Actualización sobre las operaciones de rescate en el Mediterráneo central
Actualización sobre las operaciones de rescate en el Mediterráneo central
Un total de 50 cuerpos han sido trasladados en los últimos días a Crotona, Palermo y Catania, tras un número indeterminado de incidentes en los que se teme que hayan fallecido decenas de personas. El número total de fallecidos y desaparecidos desde comienzos de 2017 ha superado los 1.720.
Alrededor de 33 personas perdieron la vida en un naufragio especialmente mortífero, incluyendo a 13 mujeres y 7 niños, y en el que se teme hayan desaparecido decenas de personas. El incidente tuvo lugar a primera hora de la mañana del 24 de mayo. Cuando se iniciaron las operaciones de rescate, los refugiados e inmigrantes entraron en estado de pánico y empezó a entrar agua en el barco. La embarcación de madera, de tres pisos, había zarpado de Libia la noche anterior, con entre 700 y 900 pasajeros a bordo, entre ellos 300 hacinados en la bodega. Un total de 593 supervivientes fueron desembarcados en Crotona el pasado sábado y están recibiendo ayuda, incluyendo apoyo psicológico, ya que muchos de ellos se encuentran profundamente traumatizados. La mayoría proceden de Sudán, Eritrea, las Islas Comores, Egipto y Marruecos.
Los supervivientes que desembarcaron en Crotona el viernes informaron de un segundo naufragio. Un bote con 126 personas, la mayoría de Nigeria, Ghana, Sudan y Camerún zarparon de Sabratha, en Libia, en la mañana del 23 de mayo. Tras unas horas, la lancha se desinfló y las personas cayeron al mar. Un barco de pescadores egipcio llegó a prestarles auxilio, pero 82 personas fallecieron o permanecen desaparecidas.
El 27 de mayo, los guardacostas tunecinos rescataron un barco con 126 personas a bordo entre las que se encontraban 48 mujeres, un niño de 5 años y 3 bebés, y las trasladaron al puerto de Zarzis. También se recuperó el cuerpo sin vida de una mujer nigeriana que había partido en el barco desde el puerto libio de Sabratha dos días antes. En estrecha coordinación con las autoridades tunecinas, MSF realizó controles médicos durante el desembarco y quienes necesitaban asistencia médica fueron trasladados al hospital regional de Zarzis. Voluntarios locales proveyeron de comida y agua potable a los supervivientes, que fueron registrados por las autoridades tunecinas. Las personas más vulnerables han sido acomodadas en un albergue de ACNUR, donde están recibiendo ayuda, incluyendo ropa y artículos de primera necesidad, por parte de ACNUR y su socio la Media Luna Roja tunecina.
ACNUR ha recibido informes muy preocupantes de incidentes durante las travesías en barco. Los supervivientes que desembarcaron en Salerno el pasado sábado contaron al personal de ACNUR que su barco fue abordado por criminales que les robaron todas sus pertenencias, se llevaron el motor y dispararon al aire en varias ocasiones. Afortunadamente, nadie resultó herido en el transcurso de este incidente.
Varios de los refugiados e inmigrantes que fueron desembarcados en Lampedusa durante el fin de semana tenían heridas de bala. Un hombre contó al personal de ACNUR que miembros de las milicias libias le dispararon en la pierna y le robaron todas sus pertenencias. Otro hombre recibió un disparo en el hombro y fue torturado por un traficante para sacarle el dinero. Muchos supervivientes cuentan haber sido testigos de cómo sus amigos recibieron disparos o fueron asesinados durante su paso por Libia.
Salvar vidas sigue siendo la prioridad absoluta. ACNUR felicita a los guardacostas italianos por sus constantes esfuerzos a la hora de coordinar las operaciones de rescate, así como a los guardacostas tunecinos y a las tripulaciones de todos los barcos involucrados en las operaciones de salvamento de tantas vidas. ACNUR reitera el llamamiento a la creación de alternativas creíbles a estas peligrosas travesías para las personas en necesidad de protección internacional, incluyendo rutas accesibles y seguras para alcanzar Europa, tales como la reunificación familiar, el reasentamiento o el patrocinio privado.