Modelo de Graduación: un futuro estable para los refugiados en Ecuador

SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS, Ecuador, 8 de abril de 2015 (ACNUR) – Los abuelos de Paula* comparten su sueño de que algún día ella será una veterinaria, pero el éxito es poco probable sin un empleo estable. Un nuevo programa que involucra ACNUR, les está dando nueva esperanza a 200 familias de refugiados como ellos.

"Desde que ella era una niña, Paula ha soñado con convertirse en una veterinaria" dijo Amelia, viendo a su nieta de 15 años. En el pequeño apartamento de dos cuartos de la familia, hay dos patos, algunos pollos y dos perritos.

"Todo lo que quiero es ofrecerle a ella la oportunidad de hacer que sus sueños se hagan realidad".

Sus oportunidades de éxito están siendo incrementadas por un nuevo programa, el Modelo de Graduación, que pretende facilitar la autosuficiencia de los refugiados a través de un enfoque integral. Además los programas de asistencia anteriores, los participantes recibirán capacitación profesional, educación financiera y asistencia legal.

Amelia ha criado a su nieta Paula desde huyeron a Ecuador en 2006, después de las amenazas de muerte por miembros de un grupo armado ilegal en Colombia. La madre de Paula, embarazada en ese momento, se quedó en su país.

A pesar de sus esfuerzos, ha sido duro para Amelia y su esposo – ambos mayores – encontrar un empleo estable. Los empleos ocasionales que ellos han tenido son apenas suficientes para sus necesidades diarias, sin hablar de lo que se necesitaría para los estudios de su nieta. Con frecuencia Paula tiene que perder semanas enteras de escuela para ayudar a su abuela.

Muchos colombianos refugiados en Ecuador, que carecen de redes sociales y recursos, no pueden encontrar un trabajo estable. Crear oportunidades de trabajo es esencial para aliviar la pobreza e integrar a esas personas vulnerables.

Para responder a esta necesidad, ACNUR y diferentes organizaciones socias y entidades gubernamentales, en coordinación con el sector privado, han lanzado el Modelo de Graduación en Santo Domingo de los Tsáchilas, una ciudad de acogida de refugiados ubicada a 200 kilómetros de la capital Quito.

El proyecto piloto – en el cual participan las autoridades locales, la Sociedad de Ayuda a Inmigrantes Hebreos (HIAS, por sus siglas en inglés), el Servicio Jesuita para Refugiados (JRS, por sus siglas en inglés), el Banco Nacional de Pichincha y la Fundación CRISFE para la educación financiera – fomenta el autoempleo, el empleo formal y las microfinanzas para crear oportunidades de medios de vida.

Eso va más allá de los simples programas de asistencia, con un enfoque más orientado al autoempoderamiento, donde se ofrece apoyo al consumidor, asistencia legal, educación financiera y entrenamiento profesional a los refugiados.

Al participar en el Modelo de Graduación, la familia de Amelia espera obtener un ingreso más estable, que le permita ahorrar dinero para necesidades futuras, como la educación de su nieta.

Amelia también espera abrir algún día un taller de costura para ampliar el negocio que actualmente maneja. "Por los momentos, no tengo los fondos para comprar una máquina de coser" ella dijo. "Pero una vez que encuentre un trabajo más estable, podré permitirme continuar mi negocio".

El enfoque de Graduación busca poner a las 200 familias en el camino hacia unos medios de vida estables al proporcionarles las herramientas y recursos necesarios para incrementar sus ingresos, expandir sus bienes y alcanzar seguridad alimentaria. Gracias a un enfoque personalizado y versátil, se espera encaminar hacia resultados sustanciales y tangibles a los refugiados más necesitados de Ecuador, promoviendo el empoderamiento económico y la inclusión social.

Besem Obenson, jefa de la oficina de terreno del ACNUR para Pichincha y Santo Domingo, explicó que se está trabajando sobre proyectos anteriores, que a su vez se basaron en el enfoque del Modelo de Graduación. Con el apoyo de un orientador, quien continuamente los guía, los participantes reciben formación dirigida en la obtención de un empleo estable, desarrollando conciencia financiera y manteniendo estilos de vida saludables.

Gracias a un reciente acuerdo con el Banco Pichincha, la institución bancaria más grande de Ecuador, estas familias van a recibir cuentas de ahorros individuales y educación financiera básica.

En un par de semanas, Amelia y su familia comenzarán a recibir apoyo alimenticio y asistirán a su primera clase de educación financiera y autosuficiencia. "Si muero mañana, me gustaría dejar a mis hijos con más que un techo sobre sus cabezas" dijo Amelia, confiada en un mejor futuro.

*Todos los nombres han sido cambiados por confidencialidad.

Por Antoine Got en Santo Domingo de los Tsáchilas (Ecuador).

Gracias a la Voluntaria en Línea Mariana de Gennaro por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.