ACNUR insta a los Estados a no retornar a los refugiados al este de la RDC
ACNUR insta a los Estados a no retornar a los refugiados al este de la RDC
La escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo (RDC) desde el 15 de noviembre refuerza la recomendación que hizo ACNUR la semana pasada, en la que instaba a los gobiernos a no llevar a cabo repatriaciones forzosas a Kivu Norte y Kivu Sur a menos que se registre una mejora significativa en la situación de seguridad y de los derechos humanos.
La recomendación de la Agencia de la ONU para los Refugiados se refiere también a las regiones vecinas a las provincias de los Kivus, especialmente la provincia de Katanga, que se está viendo afectada por la expansión y los efectos del conflicto armado.
ACNUR considera que las personas que huyen del conflicto en los Kivus y en las regiones vecinas afectadas podrían necesitar la protección internacional que se otorga a los refugiados. El Alto Comisionado también pide cautela y alerta de los riesgos en cuanto a los retornos a otras zonas más seguras de la República Democrática del Congo, a menos que los repatriados tengan familiares cercanos u otro tipo de vínculos personales. Durante los últimos meses, los combates en la región de los Kivus han sido particularmente intensos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes del movimiento M23 en Kivu Norte, así como entre las fuerzas gubernamentales y otros grupos armados (Raia Mutomboki, Mai Mai Nyatura) en Kivu Sur.
En estos momentos, ACNUR está especialmente preocupado por la situación en torno a Goma, donde se han producido nuevos desplazamientos de población significativos en los últimos días. El avance de los rebeldes del M23 ha llevado a muchas personas a huir hacia Goma y Ruanda, dejando uno de los campos de desplazados internos más grandes de Kanyaruchinya prácticamente despoblado, cuando anteriormente acogía a unas 60.000 personas.
En los alrededores de Goma, las mujeres y los niños se estarían dirigiendo hacia el campo de Mugunga 3 y otros asentamientos espontáneos. Numerosos programas de ayuda humanitaria han tenido que ser suspendidos a causa de la situación de seguridad.
Desde principios de este año, el recrudecimiento del conflicto en estas dos regiones ha exacerbado una situación humanitaria ya de por sí grave y ha desplazado a unas 650.000 personas. Entre ellas se incluyen 250.000 nuevos desplazados en Kivu Norte y otros 339.000 en Kivu Sur desde el mes de abril. En este mismo período, más de 40.000 civiles han huido a Uganda y 15.000 a Ruanda, mientras que Burundi recibe desde agosto la llegada cada mes des 1.000 nuevos refugiados congoleños.
Durante casi 17 años, el este de la República Democrática del Congo ha sufrido el azote de la violencia generalizada y de las violaciones masivas de los derechos humanos perpetradas por las diferentes partes implicadas en el conflicto, entre las que se incluyen violaciones colectivas, asesinatos y saqueos realizados durante los ataques y contraataques en las aldeas. Atrapados entre los grupos rivales, los civiles se convierten a menudo en el objetivo y padecen los abusos cometidos por los combatientes por su supuesta lealtad hacia el enemigo.
En este sentido, las recomendaciones de ACNUR establecen que se debe considerar la exclusión del estatuto de refugiado para las personas que hayan cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Actualmente, unos 463.000 refugiados de la República Democrática del Congo se encuentran en los países vecinos, principalmente en Uganda, República del Congo, Ruanda y Tanzania.