Indígenas warao venezolanos participan en una capacitación sobre salud en Manaos, Brasil
Indígenas warao venezolanos participan en una capacitación sobre salud en Manaos, Brasil
Uno de los principales desafíos para los indígenas warao que están en desplazamiento forzado es mantener las condiciones de salud. Los varios días de viaje y el traslado a un nuevo espacio urbano son algunos de los factores que hacen aún más necesaria la protección de este grupo, una preocupación que se refleja en el trabajo realizado por ACNUR.
Para prevenir y crear una respuesta adecuada en Manaos, se está movilizando un colectivo de 16 indígenas Warao para monitorear y proporcionar mejores condiciones a los residentes de los albergues Alfredo Nascimento y Tarumã, en el norte y centro de la ciudad. Son los nuevos promotores de salud de la comunidad indígena, voluntarios venezolanos que ayudarán a la comunidad indígena refugiada en asuntos relacionados con la salud.
La acción se lleva a cabo a través de una asociación entre ACNUR, la Secretaría Municipal de Asistencia Social y Ciudadanía (Semasc), el Instituto Mana y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos de Asistencia (ADRA), y se espera que beneficie a alrededor de 700 albergues indígenas en ambos espacios
El grupo participó en cinco sesiones de capacitación específicas, que siguieron los formatos de los agentes de salud indígenas (AIS) y los agentes de saneamiento indígenas (AISAN) en Brasil. Recibieron orientación sobre atención primaria de salud, técnicas de vigilancia desde la perspectiva de la prevención de enfermedades, además de ser introducidos en el funcionamiento de la red del Sistema Único de Salud (SUS).
Contenido importante para voluntarios como Eudismari Mariano, de 30 años, que ha estado en Manaos durante cuatro meses. Artesana y cabeza de familia en el albergue, comenta que uno de los objetivos al aceptar el rol de promotora era ayudar a reducir la incidencia de enfermedades en el albergue, que afecta a varios niños, jóvenes y adultos en el bloque donde vive.
“Los albergues tienen muchas mujeres, niños y niñas, personas que vienen a Manaos y han estado viviendo en el albergue por algún tiempo, experimentando situaciones con las que no sabíamos cómo lidiar, y ahora estamos aprendiendo. Así podremos traer información para que las personas puedan estar más saludables”, explica la mujer indígena.
De la capacitación, Eudismari y los voluntarios podrán ayudar a enfrentar dos desafíos complementarios: el acceso a la documentación, como el Portafolio Nacional del SUS, y la barrera del idioma. Dentro de la estrategia diseñada por ACNUR, los promotores también ayudarán a promover el diálogo entre la comunidad y los servicios de salud pública: muchos pueblos indígenas solo hablan el idioma warao y, por lo tanto, los promotores servirán como traductores durante las consultas.
Para 2020, el plan de acción en los albergues indígenas se reforzó con la expansión de las actividades del Instituto Mana, el socio implementador del ACNUR. La expectativa es que las reuniones continuarán teniendo lugar semanalmente, promoviendo el intercambio de experiencias de salud entre los residentes y el personal técnico de las instituciones.
“En este contexto de desplazamiento, ACNUR ha trabajado para garantizar que todos los refugiados puedan tener derecho a acceder a servicios esenciales de salud pública. La formación de este grupo de promotores busca expandir el acceso de la comunidad warao a la atención primaria, servicios de protección, salud reproductiva, saneamiento e higiene. El objetivo es empoderar al colectivo y tener cada vez más autonomía para hacer frente a situaciones que forman parte de esta nueva rutina de desplazamiento forzado”, destaca la jefa de la oficina del ACNUR en Manaos, Catalina Sampaio.