El número de refugiados de la República Centroafricana supera los 37.000
El número de refugiados de la República Centroafricana supera los 37.000
ACNUR continúa observando un flujo de refugiados procedentes de la República Centroafricana, que durante las últimas dos semanas han llegado a Chad, Camerún y República Democrática del Congo (RDC). En total, y desde que comenzó el conflicto el pasado mes de diciembre, hay 37.000 refugiados centroafricanos en toda la región. La mayoría son originarios de Bangui, así como de otras ciudades como Bangassou, Rifai y Zemio en la parte sureste del país que limita con la República Democrática del Congo.
Desde diciembre, 30.876 refugiados de la República Centroafricana han encontrado asilo en el norte de la RDC, mientras que Chad ha recibido 5.000 refugiados centroafricanos y Camerún 1.024.
Las necesidades de estos refugiados son importantes. Muchos abandonaron sus hogares a toda prisa sin poder llevar consigo sus enseres personales. Estos refugiados ni tienen dónde vivir ni pueden ser acogidos por familias locales, porque éstas viven ya en la extrema pobreza.
La Agencia de la ONU para los Refugiados está trabajando con las autoridades locales en los tres países de acogida para ofrecer protección y asistencia. Los equipos de ACNUR en la región están registrando a los refugiados, distribuyendo todo tipo de material de ayuda e instalando refugios de emergencia. Además, ACNUR también está trabajando con sus socios humanitarios para brindar a los refugiados acceso a servicios sanitarios y educativos donde sea posible. A menudo se trata de lugares remotos y de difícil acceso.
En Chad, ACNUR ha trasladado a los refugiados desde la frontera hasta Moro, un campo que ya acoge a refugiados centroafricanos.
En el norte de la RDC, la agencia ha logrado ofrecer asistencia a 26.751 personas. En la provincia congoleña de Equateur, los refugiados que se encuentran en un campamento oficial y 19 asentamientos temporales, mientras que en la zona de Zongo, situada en la margen opuesta del río Ubangui, frente a Bangui, la capital centroafricana, ACNUR planea ampliar el campo de Worobe. Más al norte, en Inke, en el distrito de Ubangui-Norte, los equipos de ACNUR también están empezando a roturar las 400 hectáreas concedidas por las autoridades para crear un campo con una capacidad de acogida inicial para al menos 10.000 refugiados.
Mediante el traslado de los refugiados a campamentos ACNUR pretende mejorar su situación.
Actualmente la población refugiada se encuentra dispersa a lo largo de una franja de 600 km en la frontera de la República Centroafricana, lo que complica el poder dar respuesta sus necesidades.
Además, las zonas donde se encuentran no disponen de las infraestructuras más básicas. Los centros de salud tienen escasez de medicinas y no cuentan con personal médico cualificado. El 29 de marzo, por ejemplo, una bebé de 20 meses murió a causa de una hemorragia interna en el hospital general de Mobavi porque no pudieron atenderla a tiempo.
Más al este, en la provincia congoleña de Oriental, ACNUR está gestionando el principal centro de tránsito y tiene previsto construir seis centros más y rehabilitar otro.
El movimiento de refugiados continúa a medida que la situación permanece inestable en la República Centroafricana, donde además 173.000 civiles se encuentran desplazados en el interior del paísdebido a la violencia reciente.
Antes de que tuviera lugar el golpe del 24 de marzo de 2013, ya había 187.889 refugiados de la República Centroafricana, en Camerún (87.092), en Chad (70.664), República Democrática del Congo (29.000) y en Sudán del Sur (1.143). En su mayoría, estos refugiados habían huido de años de acoso por parte de los diversos grupos armados que operan principalmente en el norte del país.