50.000 personas desplazadas en el oeste de Níger en 2018
50.000 personas desplazadas en el oeste de Níger en 2018
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, muestra su creciente preocupación por la violencia continuada en las zonas fronterizas de Níger con Mali y Burkina Faso, que este año ha forzado a 52.000 nigerinos a huir de sus hogares.
Los ataques e incursiones transfronterizas por grupos paramilitares en las regiones fronterizas de Níger como Tillaberi y Tahoua han forzado a huir a muchas personas hacia pueblos y ciudades cercanas en busca de seguridad.
Las personas desplazadas [forzosamente] afirman huir de una violencia terrible: se habla de grupos armados que están atacando pueblos, matando y secuestrando a civiles -incluidos líderes comunitarios-, quemando escuelas y saqueando casas, negocios y ganado.
Aunque el gobierno declaró el estado de emergencia –aún en vigor- en las regiones fronterizas de Tahoua y Tillaberi y las fuerzas del G5 del Sahel continúan sus operaciones militares a gran escala, la violencia y la inseguridad dificultan las labores de ayuda humanitaria.
Desde comienzos de octubre, el gobierno y la comunidad humanitaria han intentado asegurar determinadas zonas para garantizar la distribución de ayuda, pero las continuas amenazas a la seguridad impiden que los trabajadores humanitarios lleguen a todo aquel que lo necesita.
La situación es extremadamente volátil y alarmante. Además de causar nuevos desplazamientos [forzados], la violencia también está afectando a los 53.000 refugiados malienses que viven en las regiones de Tillaberi y Tahoua. Algunos declararon al personal de ACNUR que están considerando huir hacia el norte, hacia otros países.
ACNUR lidera una respuesta inter-agencial para proteger a aquellos que se ven forzados a huir, incluyendo un monitoreo sobre protección que permite a los actores humanitarios ofrecer asistencia inmediata a aquellas personas identificadas como en situación especialmente vulnerable.
ACNUR trabaja asimismo con ONG locales y una amplia red comunitaria de coordinadores de programas comunitarios de protección a lo largo del país que aportan información actualizada sobre las necesidades de los nigerinos desplazados [forzosamente]. Desde enero, se han reportado más de 375 incidentes a través de este mecanismo, a los que ACNUR y sus socios han dado seguimiento con acciones tangibles de protección.
“A pesar de tener que lidiar con la violencia y la inseguridad en sus fronteras, Níger continúa siendo un generoso país de acogida y es ya la primera nación africana en incorporar la Convención de Kampala, la Convención para la Protección y Asistencia a Personas Desplazadas Internamente de la Unión Africana, a su legislación nacional a través de una legislación aprobada a principios de mes,” dijo Alessandra Morelli, Representante del ACNUR en Níger.
Actualmente hay más de 156.000 personas desplazadas internamente en Níger, que se han visto forzadas a huir principalmente de las regiones occidentales fronterizas con Mali y Burkina Faso (33 por ciento) y en Difa, al sureste, cerca de Nigeria (67 por ciento). Además hay también más de 175.000 refugiados en el país que proceden principalmente de Nigeria (67 por ciento) y Mali (32 por ciento).
A pesar del aumento de desplazamientos y necesidades humanitarias, el apoyo a la respuesta humanitaria de ACNUR en Níger ha sido limitado.
ACNUR ha recibido poco más de la mitad de su llamamiento para cubrir las necesidades de las personas desplazadas internamente incluyendo también a los refugiados nigerianos y malienses acogidos en Níger. Este año tan solo se ha recibido el 58 por ciento (54 millones de dólares) de los requerimientos de la respuesta humanitaria de ACNUR en Níger.
Además de hacer un llamamiento para recibir más apoyo, ACNUR también insta a la comunidad internacional a atajar las causas fundamentales del desplazamiento en Níger y el resto de la región, y en trabajar hacia la paz. ACNUR también reitera que la protección de civiles debe ser central en todas las intervenciones militares internacionales.