ACNUR condena los asesinatos y desplazamientos de civiles en Mogadiscio

Al menos 15 personas han sido asesinadas y otras 50 heridas durante los combates el lunes entre las fuerzas de seguridad del Gobierno Federal de Transición (GFT) cerca del hospital de Banadir en el suroeste de Mogadiscio, Somalia.

El Alto Comisionado está consternado por la pérdida de vidas civiles y la falta de respeto total a la seguridad de las personas. Este es el peor incidente en Mogadiscio en lo que va del año, pese a que desgraciadamente la capital somalí no es ajena a la violencia indiscriminada.

El año pasado, cientos de somalíes fueron asesinados. Según datos de Naciones Unidas, se registraron al menos 7.600 personas heridas por armas de fuego en la capital, lo que supone una media de más de 20 heridos por día, siendo este el peor año en toda una década, en cuanto a víctimas mortales. Uno de cada cinco heridos era un niño. La capital de Somalia es sin duda ninguna una de las ciudades más mortíferas del mundo.

Para los cientos de miles de personas que componen la población civil en Mogadiscio, la situación es intolerable, con violaciones a diario de los derechos humanos más elementales. ACNUR repite hoy lo que viene pidiendo desde hace mucho tiempo a las partes enfrentadas, que tienen que hacer mucho más por proteger a la población civil. ACNUR, como parte de la comunidad humanitaria de la ONU en Somalia, de nuevo y de forma mucho más enérgica, insta a todos los grupos armados y fuerzas en la capital que hagan de la protección de civiles su prioridad. Apreciamos la iniciativa del Ministerio de Defensa del GFT de iniciar una investigación sobre este último incidente e interesarse por los resultados. A los responsables no se les debería permitir que se evadan de la justicia

Unos 4.200 somalíes se han visto obligados a huir de sus hogares en la capital Mogadiscio desde el comienzo de 2011. De ellos, unos 2.600 han huido de la ciudad, mientras que otros han pedido refugio en vecindarios más tranquilos. Se estima que más de 650.000 somalíes viven como refugiados en países vecinos, mientras que su país sigue siendo la peor y más alarmante de las crisis humanitarias a las que se enfrenta ACNUR, generando el mayor número de refugiados y desplazados a nivel mundial después de Irak y Afganistán.