ACNUR y el PMA solicitan financiación para brindar asistencia ante la reducción de raciones en África Oriental que afecta a 3 millones de personas refugiadas

NAIROBI, Kenia – El día de hoy, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) solicitaron 266 millones de dólares (USD) para acabar con la reducción de raciones de alimentos para más de 3 millones de personas refugiadas en África Oriental. La insuficiencia de fondos ha derivado en la reducción de hasta 60% de las raciones. Las agencias ya alertaron sobre crecientes riesgos, como el aumento en los índices de desnutrición y anemia, retraso en el crecimiento infantil y un sinnúmero de riesgos de protección.

El impacto que la insuficiencia de fondos ha tenido en las familias refugiadas se conjuga con el confinamiento y el resto de las medidas con las que se busca contener la propagación de la COVID-19, que ya habían reducido la disponibilidad de alimentos en los mercados de los campamentos de refugiados y que habían socavado la esperanza que muchas personas refugiadas tenían en cuanto a ganar sustento para sus familias en trabajos temporales y pequeños negocios.

“La pandemia ha tenido consecuencias devastadoras para todo el mundo, pero aún más para las personas refugiadas”, dijo Clementine Nkweta-Salami, Directora del Buró Regional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos de África. “A menos que se faciliten más fondos, miles de personas refugiadas, incluida la niñez, no tendrán suficientes alimentos”.

“Crecen las preocupaciones en torno a la protección. La reducción de las raciones de alimentos y de fondos ha derivado en estrategias negativas para cubrir necesidades básicas, como limitar o saltarse comidas, aceptar préstamos con intereses altos, vender bienes, trabajo infantil y aumento en los índices de violencia doméstica. Con frecuencia se perciben sentimientos de desesperación y desesperanza, como si no hubiera ninguna alternativa”, dijo.

“Debemos satisfacer, sin demora, las necesidades alimentarias de las personas refugiadas en la región”, dijo Michael Dunford, Director General del PMA para África Oriental. “La prioridad más importante en nuestro quehacer es reestablecer la asistencia en los niveles mínimos para las personas refugiadas, muchas de las cuales dejaron de recibir apoyo económico debido al impacto que ha tenido la COVID-19 a nivel global”.

“La financiación para las personas refugiadas nunca antes había estado en una situación tan terrible. Estamos 266 millones de dólares (USD) por debajo de lo que requerimos para satisfacer las necesidades mínimas de las personas refugiadas en los próximos seis meses. Nos preocupa que, de continuar los recortes, las personas refugiadas tendrán que tomar una decisión muy difícil: permanecer en los campamentos donde se está deteriorando la seguridad alimentaria o considerar la posibilidad de regresar aunque no sea seguro hacerlo”.

En los once países que abarca el Buró de ACNUR para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos de África, el 72% de los 4,7 millones de personas refugiadas se enfrenta a la reducción en las raciones de alimentos, así como a la falta de financiación para que ACNUR pueda brindarles asistencia y apoyo de tipo no alimentario.

La insuficiencia de fondos ha obligado al PMA a reducir la asistencia que brinda a las personas refugiadas hasta el 60% en Ruanda; 40% en Uganda y Kenia; 30% en Sudán del Sur; 23% en Yibuti; y 16% en Etiopía.

Alrededor de 140.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo viven en Ruanda; la mayor parte de ellas son originarias de la República Democrática del Congo y de Burundi. El PMA brinda apoyo a 138.000 personas refugiadas en campamentos, así como a 12.500 niñas y niños de la comunidad de acogida que asisten a la misma escuela que la niñez refugiada y que reciben alimentación escolar. Nunca antes se había visto un recorte del 60%, lo cual solo agravará la inseguridad alimentaria.

El PMA brinda asistencia, sobre todo, a personas refugiadas en Ruanda mediante la transferencia de efectivo; de manera que pocos fondos adicionales podrían revertir los recortes. El PMA requiere de 11 millones de dólares (USD) para proporcionar a las personas refugiadas en Ruanda raciones monetarias o alimentarias hasta agosto.

En Kenia, el PMA ha reducido en 40% las raciones de alimentos para 417.000 personas refugiadas. El PMA requiere 61 millones de dólares (USD) para brindar asistencia alimentaria a las personas refugiadas de marzo a agosto. En Tanzania, las raciones del PMA para 280.000 personas refugiadas se ha reducido en 32% del requisito calórico mínimo recomendado. El PMA necesita 17 millones de dólares (USD) para asistir a las personas refugiadas en Tanzania hasta agosto.

Uganda ha dado acogida a la población refugiada de mayor tamaño en África; y, en febrero, el PMA redujo la asistencia alimentaria para 1,27 millones de personas refugiadas en el 40% de la ración básica para sobrevivir. Se requieren 77 millones de dólares (USD) para proporcionar raciones hasta agosto. En Sudán del Sur, Etiopía y Yibuti, el PMA requiere 82 millones de dólares (USD) para brindar asistencia completa hasta agosto a más de un millón de personas refugiadas.

Solo las personas refugiadas en Burundi y Sudán están recibiendo raciones completas. La necesidad de financiación suma 18 millones de dólares (USD) hasta agosto.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas recibió el Premio Nobel de la Paz en 2020. Es la organización humanitaria más grande del mundo; salva vidas en situaciones de emergencia y emplea la asistencia alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad para personas que se están recuperando después de haber enfrentado conflictos, desastres y el impacto del cambio climático.

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ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, protege a las personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos y persecuciones. Trabajamos en más de 130 países, donde protegemos a millones de personas brindando apoyo vital, salvaguardando los derechos humanos fundamentales y contribuyendo a la construcción de un mejor futuro para ellas.

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