Alto Comisionado da la bienvenida al nuevo gobierno de Irak y pide el fin de los desplazamientos
Alto Comisionado da la bienvenida al nuevo gobierno de Irak y pide el fin de los desplazamientos
BAGDAD, Irak. 24 de enero de 2011 (ACNUR) – El Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres finalizó el lunes una visita de tres días a Irak, su primera visita desde la formación del nuevo gobierno y su cuarta como Alto Comisionado.
"Este nuevo gobierno representa una gran oportunidad para Irak pero también para nuestro trabajo", dijo Guterres. "Espero que hoy estemos marcando el principio del fin del capítulo de desplazamientos en Irak."
Durante su visita, el Alto Comisionado se reunió con el presidente, Jalal Talaban; con el Primer Ministro, Nouri Al-Maliki, y con el ministro de Asun tos Exteriores, Hoshyar Zebari. También se reunió con el Dr. Iyad Allawi, nombrado Presidente del Consejo Nacional de Política Estratégica.
En sus reuniones, Guterres propuso un plan nacional de acción dirigido por el Gobierno, encaminado a crear las condiciones para que miles de desplazados iraquíes en el extranjero y en el propio país puedan regresar a sus hogares. "El plan debe tener objetivos claros para abordar los problemas de seguridad, propiedad y reintegración que permitirían a la gente regresar en condiciones de seguridad y dignidad."
Sin embargo, António Guterres enfatizó que la repatriación debe ser enteramente voluntaria. "Forzar a la gente para que regrese a sus casas en contra de su voluntad mientras la inseguridad prevalece, es inaceptable," dijo refiriéndose a las recientes deportaciones de iraquíes desde algunos países europeos.
António Guterres tomó nota de la grave preocupación expresada por parte del nuevo Gobierno sobre las minorías y grupos religiosos que estaban siendo marcados como objetivos. El Alto Comisionado dijo, "es esencial perseverar la diversidad en Irak donde prácticamente todas las civilizaciones han tenido sus orígenes."
Hay 196.000 iraquíes registrados como refugiados con ACNUR, principalmente es los países vecinos: Siria, Jordania y Líbano. Además, ACNUR estima que hay cerca de 1,3 millones de desplazados internos iraquíes, 500.000 de ellos viviendo en condiciones muy precarias.
"Esta gente vive en una situación dramática. No tienen hogar o viven en barrios marginales con un alto nivel de desesperación," explicó Guterres. "Tenemos que suministrar más asistencia humanitaria a los grupos más necesitados." El plan que ACNUR ayudaría a poner en marcha debe contemplar una estrategia para que la gente desplazada dentro de Irak pueda integrarse en las zonas a las que huyeron si prefieren continuar viviendo en ellas.
António Guterres visitó el campo de desplazados internos de Um Al-Baneen, en el centro de Bagdad, donde 112 familias iraquíes desplazadas residen en viejos y dañados edificios militares que están abandonados. El Alto Comisionado dio la bienvenida a la decisión del Gobierno de suspender los desahucios hasta que se pueda encontrar una solución para realojar a estas familias, muchas de las cuales carecen de documentación y de una fuente de ingresos.
Durante su visita al campo, António Guterres se reunió con varias familias, muchas de las cuales llegaron al campamento huyendo de la violencia y otras que carecían de medios para continuar costeando sus alquileres. Muchos de los niños no van al colegio. Una madre dijo al Alto Comisionado que tenía miedo de enviar a su hijo a la escuela por temor a "que nunca regrese."
ACNUR finalizó recientemente un proyecto de construcción o reconstrucción de 20.000 viviendas de dos dormitorios en las áreas devastadas en todo el país.
Guterres señaló que mientras el número de refugiados iraquíes en los países vecinos registrados por ACNUR había bajado, su vulnerabilidad había aumentado.
La base de datos de ACNUR de refugiados iraquíes muestra que el 34% está en situación de vulnerabilidad, incluyendo a miles de personas en condiciones de salud crítica y un número significativo de hogares encabezados por mujeres.
La mayoría de los refugiados iraquíes en Siria y Jordania huyeron hace más de tres años. Muchos han tenido dificultad para encontrar un trabajo, encontrándose cada vez más dependientes de los escasos ahorros y de la ayuda ofrecida por las organizaciones internacionales y las ONGs locales. Una de las peores consecuencias de la pobreza es el número de niños refugiados que han abandonado la escuela para buscar un trabajo con el que ayudar a alimentar a sus familias. Enfatizando la importancia de apoyar a los refugiados, Guterres dijo, "cuando un niño iraquí va a al colegio en vez de trabajar, se está invirtiendo en el futuro de Irak".
Mientras que más de 89.000 refugiados han regresado a Irak en los últimos tres años, la tasa de retorno ha bajado recientemente y nuevos solicitantes de asilo continúan registrándose con ACNUR en los países vecinos. Más de 456.000 desplazados internos iraquíes regresaron a sus áreas de origen entre enero de 2008 y diciembre de 2010.
Por Melissa Fleming desde Baghdad, Irak