Falta de financiación causa que personas refugiadas en Egipto tengan problemas para subsistir
Falta de financiación causa que personas refugiadas en Egipto tengan problemas para subsistir
EL CAIRO, Egipto - El sol todavía no termina de salir sobre la ya abarrotada capital egipcia cuando Abdallah, refugiado sirio de 15 años, se levanta por las mañanas para dirigirse a la concurrida barbería en la que trabaja.
Desde que dejó la escuela hace tres años para aceptar el trabajo, Abdallah realiza agotadores turnos de 12 horas al día barriendo suelos, preparando té y desempeñando otras tareas serviles por las que percibe el equivalente a 12 dólares (USD) semanales.
Al pensar en la escasa remuneración por todo el trabajo duro, Abdallah dice que le gustaría mucho más poder continuar con su educación. Pero con dos hermanos mayores discapacitados y su padre Samir que no puede trabajar a causa de una lesión, los 80 dólares (USD) mensuales que la familia recibe en la actualidad de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, no son suficientes para atender las necesidades de la familia.
“Me encantaría volver a la escuela”.
“Me encantaría volver a la escuela, pero no me puedo permitir dejar de trabajar porque la cantidad que recibimos de ACNUR no es suficiente para atender las necesidades básicas de mis hermanos o las medicinas de mis padres”, explica Abdallah.
Las estrecheces familiares son comunes para la inmensa mayoría de las casi 250.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo inscritas actualmente en el país. Cerca del 80% del total viven en condiciones humanitarias desesperadas y no son capaces de atender ni siquiera las necesidades más básicas, tales como alimento, cobijo o asistencia sanitaria.
El jueves, ACNUR alertó que sus vitales programas de apoyo para personas refugiadas se encontraban sometidos a una enorme presión como consecuencia de un incremento en las llegadas y unos recursos insuficientes.
Los conflictos y la inseguridad que subsisten en el Yemen, el Cuerno de África y el África subsahariana han supuesto un incremento del 24% del número de personas refugiadas y solicitantes de asilo en Egipto en los últimos dos años.
“No estamos en condiciones de cubrir ni siquiera sus necesidades más elementales”.
Entretanto, a febrero de 2019 ACNUR opera con solo un 4% de su presupuesto anual de 104,2 millones de dólares (USD) para operaciones en el país.
“Estas personas refugiadas necesitan una asistencia humanitaria oportuna y adecuada”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Filippo Grandi. “Sin embargo, ahora mismo no estamos en condiciones de cubrir ni siquiera sus necesidades más elementales ni de mantener nuestros programas básicos de protección de personas refugiadas en el país”.
En consecuencia, familias como la de Abdallah enfrentan una lucha diaria para salir adelante; muchas de ellas caen en la pobreza y el endeudamiento y se ven obligadas a recurrir a medidas desesperadas para sobrevivir, como el trabajo infantil o el matrimonio temprano. Todo ello pese al generoso apoyo que el Gobierno Egipcio brinda a las personas refugiadas y que incluye educación gratuita y acceso a atención sanitaria en condiciones de igualdad con los ciudadanos egipcios.
“Nuestra situación en Egipto supone un gran desafío”.
El padre de Abdallah, Samir, de 58 años, nos explicó la situación tan desesperada que viven desde que llegaron al país procedentes de Damasco, la capital de Siria, en 2013, y que les llevó a terminar dependiendo del dinero que gana su hijo de 15 años.
“Nuestra situación en Egipto supone un gran desafío”, nos explicó. “No podemos ofrecer a nuestros hijos la atención especializada que necesitan… Y yo tengo lesiones en la espalda por cargar con ellos. Ojalá recibiera atención médica adecuada para poder trabajar y mantenerlos”.
Si recibiera más fondos de sus generosos donantes, ACNUR podría prestar un mayor apoyo a la familia de Abdallah y a muchas otras familias en situaciones similares de vulnerabilidad.