Más de 150.000 personas desplazadas por la guerra en Yemen reciben ayuda de ACNUR
Más de 150.000 personas desplazadas por la guerra en Yemen reciben ayuda de ACNUR
SANÁ, Yemen - Hassan Naser fue desarraigado de su hogar por la guerra en Adén hace tres años. Ahora, él, su esposa y sus cuatro hijos viven con familiares.
Caminando con la ayuda de un bastón, logró recolectar asistencia en efectivo de un banco en la capital yemení, que será vital para él y su familia.
“Sufro de insuficiencia renal y solo puedo caminar muy lentamente porque tengo un disco desplazado”, explica. “Usaré la mayor parte del dinero para pagar los medicamentos y para pagar los atrasos de alquiler de mi casa”.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, dijo el viernes que había intensificado los esfuerzos para garantizar que las personas desplazadas en Yemen, como Naser, de 61 años, tengan acceso a dinero en efectivo para satisfacer sus necesidades más urgentes de albergue y protección.
El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, dijo que la asistencia ha sido vital para las familias desplazadas más vulnerables de Yemen, al ayudarlas a satisfacer sus necesidades más urgentes.
“La pre-hambruna y el brote de cólera que afectan actualmente a Yemen han de sumarse al desastroso impacto que ha tenido el conflicto hasta el momento – desplazamientos masivos y un creciente número de bajas civiles”, dijo a los medios en Ginebra.
“Por tanto, continúa siendo fundamental que la ayuda de emergencia – incluyendo protección y albergue– se aborde en paralelo a programas alimenticios, sanitarios y educativos”.
Las aproximadamente 20.000 familias que se benefician de la asistencia han huido de la lucha a áreas seguras o han regresado a sus hogares después de haber sido desplazadas. Muchas a menudo encuentran sus hogares en ruinas y luchan por sobrevivir.
Entre los beneficiarios se encuentra Siham Abduallah, de 27 años, quien huyó del puerto occidental de Hodeida hace cuatro meses con su esposa y su hijo y ahora vive en un alojamiento temporal en Saná.
“Todas las tiendas cerraron y mis hijos lloraban por el hambre”, dice. “Tuvimos que irnos. Los bombardeos y los ataques aéreos golpearon nuestro vecindario. Incluso nuestra casa quedó dañada por la metralla”.
Abduallah dijo que usaría el efectivo para comprar alimentos y pagar el alquiler del alojamiento temporal de la familia.
“Tengo un hijo con una discapacidad, que necesita tratamiento. Hace frío en Saná y él se está enfermando”.
“Nos estamos quedando sin comida... Mis vecinos a veces nos dan un pedazo de pan, porque no tenemos comida en nuestra casa. Tengo un hijo con una discapacidad, que necesita tratamiento. Hace frío en Saná y él se está enfermando”.
Más de 22 millones de personas necesitan asistencia en Yemen, donde estalló la guerra civil en 2015. De estas personas, 2,7 millones han sido desplazadas internamente.
ACNUR está trabajando con Al Amal Bank para distribuir efectivo directamente a través del llamado sistema hawala, que funciona en Yemen a pesar del conflicto. A las familias se les notifica por mensaje SMS sobre sus beneficios y luego pueden recoger su ayuda de cualquiera de los agentes del banco en el país.
Esto permite al ACNUR brindar asistencia a las familias en áreas remotas y de difícil acceso. El efectivo evita la necesidad de recurrir a medidas desesperadas, como el trabajo infantil y el matrimonio forzado.
En lo que va del año, ACNUR ha distribuido casi 33 millones de dólares en Yemen. Solo en octubre, más de 22.000 familias vulnerables - aproximadamente 150.000 personas en total - recibieron pagos en efectivo del ACNUR.
Para fines de este año, el objetivo es distribuir más de 41 millones de dólares, beneficiando a 700.000 desplazados internos, retornados y comunidades de acogida afectadas por el conflicto, así como a 130.000 refugiados y solicitantes de asilo en el país.
Los combates en Yemen, uno de los países más pobres de Medio Oriente, han agravado los años de pobreza e inseguridad. El empeoramiento de la violencia ha trastornado millones de vidas, causando víctimas generalizadas y desplazamientos masivos, y la situación se está deteriorando rápidamente.
Dos millones de personas ahora languidecen en condiciones desesperadas, lejos de casa e incapaces de satisfacer las necesidades básicas. Las condiciones son tan serias que casi 1 millón de yemeníes desplazados han perdido la esperanza y han intentado regresar a sus hogares, aunque todavía no están a salvo.
Yemen se enfrenta a una catástrofe humanitaria. Sin ayuda, muchas vidas más se perderán por la violencia, las enfermedades tratables o la falta de alimentos, agua y albergue.