se ven forzadas a desplazarse por los incesantes combates.
En Sudán, 4,5 millones de personas son desplazadas internas desde abril, cuando comenzó la guerra, mientras que 1,2 millones han huido a países vecinos como Chad, Egipto, Sudán del Sur, Etiopía y la República Centroafricana (RCA). La inmensa mayoría de las personas refugiadas (en algunos casos, como en la RCA, casi el 90 por ciento) son mujeres, niñas y niños.
Los recientes combates en la región de Darfur han provocado aún más desplazamientos, con miles de personas luchando por encontrar alojamiento y muchas durmiendo bajo los árboles junto a las carreteras. Nos preocupa mucho que no tengan acceso a alimentos, alojamiento, agua potable y otros artículos de primera necesidad.
La semana pasada visité el estado sudanés del Nilo Blanco, donde se calcula que viven más de 433.000 personas desplazadas internas. Además, antes del conflicto, el estado del Nilo Blanco acogía a casi 300.000 refugiados, en su mayoría sursudaneses, en 10 campamentos de refugiados.
El aumento del número de desplazados ha desbordado los servicios esenciales de los campamentos. Como en el resto de Sudán, las escuelas llevan 7 meses cerradas, ya que las personas desplazadas encuentran alojamiento temporal en las aulas. La educación y las perspectivas de futuro de millones de niñas y niños sudaneses están en peligro. Y la situación de salud es desastrosa. Más de 1.200 niñas y niños menores de 5 años han muerto en el estado del Nilo Blanco solo entre mediados de mayo y mediados de septiembre, debido a un brote de sarampión combinado con altos niveles de desnutrición. Al menos cuatro niños siguen muriendo cada semana en el estado del Nilo Blanco, ya que faltan medicamentos esenciales, personal y suministros.
Mientras tanto, el éxodo de refugiados sudaneses a los países vecinos está aumentando drásticamente. En Chad llegan aproximadamente 700 personas al día. La semana pasada estuve en Renk, en Sudán del Sur, cerca de la frontera con Sudán. En los últimos días, Renk ha experimentado un fuerte aumento de llegadas de personas refugiadas. En la semana que estuve ahí, más de 20.000 personas cruzaron la frontera desde Sudán. Algunas de ellas eran sursudanesas que regresaban a su país, pero la mayoría, alrededor del 70 por ciento, eran originarias de Sudán.
El centro de tránsito de Renk, construido para 3.000 personas, acoge ahora a unas 20.000, la mayoría refugiadas sudanesas. Hay personas por todas partes, y la situación es cada vez peor. La situación de agua y saneamiento es propicia para un brote de cólera. Llevo 30 años trabajando en esto y probablemente sea una de las peores situaciones que he visto.
Las cifras son asombrosas. Oficialmente, más de 362.000 personas han cruzado a Sudán del Sur desde el inicio del conflicto en Sudán. Las agencias de ayuda, como ACNUR y otras, están haciendo todo lo posible por ayudar, pero estamos desbordados. Nuestro personal trabaja día y noche, pero nuestra capacidad no es suficiente para seguir el ritmo de las necesidades. Necesitamos urgentemente financiación para la respuesta.
Ha habido relatos estremecedores de violaciones y violencia sexual generalizadas. La ONU pide el fin inmediato de toda violencia de género, incluida la violencia sexual como táctica de guerra para aterrorizar a la población. Debe haber rendición de cuentas por estos crímenes, así como apoyo médico y psicosocial para las personas supervivientes. Las partes deben poner en marcha mecanismos para evitar que se repita este tipo de violencia.
El Plan Regional de Respuesta a Refugiados para las necesidades humanitarias en todos los países vecinos que están recibiendo refugiados sudaneses solo está financiado en la actualidad en un 39 por ciento. Hacemos un llamamiento de 1.000 millones de dólares (USD) para 64 socios en cinco países. Otro llamamiento para las necesidades humanitarias dentro de Sudán solo cuenta con un tercio de los fondos. Este llamamiento pretende llegar a 18,1 millones de personas y requiere 2.600 millones de dólares (USD).
Ambos llamamientos son vitales. A menos que proporcionemos asistencia humanitaria urgente a la población civil dentro de Sudán, ésta seguirá desplazándose a países vecinos como Sudán del Sur y Chad, que están luchando por responder a la creciente crisis humanitaria. Y si no podemos ayudar a esos países a satisfacer las necesidades más básicas de la población refugiada, ésta tratará de encontrar un camino hacia la seguridad y un futuro mejor para sí misma y sus familias, aunque eso signifique arriesgar sus vidas poniéndose en manos de contrabandistas y emprendiendo largos y peligrosos viajes de regreso.
Acojo con satisfacción la reanudación de las conversaciones de Yeda, y espero que ayuden al menos a alcanzar pronto un alto el fuego.
Para más información sobre este tema, favor de contactar:
- En Sudán: Assadullah Nasrullah, [email protected], +249 912 178 991
- En Sudán del Sur: Charlotte Hallqvist, [email protected], +211 925 580 098
- En Nairobi: Faith Kasina, [email protected], +254 113 427 094
- En Ginebra: William Spindler, [email protected], +41 79 549 5998