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Los retornados al norte de Uganda tienen agua suficiente, pero no siempre apta para beber

Historias

Los retornados al norte de Uganda tienen agua suficiente, pero no siempre apta para beber

UNHCR and its partners have been building protected water sources in northern Uganda to help ensure the sustainable return of thousands of people to their homes. [for translation]
4 November 2009
A young boy collects water from one of the new water outlets in northern Uganda. [for translation]

Distrito de Amuru, Uganda, 4 de noviembre (ACNUR) – Cuando Walter Odong, de 38 años, decidió volver a casa desde un asentamiento para desplazados internos (IDP) en Uganda septentrional, no quiso pensar en las dificultades a las que se enfrentaría. Había recibido ayuda esencial al volver a Pagak, y allí tenía asegurado el suministro constante de agua potable.

Pero cuando finalmente regresó el pasado año a su aldea en el distrito de Amuru, que abandonó hace una década para escapar de los combates entre las tropas gubernamentales y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor, Okello descubrió que la vida no iba a ser tan fácil.

"Fue emocionante volver a estar en mi pueblo después de muchos, muchos años. Pero pronto me di cuenta de que en casa . . . me enfrentaba a nuevos desafíos, y uno de ellos era conseguir una fuente segura de agua potable", contó al equipo de ACNUR, explicando que los aldeanos obtenían el agua de un manantial que tenía gusanos rojos en ella.

John Okello y sus vecinos se enfrentaron a un problema similar cuando regresaron a su pueblo después de abandonar el asentamiento de desplazados internos en Pabbo, también en el distrito de Amuru. Aprovechando el acuerdo, en 2006, de cese de hostilidades entre las fuerzas armadas y los rebeldes, John volvió a su casa hace dos años. Pero pronto la gente comenzó a quejarse de problemas estomacales. "Ahora creo que fue por beber agua contaminada", declara Okello.

Para contrarrestar este problema generalizado y ayudar a las decenas de miles de personas que vuelven a sus hogares, ACNUR y sus socios, junto con el gobierno, lanzó un programa a principios de este año para proporcionar puntos de agua potable para los desplazados internos que regresan.

"Nuestro objetivo en este programa es proporcionar a las comunidades de desplazados internos que retornan el acceso a fuentes limpias de agua potable en sus aldeas", explica Francisco Canezal, un trabajador de ACNUR en el norte de Uganda. Su colega, Noupech Vanno, agrega que el programa de agua también contribuye a un retorno sostenible y disuade a los desplazados de regresar a la vida más fácil que habían disfrutado en los asentamientos de desplazados.

Hasta la fecha, hemos construido 24 pozos protegidos en Amuru y Pader, mientras que otros 20 se concluirán a finales de año. Esto proporcionará agua potable limpia y segura a unas 250.000 personas sólo en Amuru.

Los ingenieros del proyecto han cubierto las fuentes de agua o pozos con hormigón para protegerlos de parásitos, bacterias y otras cosas que podrían comprometer su pureza y limpieza. El agua corriente es canalizada en un tubo de plástico perforado a través del hormigón.

Walter Odong y John Okello viven en dos de las aldeas de las 24 que ahora cuentan con estos pozos especiales. Ellos y sus vecinos están encantados de que sus problemas de agua se hayan convertido en una cosa del pasado.

En la aldea de Pa Omo, los repatriados han llegado a establecer un reglamento comunitario para limpiar su salida de agua dos veces al mes. "Es otra manera de ser responsables y dar las gracias a todas las personas e instituciones que nos han ayudado a conseguir agua potable", subraya el aldeano Robert Omony.

Por Moisés Odokonyero en el distrito de Amuru, Uganda