Las muertes en el Mediterráneo aumentan, hasta ahora 2016 es el año más mortífero
Las muertes en el Mediterráneo aumentan, hasta ahora 2016 es el año más mortífero
GINEBRA, Suiza, 25 de octubre de 2016 (ACNUR) – A dos meses de terminar el año, las muertes de refugiados y migrantes que han intentado cruzar el Mediterráneo llegan a su punto más alto en la historia, detalló hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Expresando su preocupación por la situación, ACNUR reportó que se han perdido por lo menos 3.740 vidas en lo que va del año, poco menos de las 3.771 que se documentaron en todo 2015.
"Este es el peor dato que jamás se ha visto", dijo hoy el portavoz del ACNUR, William Spindler, en una conferencia de prensa en Ginebra. "El año anterior, por cada 269 llegadas se producía una muerte; en 2016 las probabilidades de morir han aumentado a una persona por cada 88 que consiguen llegar".
De acuerdo con Spindler, el alto número de vidas perdidas llega pese a la gran disminución del número de personas que intenta cruzar el Mediterráneo hacia Europa. El año pasado cruzaron cerca de 1.015.078 personas. En lo que va de este año solo han sido 327.800.
"Entre Libia e Italia la probabilidad de morir es incluso más alta, con una muerte por cada 47 llegadas", añadió, refiriéndose a la llamada ruta del Mediterráneo Central.
"Los traficantes de personas usan hoy en día embarcaciones de peor calidad"
Las causas del incremento son varias: cerca de la mitad de los que han cruzado el Mediterráneo en lo que va del año han viajado desde el Norte de África a Italia, una ruta conocida por ser más peligrosa.
"Los traficantes de personas usan hoy en día embarcaciones de peor calidad, como balsas inflables que a menudo no aguantan el viaje. Algunos incidentes parecen estar relacionados con el hecho de viajar con mal tiempo", explicó Spindler.
Sin embargo, dijo que también los traficantes están cambiando las tácticas, y que en varias ocasiones "han embarcado a miles de personas" a la vez.
"Esto puede estar relacionado también con los cambios del tipo de negocio de estos traficantes, que van variando a su vez para evitar ser detectados, lo que hace el trabajo de los rescatistas mucho más complicado", dijo él.
De acuerdo con el ACNUR, hacer frente a esta situación a la vez que se asegura el funcionamiento de los sistemas de asilo sigue siendo un desafío político para muchos países, pero existen medidas para salvar vidas y ACNUR urge a todos los países a que hagan más en este sentido.
Incrementar de forma sustancial las vías regulares de entrada legal para que los refugiados alcancen lugares seguros necesita mucha más atención y más urgente.
Estas vías incluyen reforzar el reasentamiento y las admisiones humanitarias, la reunificación familiar, los programas de sponsor privado así como visas humanitarias, académicas y laborales para los refugiados.
"El alto índice de muertes también es un recordatorio de la importancia de continuar y fortalecer las capacidades de búsqueda y rescate, sin las cuales el índice de muertes sería seguramente aún más alto", recalcó Spindler.
Sumaya es sudanesa y refugiada en Egipto desde 2014. Ella estaba desesperada por reunirse con su esposo, quien ya había llegado a Europa.
Así que intentó, por cuarta vez en el año, viajar en el bote de un traficante a través del Mar Mediterráneo hacia Europa. Tres veces las autoridades atraparon a los refugiados y los detuvieron.