El fútbol como espacio de encuentro y alegría
El fútbol como espacio de encuentro y alegría
El festival del fútbol llegó a La Guajira, Colombia, con el fin de compartir un mensaje de solidaridad, compañerismo y respeto. La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, la red de fútbol global Street Football World, la Red Nacional de Fútbol y Paz, y organizaciones comunitarias contaron con el apoyo del Gobierno alemán para generar espacios de encuentro entre niños, niñas, adolescentes y jóvenes venezolanos y colombianos.
¡Apúrate, corre! Le grita repetidamente un niño a su amigo para que alcance el cono que está al final de la cancha y logre cogerle ventaja a su compañero que está en el otro equipo. Si consigue tocar el cono y devolverse antes que su contrincante, habrán ganado. En cuestión de segundos y luego de un poco de presión, llegó el corredor principal a celebrar con sus amigos: ¡ganamos, ganamos!
“El fútbol es para todos; por eso le digo a las mujeres que sigan adelante, que no se detengan por nada del mundo y que cumplan sus metas”
El festival de fútbol por el derecho al juego en Maicao y Riohacha busca inculcar a niños y niñas valores como la solidaridad, el compañerismo y el respeto. La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, la red de fútbol global Street Football World, la Red Nacional de Fútbol y Paz, y organizaciones comunitarias contaron con el apoyo del Gobierno alemán para brindarles este espacio de integración.
“El principal beneficio es disfrutar del fútbol y conocer otros niños y niñas del barrio; generar un espacio de integración. Es importante apoyar estas iniciativas para resaltar los desafíos que hay en las comunidades y ver cómo el deporte puede servir como una herramienta de protección en temas de niñez”, Tashana Ntuli, Oficial Asociada de Protección de ACNUR.
Este tipo de iniciativas son todavía más necesarias cuando la llegada de población venezolana supone una presión para las comunidades locales. El departamento de La Guajira alberga el 12,0% de la población venezolana que está en el país, lo que corresponde a un total de 147.000 venezolanos. Por eso, espacios de encuentro para generar conexión y empatía entre las comunidades de acogida y la población refugiada y migrante resultan vitales para los procesos de integración.
“El fútbol me ha enseñado valores como la humildad y el compañerismo”
A Yeison Martínez, de 17 años y proveniente de Valencia, Venezuela, el fútbol le ha enseñado a respetar. Hace seis meses que vive en Maicao y dice sentirse bien cuando juega con compañeros y compañeras de otros países porque así aprende más. “El fútbol es para todos; por eso le digo a las mujeres que sigan adelante, que no se detengan por nada del mundo y que cumplan sus metas”.
Linda Gámez también vive en Maicao y es la primera vez que ve a Yeison. Luego de escuchar su testimonio le pregunta sobre su historia y se anima a contar su experiencia con el fútbol. Linda cursa octavo grado en el Colegio Madre Laura, en Maicao, y cuando sale del colegio va directo a su casa para terminar las tareas del día siguiente y salir corriendo luego para practicar fútbol con sus amigos. “Lo que más me gusta de jugar es que uno se distrae y se le olvidan los problemas. El fútbol me ha enseñado valores como la humildad y el compañerismo. Hoy, particularmente, fue un día muy lindo porque jugamos bien y sin malentendidos. Nosotras las chicas tenemos talento y los mismos derechos que los chicos; por eso practicamos con ellos y hacemos los mismos ejercicios”.
Al final, Linda da la bienvenida a Yeison y concluye diciendo “Maicao es un lugar libre donde puede entrar y salir gente de cualquier parte”. Lograr integrar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes de diferentes orígenes es uno de los principales retos del festival de fútbol.
Según Natalia León, gerente para América Latina de Street Football World, La Guajira es uno de los lugares donde vale la pena utilizar el fútbol para la transformación social, apoyándose en los líderes, las lideresas y las organizaciones de base comunitaria.
“Por eso decidimos realizar, con el apoyo del ACNUR, unos festivales en donde identificáramos líderes presentes en el territorio y pudiéramos formarlos para generar más procesos de fortalecimiento comunitario”, expresa Natalia.
A través del apoyo del ACNUR, líderes sociales de Maicao y Riohacha se unieron entorno al festival de fútbol para acompañar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “Acepté la invitación que me hizo el ACNUR para apoyarlos, pues aprender a integrarse y a divertirse son unas de las cosas que la sociedad y los sectores más vulnerables han olvidado. Lo más importante para mí es traerle alegría a los niños y las niñas”, concluye Manuel, líder comunitario de Maicao.