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Entrevista al guionista y director colombiano Carlos Gaviria y a la actriz Indhira Serrano

Historias

Entrevista al guionista y director colombiano Carlos Gaviria y a la actriz Indhira Serrano

Colombian director Carlos Gaviria and actress Indhira Serrano both met with individuals displaced by conflict in Colombia ahead of making the film 'Portraits in a Sea of Lies'. [for translation]
12 July 2010
Carlos Gaviria guionista y director colombiano.

Entrevista al guionista y director colombiano Carlos Gaviria quienlpresenta "Retratos en un mar de mentiras", un largometraje sobre el desplazamiento en su país, y a la actriz Indhira Serrano que participó en la filmación de la cinta con el personaje de la profesora que educó a la protagonista y la salvó de la tragedia que enlutó su vida. "Retratos en un Mar de Mentiras" ha ganado muchos premios, entre ellos, el de mejor cinta Iberoamericana y el de Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine de Cartagena. Además está nominado en el Festival Europeo y Americano.

Entrevista a Carlos Gaviria:

¿Cómo nació la idea de esta película?

La primera versión del guión la escribí hace más de quince años. Yo llevaba muchos años estudiando fuera de Colombia y quería hacer una película sobre mi país. Hay en la película muchos elementos que son fruto de la nostalgia, los paisajes, la comida, paseos por el país, el lado bueno de su gente. Al volver a Colombia y ver el estado en que estaba surgieron otros elementos para la historia, principalmente con respecto a la guerra, a la indiferencia de un país que se acostumbro a vivir en medio de un conflicto interno, que no se horroriza ante nada y que cree que es normal que el diez por ciento de su población haya sido desplazada . . ., que cree que aquí se respetan los derechos humanos.

¿Siendo el desplazamiento interno un tema tan delicado, cuáles fueron las dificultades mayores que has encontrado a realizar esta película?

El principal reto fue cómo personalizar la magnitud de la tragedia. Como cineasta me interesaba el fenómeno del desplazamiento desde el punto de vista de las víctimas, no de las cifras. Hicimos una investigación enfocada más en las heridas que las matanzas, y en las consecuencias del desplazamiento en los individuos, sobre todo, en los niños y niñas. Oímos muchos testimonios que eran realmente desgarradores.

¿Piensa que "Retrato en un mar de mentiras" ha contribuido a concienciar mas la gente sobre la vida y los problemas de un desplazado en su propio país?

Yo creo que la película ha sido un pequeño grano de arena que contribuye a la humanización del conflicto y, sobre todo, de sus víctimas.

En Colombia existe una campaña muy sofisticada de propaganda negra para ensuciar a las víctimas del desplazamiento, usualmente haciéndolas parecer sospechosas de complicidad con algún grupo armado y esto ha hecho que el colombiano promedio reaccione con indiferencia ante ellos.

Sin embargo, cuando ven la película, la respuesta que mas hemos visto de los espectadores, es el dolor que les causa la historia de la protagonista y esto los hace reflexionar acerca del país en general y del fenómeno del desplazamiento en particular. En el exterior, el público se ha mostrado muy sorprendido con la magnitud del problema. La mayoría de los espectadores no tenían idea del conflicto por la tierra y el desplazamiento en Colombia, todos estaban esperando otra película sobre el narcotráfico.

¿Cuáles historias la afectaron/impresionaron más durante el rodaje?

Durante la etapa de escritura del guión tuve la posibilidad de oír muchos testimonios de desplazados no solo en Bogotá (Cazuca) y Soacha, sino en zonas más cercanas al conflicto como Montería y la zona del río Sinu. Los testimonios son terribles no solo por la extrema crueldad que los victimarios ejercieron sobre sus víctimas, sino por la indiferencia tanto del estado, como de la sociedad en general, frente a sus problemas.

¿Considera que Colombia tienen un buen sistema para proteger a los desplazados?

El desplazamiento en Colombia es un fenómeno continuo, el año pasado hubo alrededor de 290 mil nuevos desplazados de acuerdo con COHDES y esa cifra continúa creciendo día a día.

El estado colombiano ha creado programas que son sobre todo cosméticos y propagandísticos pero con muy poca incidencia en la situación global de los desplazados. Por ejemplo, la Comisión Nacional de Reparación mientras los desplazados y las personas de las organizaciones no gubernamentales que los acompañan continúan siendo amenazadas y, en algunos casos, asesinados.

Entrevista a Indhira Serrano:

¿Qué valores le transmitió su personaje?

Uno siempre quisiera que su personaje fuese perfecto y con valores, pero en este caso estaba en una posición encontrada. La protagonista de la película cuando era niña se desplaza desde la zona rural a Bogotá y – completamente traumatizada – lo único que recuerda es a su profesora – mi personaje – quien era muy cercana a su familia. Luego, 15 años después, la chica vuelve a su zona de origen y se encuentra con la profesora, esta le pide disculpas por no haberla buscado después de la tragedia que acabó con su familia. Entonces, mi personaje me ha transmitido los valores de la amistad, la paz, la inocencia pero, al mismo tiempo, el miedo que a veces domina sobre estos valores y sobre el amor.

Además lo que pude constatar en esta película, una vez más, es que está muy borrada la línea que diferencia a una persona buena de una mala. Una persona muy jovial y divertida de repente se convierte en un asesino y eso es escalofriante. A veces no hay forma de identificar bien a los malvados y esto genera un gran riesgo para las personas vulnerables, como los desplazados. Nunca sabes de donde vendrá la tragedia, hoy todo esta bien y mañana tu vida ha cambiado. Además, hay, en general, una deshumanización de la vida: matar deja de ser una locura y hace parte de la vida diaria.

¿Compartió experiencias con desplazados internos para prepararse en este rol? ¿Què recomendaciones le dieron?

Hice una investigación primero, leyendo muchas crónicas e historias sobre desplazamiento, inclusive sobre el impacto de la guerrilla, los paramilitares y el ejército, sobre todo en las zonas rurales. Además, desde hace unos años colaboro con la fundación "Niños por un nuevo planeta" que se ocupa de niños que han sido abusados sexualmente y quienes viven en zonas marginadas de la capital, así como con y niños y niñas desplazados de diferentes zonas del país. Esta experiencia me ha permitido acercarme a cómo estos niños ven la vida, la cual es completamente diferente a la de un niño que ha crecido en condiciones normales.

¿Para usted, en general la gente sabe la diferencia entre un desplazado interno y un refugiado?

En mi opinión, en Colombia la gente tiene clara esta diferencia. La misma palabra desplazado remite al fenómeno del desplazamiento interno y especialmente rural. Para mí, hay mucha conciencia sobre la diferencia entre un refugiado y un migrante ilegal. Me acuerdo de mi madre cuando como migrante salió de Colombia hacia Venezuela buscando una mejor calidad de vida en aquel tiempo. Mientras un refugiado aquí, es visto como una persona de estracto social medio o alto, en su mayoría, que salió por motivos de persecución a su vida.

¿Tiene mensajes para compartir con el público sobre el significado de ser un desplazado y la ayuda que más necesita?

Lo que un desplazado necesita es un hogar y arraigo principalmente. Claro que hay condiciones básicas como alimentos, educación y sin estas no hay vida posible, pero creo que lo que más duele es la falta de raíces. Llegar a un lugar donde no perteneces a nada es una sensación horrible. Además, la gente contribuye a hacerte sentir en ese estado, desde tus mismos vecinos. Pienso que en mi país se ha perdido un poco el sentido colectivo. La gente se preocupa más de su seguridad y no ven lo que pasa a su alrededor y esto explica en parte las masacres, la guerra y el desplazamiento.

Por Francesca Fontanini, Oficial Regional de Informacion Pública – Américas