Sesión anual del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado
Sesión anual del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado
GINEBRA, Suiza, 5 de Octubre (ACNUR) – Entre el 1 y el 5 de octubre se llevó a cabo la 63ª sesión del Comité Ejecutivo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Ginebra, la reunión anual en la que se revisan y aprueban los programas y el presupuesto del ACNUR, se asesora sobre cuestiones de protección internacional y se analiza una amplia gama de cuestiones entre ACNUR y sus socios intergubernamentales y no gubernamentales.
El Alto Comisionado António Guterres, en su discurso de apertura de la reunión, advirtió que hoy ACNUR y otros actores humanitarios están bajo una presión creciente debida a una combinación de grandes nuevos conflictos y antiguos sin resolver.
El ACNUR está enfrentando un nivel de crisis de refugiados sin precedentes en su historia reciente, habiendo simultáneamente nuevas emergencias en Siria, Mali, Sudán/Sudán del Sur y la República Democrática del Congo (RDC), mientras que la Organización sigue manejando las implicaciones de grandes crisis desde 2011 en Costa de Marfil, Libia, Yemen y el Cuerno de África y apoyando a millones de refugiados afganos, eritreos y de Myanmar en situaciones prolongadas de refugio. "Ya en 2011, cuando se desató crisis tras crisis, más de 800.000 personas cruzaron fronteras en busca de refugio, una media de 2.000 refugiados al día. Y esto era más que lo sucedido en cualquier momento en la década pasada" afirmó. "Y en lo que llevamos de este año, más de 700.000 personas han huido de RDC, Malí, Sudán y Siria".
Guterres señaló que las causas fundamentales yacen en una serie de tendencias globales interconectadas, pero también en la capacidad limitada de la comunidad internacional para prever y resolver conflictos de manera oportuna. Las relaciones de poder no están claras, la imprevisibilidad es común y sin un consenso internacional dirigido a la prevención y la resolución temprana, nuevas crisis se pueden multiplicar, siguió el Alto Comisionado.
António Guterres llamó la atención sobre las significativas implicaciones sociales, económicas y de seguridad para los países de acogida que proveen un refugio seguro para los refugiados, y sobre la necesidad de una distribución de carga genuina y una solidaridad efectiva que iguale la generosidad de los países de acogida y su voluntad de mantener sus fronteras abiertas. Guterres afirmó que la capacidad de ACNUR para ayudar a los desplazados forzosos del mundo ha sido "puesta a prueba de forma radical" por la rapidez con la que han surgido nuevas crisis. Alabó a los países que han mantenido sus fronteras abiertas para las personas que huyen de los conflictos y agradeció a los donantes el continuo apoyo ofrecido, especialmente en estos momentos de dificultad económica. Sin embargo advirtió que "estamos en un momento en que las demandas para ACNUR están aumentando mientras nuestros medios para responderlas se han mantenido en los niveles del año pasado".
António Guterres, que ha sido Alto Comisionado desde 2005, afirmó que se necesita apoyo constante para aquellas naciones que acogen las mayores poblaciones de refugiados, sobre todo en los países en desarrollo. También habló de la importancia para ACNUR de establecer vínculos con otros actores humanitarios, entre ellos las ONG locales, en países y regiones con grandes masas de población desplazada.
El Alto Comisionado señaló que, mientras poner fin a los conflictos requiere de soluciones políticas, los actores humanitarios también pueden hacer más por mejorar las perspectivas de paz, a través de la sensibilización o invirtiendo en medios de subsistencia, educación y otras actividades que permitan mejorar la confianza en sí mismas de las poblaciones de refugiados.
Guterres concluyó instando a los miembros del ExCom a hacer aún más por las personas desplazadas del mundo. "Vivimos en tiempos peligrosos, en un mundo impredecible. Cada vez más personas se están viendo obligadas a desplazarse en busca de refugio" dijo. "Pido a los miembros del Comité Ejecutivo que renueven su compromiso colectivo para hacer frente al sufrimiento de las personas desplazadas y al de todos aquellos que se encuentran desarraigados de sus hogares y comunidades, mientras las crisis de hoy y de mañana siguen desatándose".