La Alta Comisionada Adjunta de ACNUR pide mejorar el acceso a la educación y medios de vida de la población refugiada rohingya en Bangladesh
La Alta Comisionada Adjunta de ACNUR pide mejorar el acceso a la educación y medios de vida de la población refugiada rohingya en Bangladesh
A medida que la crisis rohingya se acerca a su quinto año, la Alta Comisionada Adjunta para los Refugiados, Kelly T. Clements, pidió que se mantuviera el apoyo internacional a las personas refugiadas rohingyas, y al Gobierno y la población de Bangladesh. Reiteró el compromiso de ACNUR con el retorno voluntario y otras soluciones, al tiempo que subrayó la necesidad de fomentar la resiliencia e invertir en las capacidades de la población refugiada para preparar un futuro retorno seguro y voluntario a Myanmar.
La Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados, Kelly T. Clements, y el Director de ACNUR para Asia y el Pacífico, Indrika Ratwatte, realizaron una visita conjunta a Bangladesh del 13 al 18 de febrero, que incluyó visitas a los campamentos de refugiados de Cox's Bazar, donde residen alrededor de un millón de personas refugiadas rohingyas, así como a la isla de Bhasan Char, y reuniones con altos funcionarios del Gobierno y socios locales e internacionales.
A lo largo de su visita, la Alta Comisionada Adjunta y el Director para Asia y el Pacífico reiteraron su sincero agradecimiento al Gobierno y a la población de Bangladesh por acoger a las personas refugiadas rohingyas que han buscado protección contra la violencia y la persecución en Myanmar. Enfatizaron la necesidad de seguir trabajando por el retorno voluntario, seguro, digno y sostenible de las personas refugiadas rohingyas a Myanmar, al tiempo que abogaron por un enfoque más amplio a largo plazo en la educación, el desarrollo de habilidades y los medios de vida.
La delegación habló con las personas refugiadas para entender sus necesidades y desafíos, y las contribuciones que desean hacer para su propio futuro. “Aunque las personas refugiadas expresan claramente su deseo de volver a casa, también sienten que sus vidas correrían peligro si lo hicieran hoy. Por lo tanto, también tenemos que empezar a trabajar para encontrar otras soluciones, mientras redoblamos los esfuerzos para proporcionarles acceso a educación, capacitación y a oportunidades de medios de vida, tanto a ellas como a sus generosas comunidades de acogida”, señaló la Alta Comisionada Adjunta, Clements.
“La gran labor de las personas voluntarias refugiadas a lo largo de la pandemia – a menudo como las primeras en intervenir – y el apoyo a sus comunidades en los campamentos pusieron de manifiesto no solo su dedicación y capacidad, sino la oportunidad de incorporar esas habilidades a iniciativas más innovadoras, como la protección del medio ambiente”, observó el Sr. Ratwatte. “Brindar a la juventud más oportunidades de aprendizaje, herramientas y habilidades les permitirá construir comunidades pacíficas y contribuir a un entorno seguro”.
A pesar de los desafíos de la pandemia de COVID-19, funcionarios de Gobierno y de ACNUR señalaron los avances positivos en el apoyo a las comunidades bangladesíes que acogen a personas refugiadas, que incluyen el establecimiento de centros de salud COVID y de otras especialidades en la ciudad de Cox's Bazar y en Ukhia Upazila, así como el primer plan de abastecimiento y distribución de agua a gran escala al sur de Teknaf, que dará agua potable a más de 225.000 personas.
En su primera visita a Bhasan Char, la delegación reconoció el trabajo positivo que están realizando el Gobierno y los socios locales de la sociedad civil en la isla. “Bhasan Char tiene el potencial de convertirse en una estancia temporal para las personas refugiadas rohingyas, y ha habido una clara mejora en las condiciones y la disponibilidad de servicios desde que ACNUR y socios de la ONU comenzaron a apoyar al Gobierno en octubre. Sin embargo, su sostenibilidad dependerá de que se amplíen los servicios de salud y educación, se mejore el acceso a los medios de vida y a las actividades generadoras de ingresos y, sobre todo, se siga garantizando la voluntariedad de los traslados a la isla y las visitas periódicas de las familias hacia y desde el continente”, comentó la Sra. Clements.
Dado que el regreso a Myanmar es improbable en un futuro inmediato, la visita evidenció la necesidad de un enfoque más amplio del apoyo humanitario. Esto incluye soluciones alternativas para las personas refugiadas rohingyas, como el reasentamiento en terceros países para los más vulnerables con necesidades específicas de protección, y vías complementarias en el extranjero que podrían incluir oportunidades de empleo y educación.
ACNUR reafirmó su compromiso de seguir apoyando tanto a las comunidades bangladesíes como a las rohingyas, al tiempo que pidió a la comunidad internacional que apoye al Gobierno y a la población de Bangladesh hasta que la situación en Myanmar permita un retorno seguro, digno y sostenible.
Broll: ver aquí.
Para más información sobre este tema, favor de contactar:
- En Bangladesh: Regina de la Portilla, [email protected], +88 01847 327 279