35.000 personas desplazadas por los recientes combates en la República Democrática del Congo
35.000 personas desplazadas por los recientes combates en la República Democrática del Congo
Miles de congoleños han quedado desarraigados por la última escalada de los combates en la provincia de Kivu Sur, situada en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Nuestras primeras estimaciones muestran que al menos 35.000 personas se han visto obligadas a desplazarse en la llanura del Río Ruzizi, que delinea la frontera entre RDC, Ruanda y Burundi. Estas personas habrían huido a raíz de la última campaña militar gubernamental cuyo nombre en clave es Kimia II, y que se inició el pasado 12 de julio en el territorio de Uvira en Kivu Sur. La campaña tiene como objetivo el desarme por la fuerza de las llamadas Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) y de sus milicias locales aliadas.
Este último desplazamiento eleva a unas 536.000 personas el número total de civiles desplazados en Kivu Sur desde enero de 2009, como resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes ruandeses, así como de las represalias contra los civiles.
El número total de personas desplazadas por la violencia y los combates en el este de la RDC es de más de 1,8 millones.
Muchos de los habitantes de Lemera y Mulenge, las dos principales localidades en la región norte de Uvira, habrían huido y aproximadamente 19.000 personas se encontrarían escondidas en los bosques y localidades cercanas a Lemera.
La mayoría de los desplazados internos buscan protección en familias de acogida en las zonas que aún son seguras, mientras que otros han buscado refugio en escuelas, iglesias y otros edificios públicos. Los que se encuentran en las zonas de conflicto en las montañas de Moyens Plateaux siguen estando casi completamente aislados.
Numerosos informes alertan de que los desplazados internos son objeto de atrocidades, entre las que se incluyen asesinatos, violaciones y torturas cometidas por parte de los rebeldes del FDLR. Los que han logrado escapar también han informado de arrestos arbitrarios, secuestros, extorsiones e impuestos obligatorios por parte del FDLR y de varios grupos armados que apoyan a los rebeldes hutus ruandeses.
Debido a la falta de acceso y a la inseguridad, resulta extremadamente difícil evaluar la magnitud del último desplazamiento. Hasta el momento, ACNUR ha pre-registrado a unas 20.000 personas en el eje Luberizi-Kamanyola, a lo largo de la frontera burundés, donde se encuentran la mayoría de los nuevos desplazados internos. Nuestra oficina en Bukavu nos ha informado de que las familias han continuado huyendo durante toda la semana. Las evaluaciones preliminares llevadas a cabo en coordinación con otras contrapartes humanitarias muestran que estas personas necesitan comida, agua, medicamentos y otro material humanitario de primera necesidad como mantas, esterillas y utensilios de cocina.
También estamos observando la situación de los más vulnerables, identificando a las personas en situación de riesgo y con necesidades específicas, como las víctimas de violencia sexual y de detenciones arbitrarias. ACNUR también evaluará la necesidad de cobijo para poder minimizar la presión ejercida sobre las familias de acogida y la comunidad local.
Estamos profundamente preocupados por el impacto negativo que tendrán los nuevos combates registrados en Kivu Sur sobre la repatriación voluntaria de refugiados congoleños desde la vecina Tanzania, cuya mayoría es originaria de esta provincia. Este programa de repatriación voluntaria está organizado por ACNUR.