ACNUR pide que se proteja a los civiles en medio de los continuos combates en la RDC
ACNUR pide que se proteja a los civiles en medio de los continuos combates en la RDC
ACNUR ha pedido protección para la población civil atrapada en los combates en el este de la República Democrática del Congo (RDC). La Agencia de la ONU para los Refugiados está alarmada por los informes de abusos desenfrenados hacia la población civil en zonas del este de RDC como resultado de cuatro meses de combates entre las tropas del gobierno y los grupos rebeldes armados.
Decenas de miles de personas han sido obligadas a huir de sus hogares en la provincia de Kivu Norte, muchas de las cuales han buscado seguridad en las vecinas Uganda y Ruanda.
El personal de ACNUR y sus socios en Uganda, Ruanda y el este de RDC han estado recibiendo informes regulares y extensos sobre los abusos y violaciones de derechos humanos generalizados.
Estos informes mencionan asesinatos indiscriminados y ejecuciones sumarias de civiles, violaciones y otros abusos sexuales, torturas, detenciones arbitrarias, asaltos, saqueos, extorsiones por alimentos y dinero, destrucción de propiedades, trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de menores y adultos y violencia étnica. Todo ello está propiciando un desplazamiento masivo dentro de la provincia y hacia países vecinos. ACNUR estima que más de 470.000 congoleños han sido desplazados en el este de la República Democrática del Congo desde abril (unos 220.000 en Kivu Norte y 200.000 en Kivu Sur y más de 51.000 refugiados han huido hacia Uganda (31.600) y Ruanda (19.400).
Los combates en el este de RDC se están llevando a cabo sin ningún respeto por la seguridad de los civiles y violando claramente los principios humanitarios internacionales y los derechos humanos. ACNUR pide urgentemente una vez más a las partes en conflicto que eviten tomar como objetivos a la población civil y las zonas pobladas. La Agencia pide a todas las partes en conflicto que tomen medidas para proteger a la población civil y que eviten los ataques indiscriminados y desproporcionados.
Los combates entre las tropas del gobierno y la milicia M23 han dejado a muchas zonas de la provincia sin una presencia de seguridad adecuada. En los territorios de Masisi y Walikale varios grupos armados han aprovechado el vacío de poder para atacar aldeas y asentamientos de desplazados internos, destrozando y saqueando casas, matando a personas de grupos étnicos percibidos como hostiles y sometiendo a comunidades enteras a extorsiones.
Desde abril hasta el 15 de julio, las agencias humanitarias han registrado más de 7.000 incidentes de protección en los territorios de Masisi, Walikale, Rutshuru y Beni, en Kivu Norte. ACNUR teme que pueda haber más casos en zonas donde la gente no puede hablar o está demasiado asustada o avergonzada, como ocurre especialmente ante casos de violación. Muchas de las víctimas son aldeanos o personas desplazadas internas (IDPs por sus siglas en ingles).
En Uganda, algunos de los refugiados congoleños más jóvenes que están llegando al centro de tránsito de Nyakabande, cerca de la frontera, han dicho a nuestro personal que huyeron por una campaña de reclutamiento. En la primera quincena de julio, en un momento de recrudecimiento de la actividad militar en la frontera, hubo cifras inusualmente altas de muchachos jóvenes, de entre 14 y 20 años, que llegaron aquí. También son preocupantes los informes que alertan de que hombres armados están bloqueando las rutas de salida para las personas que huyen hacia Uganda. Muchos informes mencionan que los hombres jóvenes y menores están siendo obligados a unirse a los rebeldes para portear municiones.
ACNUR ha escuchado relatos similares por parte de los recién llegados a Ruanda desde abril, en los que mencionan los saqueos y las humillaciones verbales y físicas hacia personas que hablan el kinyarwanda, sobre todo en la zona de Masisi, en Kivu Norte, pero también en Rutshuru y Kalehe, en Kivu Sur.
Además de protección y cobijo, los equipos de ACNUR y sus socios en los asentamientos y los campos de Uganda y Ruanda están ofreciendo servicios de salud y médicos, así como apoyo psicosocial para las víctimas de la violencia. La situación en República Democrática del Congo es aún más complicada en aquellas zonas donde el deterioro de la seguridad está limitando gravemente la capacidad de ACNUR para prestar asistencia fuera de los campos de desplazados establecidos en el norte y el oeste de la capital de la provincia, Goma.