ACNUR refuerza su presencia en el complejo de campamentos de Dadaab

Como parte de los esfuerzos de ACNUR por asegurar la continuidad de los servicios de ayuda para más de 460.000 refugiados en el complejo de campos de Dadaab, al noroeste de Kenia, la Agencia de la ONU para los Refugiados abrió ayer (24 de mayo) una nueva oficina en esta zona del país.

Dadaab es el mayor asentamiento de refugiados del mundo y se extiende sobre una superficie de más de 50 kilómetros cuadrados.

La nueva oficina, inaugurada con la presencia de las autoridades kenianas, se denomina Alinjugur y está ubicada en el distrito de Fafi, a unos 80 kilómetros de la frontera con Somalia y a 20 kilómetros del principal recinto de Dadaab. Ayer Alinjugur acogió al personal de ACNUR y otras agencias y ONGs. Los equipos ubicados en esta oficina cubrirán los asentamientos de Hagadera y Kambioos, que acogen a unos 150.000 refugiados somalíes.

La oficina de Alinjugur permitirá a ACNUR estar más cerca de las comunidades de refugiados y de esta forma ofrecerles mejores servicios tanto a los refugiados como a las comunidades de acogida. Su apertura es el resultado de las conversaciones y la cooperación con las autoridades de Kenia para descongestionar los campos y aumentar la presencia en el campo de ACNUR y otras organizaciones humanitarias. Además, ACNUR está trabajando estrechamente con la comunidad de acogida para ayudar a generar una convivencia positiva con los refugiados.

ACNUR confía en que este nuevo avance permita ampliar el espacio humanitario y facilite las operaciones.

La seguridad ha sido uno de los grandes retos en Dadaab en los últimos seis meses y ha obligado a restringir las operaciones de campo. La situación sigue siendo compleja y tensa ya que la amenaza de secuestros, ataques a coches, los artefactos explosivos improvisados y el bandidaje siguen siendo altos.

Dadaab ha ofrecido protección, cobijo y asistencia humanitaria a refugiados somalíes durante dos décadas a menudo bajo circunstancias difíciles. La superpoblación crónica, el riesgo de enfermedades y las inundaciones por lluvias de temporada son algunos de los retos.