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El espíritu olímpico está vivo y fuerte en el sureste de Myanmar

Historias

El espíritu olímpico está vivo y fuerte en el sureste de Myanmar

Más de 13.000 estudiantes en áreas afectadas por el desplazamiento han recibido kits deportivos donados por el COI a través del ACNUR.
21 enero 2014
Una profesora reparte balones del programa "Dar es Ganar", una señal más de los rápidos cambios que están ocurriendo en Myanmar.

MAWLAMYINE, Myanmar, 21 de enero de 2014 (ACNUR/UNHCR) – Un equipo acaba de marcar un gol y los jugadores jóvenes están intercambiando felicitaciones. Los miembros del equipo contrario, aún no desalentado, gritan para animarse los unos a los otros.

La universalidad del deporte es evidente en este remoto rincón del sudeste asiático. Las escenas de niños corriendo detrás de una pelota en Ah Lu Lay, un pequeño pueblo cerca de Mawlamyine, en el estado de Mon, es el espejo de los campos de juego en lugares tan lejanos como América, África y Europa

Pero este no es un lugar común. Los años de conflicto civil han asolado esta zona del sureste de Myanmar, desplazando a unas 230.000 personas en lugares donde opera ACNUR, y ha conducido a otras 130.000 a campamentos a lo largo de la frontera de Tailandia con Myanmar.

Estos niños son parte de una historia extraordinaria de un Myanmar que está cambiando rápidamente, que ha abrazado reformas, la economía de mercado, y que está sanando viejas heridas a través del diálogo entre el gobierno y los grupos étnicos para lograr la paz en la Tierra Dorada, como se autodenomina Myanmar.

El país también sigue inmerso en la euforia de haber acogido los Juegos del Sudeste Asiático (SEA) en diciembre, después de un parón de 44 años. Los Juegos trajeron equipos de países vecinos para competir en disciplinas como el fútbol, levantamiento de pesas y judo, así como los deportes populares regionales del chinlone y el sepak que se juegan con una pelota de ratán.

El espíritu deportivo es evidente en Ah Lu Lay, donde recientemente la juventud local recibió material deportivo donado por el Comité Olímpico Internacional (COI) a través de ACNUR. Aquí es donde el proyecto "Dar es Ganar" lanzado en Myanmar el jueves pasado, allana el camino para las donaciones que han tenido lugar este mes a 20 escuelas con 13.000 estudiantes en los estados de Kayah, Kayin y Mon, así como en la región de Tanintharyi.

Entre los invitados a la ceremonia de entrega la semana pasada había funcionarios del Ministerio de Deportes que también representan al Comité Olímpico Nacional de Myanmar, representantes del Ministerio para el Progreso de las Zonas Fronterizas, las Razas Nacionales y los Asuntos de Desarrollo, autoridades locales y los directores de todas las escuelas beneficiarias. Dos medallistas de oro de Myanmar en los últimos Juegos SEA estuvieron presentes para compartir su pasión por el deporte y alentar a los jóvenes.

"En Myanmar tenemos unos 33 tipos diferentes de deportes. Los deportes de pelota son los favoritos y sobre todo fomentan el espíritu de equipo", explicó U Aye Lwin, director adjunto del Departamento de Deporte para el estado de Kayin. "Nuestros atletas se esfuerzan por ganar medallas y están particularmente obligados a hacerlo por sus admiradores, que viven en las zonas rurales y que tienen grandes expectativas".

U Win Thein, director de la escuela de Ah Lu Lay, dijo: "Estamos muy orgullosos de haber sido seleccionados como una de las escuelas beneficiarias del proyecto. El equipamiento deportivo es muy apreciado por los estudiantes y ayudará a desarrollar más interés por el deporte en la escuela".

Esta donación es la última en el marco del programa Donar es Ganar, que está siendo gestionado por ACNUR y el COI desde 2004. Personalidades del deporte y deportistas que han participado en los Juegos Olímpicos s donan material deportivo y prendas de vestir que son distribuidos por ACNUR a los refugiados, los desplazados y las comunidades afectadas. Es una campaña global que tiene como objetivo fomentar valores como el respeto, la equidad y la integración a través del deporte, dirigidos a las comunidades afectadas por el desplazamiento, incluyendo las comunidades de acogida.

ACNUR ha estado trabajando en el sudeste de Myanmar desde 2003. El enfoque actual se centra en la asistencia a las personas desplazadas internamente y a las comunidades de acogida, así como la evaluación y la preparación para el posible regreso de los refugiados desde Tailandia.

"Nuestra operación en el sureste se centra en ayudar a las comunidades afectadas por el desplazamiento", explica Victoria Tennant, responsable de la operación de ACNUR en el sureste de Myanmar. "En las muchas situaciones de refugiados que he visto en todo el mundo, el deporte es algo que realmente puede unir a la gente. Hace que la mente de la gente quede lejos de las horribles experiencias que han pasado. Centrarse sólo en el momento, en la diversión, es muy importante, especialmente para los niños".

Los paquetes con material deportivo contienen todo tipo de equipamiento, entre ellos palas de ping pong, pelotas de voleibol y de fútbol. A veces se introducen nuevos juegos a los jóvenes. Cuando se le preguntó lo que creía que contenían los paquetes, un joven estudiante respondió con una gran sonrisa llena de esperanza: "Balones de fútbol".