ACNUR reitera llamado para la protección de somalíes huidos a Kenia

El ACNUR sigue muy preocupado por la suerte de los más de 8.000 somalíes a quienes esta semana se ordenó salir de la zona de Mandera, en el noreste de Kenia. Inicialmente, muchos de ellos se habían quedado en la tierra de nadie entre Kenia y Somalia, negándose a ir más allá. Sin embargo, ya el día de hoy no se conoce el paradero de muchos de ellos y se cree que algunos huyeron hacia la vecina Etiopía.

Las personas a quienes se ordenó salir habían encontrado alojamiento en condiciones difíciles en el campamento de Border Point One, donde se encontraban desde el 17 de octubre. La mayoría eran mujeres, niños y adultos mayores que habían huido de los enfrentamientos entre las milicias de Al-Shabaab y Ahlu Sunna Wal Jamaa alrededor de la ciudad somalí de Bulla Hawo.

Trabajadores del ACNUR pudieron contactar a algunos de los refugiados por teléfono ayer. Los refugiados dijeron que no querían regresar a Somalia por temor a la inseguridad, que la gente se estaba quedando a la intemperie en refugios hechos básicamente de palos y que se encontraban en necesidad urgente de mejor alojamiento, comida y agua.

En su discurso ante el Comité Ejecutivo del ACNUR, en octubre, el Alto Comisionado António Guterres hizo un llamamiento para que los refugiados somalíes recibieran protección internacional de conformidad con las directrices de elegibilidad actualizadas, publicadas por el ACNUR a principios de este año. Las directrices destacan los riesgos substanciales a los que queda expuesta toda persona que sea devuelta al centro o sur de Somalia. El ACNUR reitera hoy ese llamamiento.