El número de malienses que huyen a Mauritania y Burkina Faso se incrementa
El número de malienses que huyen a Mauritania y Burkina Faso se incrementa
Mauritania y Burkina Faso siguen recibiendo grandes cantidades de refugiados malienses que huyen de la inseguridad en sus ciudades en el norte de Malí y del riesgo de los combates entre los rebeldes tuareg y el ejército maliense, que comenzaron a mediados de enero.
Los refugiados han contado al personal de ACNUR que temen quedarse atrapados en el combate. También están preocupados por los bandidos que están aprovechando la inestabilidad de la zona para saquear casas y propiedades.
Según estimaciones del gobierno de Mauritania, ya hay más de 31.000 refugiados malienses en el país, la mayoría de los cuales han llegado en las últimas seis semanas a un ritmo de 1.500 personas por día. En Burkina Faso, donde las autoridades ya han registrado a 19.198 refugiados, una media de 500 malienses están cruzando cada día. Mientras tanto, la cifra de gente que huye hacia Níger ha descendido durante la semana pasada.
La cifra total de personas que han cruzado desde Malí a países vecinos se sitúa ya en las 80.000, según las estimaciones gubernamentales. Además, el número de personas desplazadas dentro de Malí ha sido revisado a la alza y alcanza ya una cifra similar, unas 81.000 personas, según funcionarios del gobierno y organizaciones humanitarias que operan en el norte de Malí.
ACNUR ha comenzado a registrar refugiados en los tres países de asilo. Esto permitirá mejorar las estadísticas de población y ofrecerá un panorama más detallado de los refugiados y sus necesidades. ACNUR espera finalizar el registro en las próximas semanas.
Los refugiados se están instalando en la frontera, en áridas zonas de Burkina Faso, Mauritania y Níger, donde una grave sequía ha traído consigo escasez de alimentos y de agua en los últimos años. ACNUR está trabajando con las autoridades gubernamentales y sus socios humanitarios para atender las necesidades tanto de los refugiados que llegan como de la población local en los tres países. Pese a sus propios problemas, los habitantes locales han estado compartiendo sus escasos recursos con los recién llegados.
La ayuda humanitaria coordinada está llevando agua a las zonas más afectadas y está distribuyendo arroz y otros alimentos. ACNUR también está planificando la reubicación de refugiados en varios campos que se están levantando en la zona. En Mauritania, la Agencia de la ONU para los Refugiados ya ha trasladado a 8.300 hombres, mujeres y niños vulnerables desde la frontera, en la zona de Fassala, hasta zonas del interior, a un campo llamado Mbera. Debido a las duras condiciones de vida en las zonas fronterizas, un gran número de refugiados están ahora solicitando ser reubicados en estos campos.