Manaos reabre albergue público para recibir a venezolanos llegados de Boa Vista
Manaos reabre albergue público para recibir a venezolanos llegados de Boa Vista
MANAOS, Brasil - Tras desembarcar de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), las familias fueron recibidas en el albergue Abrigo do Coroado por equipos de la Secretaria Municipal de la Mujer, Asistencia Social y Derechos Humanos (SEMMASDH) y de ACNUR (la Agencia de la ONU para la Refugiados), que financió las reformas de infraestructura de la instalación.
El mantenimiento del albergue y los servicios (como alimentación y salud) serán realizados por el Ayuntamiento de Manaos, con recursos brindados por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS). Las familias permanecerán en el albergue por unos tres meses, durante los cuales el ayuntamiento, con el apoyo de ACNUR, impulsará la inserción de adultos en el mercado laboral y de los niños y adolescentes en el sistema educativo público. Un equipo técnico multidisciplinario del ayuntamiento actuará para insertar a las familias venezolanas en la comunidad local.
“Pretendo quedarme en Brasil hasta que la situación se normalice en Venezuela. Aquí quiero encontrar un trabajo y seguir adelante”, afirmó Pedro Benito (*), quien viajó a Brasil con su esposa y dos hijas. “Dejar mi país fue difícil, pero aquí me ayudaron muchos brasileños y la ONU. Ahora necesito un trabajo y tengo esperanzas de que la situación se normalice para que pueda regresar y volver a ver a mi madre y mis cuatro hijos que se quedaron en Venezuela”, dijo Jorge Alvarez (*).
Este es el tercer grupo de venezolanos que llega a Manaos a través del plan de interiorización. El programa tiene carácter voluntario y quien acepta participar pasa por exámenes de salud, son inmunizados y obtienen todos los documentos necesarios para viajar, inclusive permiso de trabajo y documento de identificación.
El año pasado, el albergue, que asistió a indígenas venezolanos de la etnia Warao, fue cedido por el Gobierno del Estado de Amazonas al Ayuntamiento de Manaos. La adecuación del espacio fue financiada por ACNUR, que dividió las habitaciones, compró mobiliario (como armarios y literas), ventiladores y construyó una cocina industrial.
La SEMMASDH fue la responsable de construir la lavandería y un área para la realización de cursos y capacitaciones para el mercado laboral, además de la contratación de los equipos que acompañarán a las familias. La secretaría ya ayuda a otros 383 venezolanos (indígenas y no indígenas) en centros de acogida en la capital amazónica.
Con la llegada de este último grupo, cerca de 400 venezolanos beneficiados por el plan de interiorización están viviendo en Manaos. Pero a la ciudad también otras personas por sus propios medios. Según datos de la Policía Federal, ya se registraron en la ciudad unas 8.800 solicitudes de asilo desde 2017, de las cuales aproximadamente 6.500 fueron hechas este año.
“Lugares como éste garantizan que las autoridades públicas y ACNUR puedan atender las necesidades de estos solicitantes de asilo y migrantes, permitiendo que recuperen un poco de su historia y reconstruyan su vida en una nueva ciudad”, afirmó el jefe de la oficina de ACNUR en Manaos, Sebastian Roa.
“La orden del alcalde Arthur Neto es que recibamos a los venezolanos de la mejor forma posible, buscando una participación mayor que otras instancias gubernamentales. No podemos olvidar a la población que vive aquí y también necesita de atención”, dijo el secretario municipal de la Mujer, Asistencia Social y Derechos Humanos, Dante Souza.
El plan de reubicación del Gobierno federal se está expandiendo y más vuelos están saliendo de Boa Vista en dirección a varias ciudades del país. Creado para ayudar a los venezolanos en situación de extrema vulnerabilidad a hallar mejores condiciones de vida en otros estados brasileños, el programa ya reubicó a cerca de 1.500 personas.
El 4 de septiembre, además de los 180 trasladados a Manaos, otros 24 fueron llevados a Cuibá. Al día siguiente, más de 200 venezolanos viajaron de Roraima a otros estados. Cuatro personas desembarcaron en Brasilia, 75 en São Paulo y otras 125 tendrán como destino la ciudad de Esteio (RS). En septiembre, el objetivo del Gobierno es trasladar unas 400 personas por semana.
“El plan de reubicación, coordinado por el Gobierno federal, representa una mejora de vida de muchos solicitantes de asilo y migrantes venezolanos en Brasil. Para muchos, el proceso gradual de salida de los albergues hace que retomen las decisiones sobre su futuro y comiencen una nueva vida con las posibilidades de los servicios ofrecidos por el Estado brasileño”, comentó Sebastian Roa.
Para ingresar al plan de reubicación, ACNUR identifica a los venezolanos interesados en integrarse al programa y cruza información con las vacantes disponibles y el perfil de los refugios participantes. La agencia se asegura que los individuos estén debidamente documentados y realiza mejoras de infraestructura en los locales de acogida.
La OIM actúa en la orientación e información previo al embarque, garantizando que las personas puedan tomar una decisión informada, siempre de forma voluntaria, además de realizar el acompañamiento durante todo el traslado. El UNFPA promueve el diálogo con mujeres y personas de la comunidad LGBTI para que se sientan más fortalecidas en este proceso y trabaja directamente con una red de protección de derechos en las ciudades de destino con el objetivo de reforzar la capacidad institucional. Por su parte, el PNUD trabaja en la generación de conciencia del sector privado para la integración laboral de las personas refugiadas.
Las reuniones previas del Gobierno y de la ONU con autoridades locales y los coordinadores de los albergues definen los detalles sobre la atención de salud, inscripción de los niños en las escuelas, enseñanza de portugués y cursos profesionales.
Gracias a la Voluntaria en Línea Patricia Ávila por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto.
