ACNUR trabaja para evitar la propagación de hepatitis E en los campos en Sudán del Sur
ACNUR trabaja para evitar la propagación de hepatitis E en los campos en Sudán del Sur
ACNUR está trabajando con el Ministerio de Sanidad de Sudán del Sur, la Organización Mundial de la Salud y otros socios para controlar un brote de hepatitis E, que se ha cobrado ya la vida de 16 refugiados en tres campos del condado de Maban, en el estado de Alto Nilo. Hay otros 23 casos confirmados de hepatitis E en esos campos.
Médicos sin Fronteras – Holanda comenzó a finales de julio el seguimiento de los pacientes del campo de refugiados de Jamam que presentaban el síndrome de ictericia aguda. La ictericia puede ser un síntoma de hepatitis E, un virus que daña el hígado y que se transmite mediante el consumo de alimentos o agua contaminada con heces.
De las 16 muertes, 13 se han producido en el campo de Jamam, donde viven unos 20.000 refugiados y donde ya se han registrado 255 casos de síndrome de ictericia aguda. Dos personas murieron en Yusuf Batil, que acoge a 37.000 refugiados y donde 77 de ellos también padecen ictericia aguda. La otra muerte tuvo lugar en el campo de Gendrassa, donde están alojados 10.000 refugiados. En este campo 52 personas han sido diagnosticadas con síndrome de ictericia aguda. En un cuarto campo, en Doro, donde viven 43.000 refugiados sólo hemos diagnosticado un caso y no se ha producido ninguna muerte. El refugiado afectado en Doro ya vino enfermo desde el campo de Jamam.
La hepatitis E afecta de forma más grave a personas jóvenes de entre 15 y 40 años. En los tres campos de refugiados en los que se han registrado casos de síndrome de ictericia aguda más de la mitad de la población tiene entre 20 y 39 años. La hepatitis E es especialmente peligrosa para las mujeres embarazadas: su tasa de mortalidad puede ser del 20 o el 25 por ciento. Entre los refugiados fallecidos había cinco mujeres embarazadas.
En colaboración con nuestros socios estamos mejorando el saneamiento en los campos y aumentando la disponibilidad de agua potable. Las inundaciones y el uso de agua de superficie contaminada se han convertido en un peligro constante para los refugiados en Sudán del Sur.
ACNUR también sigue promoviendo mejoras en las prácticas de higiene personal y comunitaria en todos los campos de Sudán del Sur. Los mensajes a los refugiados se centran en la protección personal para evitar que contraigan virus por beber agua no tratada, así como en concienciarles sobre la importancia de no comer alimentos crudos o lavados con agua no potable y no lavarse en depósitos de agua comunitarios. También se están promoviendo buenas prácticas como lavarse las manos, no defecar al aire libre y no dejar que los animales defequen cerca de los hogares.
Hasta ahora no se han diagnosticado casos de hepatitis E entre la población local.
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