RDC: 100.000 desplazados en los últimos dos meses
RDC: 100.000 desplazados en los últimos dos meses
El ACNUR está cada vez más preocupado por el deterioro de la situación humanitaria en el este de la República Democrática del Congo (RDC), dado que los civiles congoleños siguen huyendo de sus hogares por miedo a las represalias de una milicia rebelde hutu, las denominadas Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). Creemos que más de 100.000 personas hayan sido desplazadas por estos asaltos durante los últimos dos meses.
En la localidad de Luofo, situada a unos 170 kilómetros de Goma, la capital de la inestable provincia de Kivu Norte, las FDLR han lanzado nuevas amenazas contra las comunidades locales. Según las autoridades locales, los rebeldes de las FDLR desarrollaron una campaña de terror puerta a puerta, diciendo a todos aquellos que se encontraban: "vais a morir todos".
Los rebeldes de las FDLR ya han atacado Luofo y Kasiki los días 17 y 18 de abril, asesinando a varias personas, incluidos niños, e incendiando más de 365 casas. La población de Luofo se niega a abandonar la localidad y ha solicitado protección y asistencia humanitaria.
En la localidad vecina de Lubero y en varias aldeas de los alrededores, la situación de miles de desplazados internos se deteriora a gran velocidad, dado que no han recibido suficiente ayuda desde que comenzaron a llegar hace dos meses. Los enfermos necesitan asistencia médica de urgencia; al menos tres personas han muerto en los últimos días por el hambre y las enfermedades.
La situación de las familias locales que acogen a parte de los desplazados se está tornando extremadamente difícil, dado que se están quedando sin comida y ya no pueden ayudar a estas personas. Los artículos de ayuda distribuidos a los desplazados internos recién registrados incluyen kits de higiene para mujeres, bidones, tazones, jabón, barreños y mosquiteras.
Unos 2.300 desplazados internos, de los cuales 570 acaban de llegar desde la localidad de Kasuo, a unos 45 km al oeste de Lubero, han recibido ayuda, aunque ésta sólo responde a parte de sus necesidades actuales. Nuestras operaciones humanitarias en el este de la RDC se ven continuamente obstaculizadas por la anarquía e inseguridad general. Además, el aislamiento de la región plantea importantes retos logísticos.
Las FDLR han intensificado sus asaltos y represalias contra civiles en Kivu Norte, tras la conclusión de la ofensiva militar conjunta congoleña y ruandesa en contra del grupo rebelde a mediados de febrero. Los rebeldes también han marcado como objetivo a los convoyes de ayuda humanitaria, ONG y vehículos comerciales.
Entretanto, las tensiones han aumentado entre la población local y los desplazados internos alojados en campos provisionales en Kiwanja, cerca de Rutshuru, a unos 80 kilómetros al norte de Goma. En las últimas semanas, los habitantes han golpeado a varios desplazados, han saqueado sus propiedades y destruido sus hogares. Aunque no se han producido muertos, una mujer y un niño han sido atendidos por heridas menores producidas durante los enfrentamientos. La policía local, con el apoyo de las tropas de Naciones Unidas, han puesto fin rápidamente a los disturbios.
Algunos residentes locales acusan a los desplazados internos de colaborar con los que ellos denominan elementos criminales. Los desplazados internos niegan estas acusaciones, y afirman que tan sólo son las víctimas de la intolerancia y del odio étnico.
Apelamos a las comunidades locales para que sigan dando ejemplo de su tolerancia y respeto hacia los derechos de los desplazados internos, que buscan seguridad y un refugio frente a la violencia actual. El campo alberga a al menos 11.100 desplazados internos.
El ACNUR y otras agencias humanitarias en la región han distribuido lonas plásticas para permitir a las familias reconstruir sus refugios destruidos.
En punto álgido del conflicto el pasado mes de noviembre, los rebeldes liderados por Laurent Nkunda destruyeron y quemaron seis campos gestionados por el ACNUR en los alrededores de Rutshuru. La población desplazada de Kiwanja forma parte del grupo de más de 50.000 desplazados que se vieron obligados a abandonar los campos destruidos.
Rutshuru es una de las zonas más duramente golpeadas por la crisis en la provincia de Kivu Norte, que cuenta con al menos un millón de desplazados internos que se han visto obligados a huir de una serie de conflictos desde 2006.