Agua y comida escasean mientras aumentan las llegadas de refugiados en Sudán del Sur
Agua y comida escasean mientras aumentan las llegadas de refugiados en Sudán del Sur
MABAN, Sudán del Sur, 1 de junio (ACNUR) – La agencia de la ONU para los Refugiados y sus socios en el este de Sudán del Sur están acelerando las operaciones para movilizar miles de refugiados sudaneses desde las fronteras hacia el interior del país, mientras se incrementa la escasez de agua.
Los líderes comunitarios informaron a ACNUR que alrededor de 20.000 refugiados huyeron del conflicto y de la escasez de alimentos del estado del Nilo Azul de Sudán y confluyeron en el área fronteriza de Elfoj, estado de Alto Nilo de Sudán del Sur. Otros 40.000 refugiados podrían encontrarse en camino hacia este sitio.
Dungaz Tatalla, 56, y su familia caminaron por 27 días desde su pueblo en Gabanid, en Nilo Azul. Su madre, de 73 años, tiene los pies hinchados y no ha tenido una comida decente en días.
"Los bombardeos en nuestro pueblo nos llevaron a dejar Gabanid", afirmó Tatalla, guiando al burro que trasladó a su exhausta madre a un lugar más seguro. "Incendiaron nuestras casas, dispararon a la gente. No había motivo para quedarse, especialmente porque todo el pueblo estaba huyendo".
Los combates entre el ejército de Sudán y el Ejercito de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte en el estado de Nilo Azul han impedido a la gente tener acceso a los cultivos y a los alimentos.
"Hemos estando comiendo fruta del árbol de lalob y cocinando las hojas. Comer esto con el estómago vacío no es bueno, pero no tenemos opción", aseveró Tatalla. Según la gente del lugar, la fruta de sabor agrio del árbol de lalob puede utilizarse para tratar la malaria y la tifoidea. "Huimos a causa de las bombas, pero ahora estamos hambrientos. Lo que necesitamos es comida".
Algunos refugiados llegan en muy malas condiciones de salud y son ingresados en hospitales. ACNUR está acelerando la reubicación de los refugiados que se encuentran en la inestable frontera antes de que las lluvias estacionales llenen las rutas de lodo y las tornen intransitables.
"Estamos haciendo todo lo posible para disponer de más camiones y autobuses que trasladen a los refugiados que llegan a la frontera a sitios más seguros y para asegurarnos de que se brinden los requisitos básicos de asistencia como agua, alimentos, y atención médica en los puntos de entrada", afirmó Fred Cussigh, Jefe de la Oficina de ACNUR en Maban, estado de Alto Nilo.
Muchos de los recién llegados fueron reubicados en Rum, un centro de tránsito a 30 kilómetros de Elfoj. En este centro, ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos distribuyeron raciones de emergencia para diez días a 20.000 refugiados. El agua se transporta a medida que se necesita para complementar el sistema de tratamiento de aguas de Médicos Sin Fronteras (MSF). MSF también está organizando en forma diaria una clínica móvil en Rum. Los refugiados que necesitan cuidados médicos son trasladados a la clínica en el campamento de refugiados de Jamam.
Desde el 19 de mayo, miles de refugiados han sido reubicados en el nuevo campamento de ACNUR, Yusuf Batil. Se traslada alrededor de mil por viaje, tres veces a la semana, dependiendo de la capacidad de servicios como agua y cobijo en el campamento. Las primeras lluvias y el barro en las rutas están demorando el traslado. Algunos grupos se están desplazando por sus propios medios desde la frontera para unirse a sus comunidades en los campamentos de Doro y Jamam.
La afluencia actual de refugiados representa una enorme presión para los recursos limitados de esta zona remota de Sudán del Sur. Con más de 37.000 refugiados en el área, "Doro ya no tiene más lugar disponible y cualquier intento de aumentar el número de refugiados tendría consecuencias negativas en la salud, higiene y relaciones interculturales del asentamiento", aseveró Cussigh, de ACNUR.
El campamento de Jamam aún enfrenta la escasez de agua a pesar de los esfuerzos por taladrar más profundo en la tierra. ACNUR está en proceso de reubicar 15.000 refugiados desde Jamam a Doro y Yusuf Batil para aliviar la congestión y la presión por los limitados suministros de agua en Jamam.
Entre los refugiados trasladados a Yusuf Batil está Som Komdan, de 80 años, quien mientras huía estuvo a punto de morir a causa de la diarrea que contrajo al beber agua contaminada y a causa de los tobillos hinchados luego de viajar a pie durante días. "Estoy agradecido con ACNUR y mi hijo, quien me forzó a continuar este viaje hacia un sitio más seguro", afirmó con una sonrisa sin dientes y rodeado de sus únicas pertenencias, tres grandes bolsas de sorgo.
Al igual que los recién llegados al nuevo campamento, el anciano recibió raciones de alimento y suministros de emergencia como colchonetas, baldes y bidones. Riendo con algo de picardía, agregó: "Ahora que me han dado un lugar para dormir en paz, quizá ACNUR pueda conseguir una dentadura postiza con la cual este anciano pueda disfrutar las comidas."
Más de 138.000 refugiados sudaneses han buscado refugio en Sudán del Sur luego de abandonar los estados del Nilo Azul y Kordofán del Sur desde junio del año pasado.
Por Pumla Rulashe, Maban, Sudán del Sur
Gracias a la voluntaria de UNV Online Mariana Mazer por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.