Se requieren esfuerzos colectivos para proteger a las personas desplazadas internas
Se requieren esfuerzos colectivos para proteger a las personas desplazadas internas
En el mundo hay más de 53 millones de personas desplazadas internas que viven en países devastados por conflictos, violencia o desastres.
En un momento en que el desplazamiento interno se mantiene al alza por decimoquinto año consecutivo y conforme emergen o prevalecen situaciones de emergencia – como es el caso en Ucrania, Etiopía y Afganistán –, la asistencia humanitaria ha adquirido aún más relevancia tanto para ayudar a las personas afectadas por las crisis – brindándoles protección y asistencia – como para forjar el camino para encontrar soluciones.
Hoy, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, reconocemos el trabajo realizado en países afectados por crisis humanitarias y desplazamiento interno; honramos a quienes han sufrido lesiones o, incluso, han perdido la vida trabajando en favor de la humanidad; y agradecemos la labor que realizan todas las personas que se encuentran en contextos complejos y riesgosos.
Las poblaciones desplazadas internas son de las más vulnerables en el mundo, dado que, aunque han sido forzadas a abandonar sus hogares, con frecuencia permanecen cerca de ellos, quedan atrapadas en zonas de conflicto, o corren el riesgo de sufrir ataques o de ser privadas de alojamiento, alimento o servicios sanitarios.
Considerando estos desafíos y el creciente número de muertes y lesiones sufridas por el personal humanitario, la protección y el acceso humanitario son esenciales tanto para las personas que se dedican al trabajo humanitario como para las comunidades afectadas.
En cumplimiento del derecho internacional humanitario, ACNUR y la Relatora Especial sobre los derechos humanos de los desplazados internos instan a los Estados a garantizar la protección y la seguridad de todo el personal humanitario; a proteger a la población civil de las hostilidades, lo que incluye castigar a quienes hayan causado daño; y a garantizar que el personal humanitario tenga acceso sostenible e integral a las poblaciones necesitadas y que estas, a su vez, tengan acceso al personal humanitario.
En vista de que el desplazamiento interno se está intensificando y agravando en distintas partes del mundo, la comunidad humanitaria internacional debe colaborar estrechamente con las personas afectadas. Las autoridades nacionales y locales, los servicios de emergencia y diversos sectores de la sociedad civil – entre ellos, poblaciones afectadas, docentes, conductores, asesores, personal médico, profesionales del derecho, defensores de los derechos humanos, organizaciones voluntarias, organizaciones no gubernamentales, instituciones nacionales de derechos humanos – son quienes permanecen en el terreno y suelen responder primero a las emergencias y las crisis.
En vista de la interconexión propia de la comunidad internacional, debemos trabajar en conjunto para proteger a las personas desplazadas por la fuerza dentro de su propio país.