Sudán del Sur cumple cuatro años con más de 2,25 millones de desplazados por el conflicto
Sudán del Sur cumple cuatro años con más de 2,25 millones de desplazados por el conflicto
Sudán del Sur cumple cuatro años con más de 2,25 millones de desplazados por el conflictoSudán del Sur, cumple cuatro años de existencia con más de 2,25 millones de desplazados por el conflicto interno.
En el país más joven del mundo, Sudán del Sur, que este jueves cumple cuatro años desde su independencia, el número de refugiados y desplazados internos continúa creciendo. Hoy día, más de 730.000 personas han abandonado Sudán del Sur hacia los países vecinos, y más de 1,5 millones se han convertido en desplazados internos. Mientras tanto, el país continúa recibiendo refugiados de su vecino del norte, Sudán – cerca de 250.000 personas, la mayoría de los estados sudaneses del Nilo Azul, y Kordofan del Sur -.
La violencia sectaria y la guerra civil en Sudán del Sur comenzaron a mediados de diciembre de 2013 y hasta ahora, los esfuerzos políticos para solucionar el conflicto han fracasado, mientras las perspectivas para las poblaciones afectadas continúan sombrías. En las últimas semanas, una escalada de la violencia en los estados de Unity y el Alto Nilo ha forzado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares hacia áreas de difícil acceso, con terrenos pantanosos o bosques. Esta situación, volátil e insegura, dificulta el acceso de la ayuda humanitaria. Las continuas hostilidades y el denunciado incremento de abusos y violaciones de derechos humanos han contribuido a multiplicar los desplazamientos. A pesar de estos números, en continuo crecimiento, los países vecinos de asilo han mantenido sus fronteras abiertas. Cerca del 90 por ciento de las nuevas llegadas a estos países son mujeres y niños.
Hasta Etiopía cada día llegan cerca de 180 refugiados sursudaneses a través de la frontera terrestre en la región de Gambella. Este país africano acoge a más de 275.000 sursudaneses, que se añaden a los más de 425.000 refugiados de otras nacionalidades que han buscado protección en el país. La capacidad para acomodar y asistir a los refugiados de Sudán del Sur mejorará con la reciente asignación de nuevas tierras para la construcción de un nuevo campo de refugiados (el sexto), cerca del de Pugnido.
Sudán ha recibido el mayor número de refugiados de Sudán del Sur este año, con más de 38.000 personas entrando en el país sólo en el mes de junio. Estas cifras aumentan el número total de refugiados provenientes del vecino del sur hasta los 188.000 actuales. Los refugiados llegan todos los días a los estados de Nilo Blanco, Jartún y Kordofan del Sur y del Oeste, uniéndose a los cerca de 350.000 sursudaneses que permanecieron en Sudán tras la secesión.
Desde diciembre de 2013, más de 155.000 refugiados han llegado a Uganda, que se suman a los 22.000 sursudaneses que prefirieron permanecer en Uganda tras la independencia de Sudán del Sur.
En Kenia, el campamento de refugiados de Kakuma (noroeste) ha recibido 46.000 refugiados sursudaneses, con los que la población total del campo alcanza 185.000 personas, muy por encima de su capacidad original, de 125.000. La congestión de Kakuma ha provocado problemas en el reparto de ayuda humanitaria.
Los programas de asistencia para los refugiados en la región adolecen de financiación muy insuficiente. ACNUR y otras 38 agencias socias han pedido 810 millones de dólares para proteger y asistir a los cerca de 821.000 sursudaneses refugiados en Etiopía, Kenia, Sudan y Uganda. Hasta la fecha, este programa inter-agencias sólo ha logrado el 13% de la financiación necesaria (102 millones de dólares). Con refugiados todavía huyendo en masa del país, las agencias priorizan la asistencia vital, incluyendo cobijo y servicios básicos. Sin embargo, los recursos continúan siendo insuficientes para proveer de raciones de comida y servicios sanitarios adecuados, para prevenir y tratar la malnutrición aguda, para facilitar agua potable y construir letrinas. Cerca del 60 % de los niños refugiados carecen de acceso a la educación primaria, y sólo el 15 % de los adolescentes pueden asistir a la escuela. Estas barreras para el acceso a una educación de calidad crecerán en los próximos meses, con clases atestadas, escasez de profesores formados y falta de actividades de recreativas, que apoyen el compromiso social constructivo.