Transformación de jóvenes líderes a través de los talleres de vocería en República Dominicana

Gabelson y Mikeysi son participantes del taller de vocería, un espacio de formación para jóvenes implementada por Dominicanos por Derecho, una plataforma conformada por organizaciones de la sociedad civil dominicana. El objetivo de los talleres es ofrecer herramientas prácticas sobre oratoria, incidencia política y vocería en las que las personas participantes puedan desarrollar habilidades de comunicación oral frente a diferentes audiencias.

“Lo que más me gustó fueron las herramientas que nos brindaron para desarrollar una capacidad que ya teníamos y no sabíamos que estaba ahí”, comentó Zacarías (26), quien también participa de los talleres. Por su parte, Gabelson agradeció haber conocido a diferentes jóvenes que nunca había visto: “Y también a los maestros que nos enseñaron sobre comunicación, vocería, cómo interactuar con otras personas (…) Lo que menos me gustó fue que el día de volver a casa llegó muy rápido (risas)”.

Los jóvenes participantes provienen de diferentes comunidades, principalmente de los márgenes de las grandes ciudades o de bateyes – asentamientos humanos cercanos a las plantaciones de caña de azúcar – de Puerto Plata, San Pedro de Macorís, Barahona, Monte Plata, El Seibo, Baoruco y el Gran Santo Domingo.

“Los principales problemas que afectan a la comunidad son la falta de documentos, basura, la falta de transporte escolar (…) Pocos tienen trabajo y pocos pueden trabajar”, afirma Mikeysi. “Los que trabajan fijo lo hacen en la finca, picando caña. Los jóvenes – si tienen trabajo – tienen una chiripa, trabajos de medio día y pagados esa misma jornada”.

En República Dominicana, la falta de documentos impide continuar estudios formales luego del octavo grado, acceder a trabajos formales, o a cotizar en la seguridad social, entre otras negaciones de derechos.

Una estrategia de corto y mediano plazo

Las organizaciones de la plataforma Dominicanos por Derecho, acompañan a personas como Mikeysi, Gabelson y Zacarías, y son esas mismas organizaciones quienes animan y postulan a jóvenes entre 18 y 30 años a participar en los talleres de vocería.

En un período de dos a cuatro días todas las personas aprenden los fundamentos de la oratoria: ciclo comunicativo, tono, postura corporal y comunicación no verbal; así como construcción de mensajes clave y la incidencia política como herramienta de trabajo.

La convivencia durante esos días es fundamental para lograr un espacio de confianza y aprendizaje compartido. “Me pareció excelente esa experiencia porque pude ver que no soy el único que está en esta situación”, aseguró Zacarías. “Coincidir con personas así ayuda a tomar fuerzas y ver que los demás están haciendo lo mismo que uno, tratando de echar para adelante”.

Ahora, estos jóvenes participantes utilizan las herramientas adquiridas durante los talleres para diferentes fines. Por ejemplo, Gabelson asegura que la vocería sirve para “dejarle saber a otros jóvenes y al mundo lo que nos está pasando a los hijos de migrantes, dominicanos de ascendencia haitiana”. Mikeysi dice que ahora puede ser vocera “de miles de personas que viven la misma situación, pero tienen miedo de hablar”. En el caso de Zacarías, “me abrió puertas para socializar con más personas y aplicar la escucha activa”.

Para la mayoría de las personas participantes durante tres ediciones se han abierto oportunidades de continuar su formación, además de participar en campañas de comunicación de la misma plataforma, nuevos espacios de incidencia como el Diálogo de Tambores (junto al Sistema de Naciones Unidas y el Estado dominicano), actividades junto a la sociedad civil e intercambio de experiencias con los Dreamers en EE. UU.