La violencia brutal en el norte de Nigeria fuerza a miles de personas a huir a Níger
La violencia brutal en el norte de Nigeria fuerza a miles de personas a huir a Níger
El recrudecimiento de los ataques violentos contra la población civil en los últimos 10 meses en el noroeste de Nigeria ha forzado a más de 40.000 personas a cruzar a Níger.
La escalada de la violencia en los Estados nigerianos de Sokoto, Zamfara y Katsina generada por otros grupos además de Boko Haram, ha desatado una nueva emergencia humanitaria en las regiones fronterizas de Níger. Actualmente siguen llegando refugiados de Nigeria a más de 50 pueblos en los departamentos de Guidan Roumji, Guidan Sori y Tibiri. Solo durante el día 11 de septiembre huyeron más de 2.500 personas tras ser objetivo de un ataque de un grupo armado en territorio nigeriano. Dado que la situación de seguridad en el Estado de Sokoto sigue empeorando, se espera la llegada a Níger de un mayor número de refugiados.
Estas personas buscan un lugar seguro frente a los ataques indiscriminados contra hombres, mujeres, niños y niñas perpetrados por grupos armados organizados. Han sido frecuentes las denuncias por secuestros, torturas, extorsiones, asesinatos, violencia sexual y la destrucción de casas y propiedades.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está trabajando con las autoridades locales y sus socios humanitarios para asistir a las personas refugiadas, muchas de las cuales llegan traumatizadas y sin apenas pertenencias.
Las personas que están huyendo de las aldeas denuncian que los atacantes están bien equipados y organizados, y que algunos de los refugiados han sido perseguidos a través de la frontera hasta Níger. Algunos jefes de aldeas también habrían sido atacados y asesinados en Níger.
Los refugiados -muchos de ellos mujeres, niños y niñas-, llegan contando detalles terribles sobre la violencia extrema que han sufrido. Una joven refugiada de 14 años contó al equipo de ACNUR que los atacantes asesinaron a más de 50 personas en su pueblo, incluyendo a sus familiares. Su padre y sus dos hermanas menores, de tres y cuatro años, fueron asesinados a tiros, mientras que a su hermano de cinco años lo mataron con un machete. Además, los agresores robaron todas las propiedades de su familia.
Los atacantes toman como rehenes a algunas personas y dejan a otras escapar para que alerten al resto de la comunidad sobre las consecuencias de no pagar el dinero de los rescates o no abandonar sus hogares.
ACNUR está enviando asistencia urgente a esta área y registrando las nuevas llegadas con seis unidades móviles en las regiones fronterizas. Se ha establecido una nueva oficina en el terreno y se ha desplegado personal de emergencias y recursos para dar respuesta a las necesidades humanitarias. El lunes (23 de septiembre) aterrizó en Niamey un avión cargo 747 con 98 toneladas de material de ayuda humanitaria de ACNUR que fue repartido entre las personas refugiadas y las comunidades locales que les reciben en sus localidades.
La mayoría de las personas refugiadas se encuentran en poblaciones cercanas a la frontera expuestas a las incursiones de los grupos armados. ACNUR está trabajando con las autoridades locales para reubicar a los refugiados en diez pueblos considerados más seguros.
Sin embargo, se necesitan con urgencia más recursos para prestar apoyo a las personas refugiadas y a quienes las acogen. Esta semana se ha lanzado un plan de respuesta inter-agencias para los refugiados que busca recaudar 35,5 millones de dólares estadounidenses hasta el final del año. Hasta el momento se ha recibido un 6% de los fondos necesarios.