La continua violencia en Nigeria sigue desplazando a la población hacia los países vecinos
La continua violencia en Nigeria sigue desplazando a la población hacia los países vecinos
A medida que los grupos insurgentes siguen intensificando su campaña de rebelión y terror en los estados de Adamawa, Borno y Yobe, en el noroeste de Nigeria, los refugiados nigerianos han huido a través de la frontera hacia el norte de Camerún, Níger y Chad. En los últimos dos meses, el número de los recién llegados ha aumentado drásticamente.
Según lo que han declarado las autoridades de Níger, más de 100.000 personas han llegado desde mayo de 2013, cuando Nigeria declaró el estado de emergencia en los estados de Adamawa, Borno y Yobe. Ese número incluye tanto los nigerianos que huyen cruzando la frontera y los ciudadanos de Níger que se ven obligados a regresar a su país de origen. Ambos grupos se encuentran dispersos entre la población local y están recibiendo protección y asistencia por la comunidad.
A principios de este mes, el 2 de octubre, unas 2.200 personas huyeron de la aldea nigeriana de Gueskhar (ubicada a dos kilómetros de la frontera con Níger) después de un violento ataque de los insurgentes. Los refugiados cruzaron en bote el río Kamadougou, que marca la frontera entre los dos países, y llegaron a la aldea de Guesseré, en la orilla del Níger. Los refugiaos dijeron al ACNUR que habían huido después de haber recibido amenazas de muerte por los insurgentes, los cuales querían que se juntaran a sus filas. Según lo que han contado los refugiados, los insurgentes incendiaron los edificios del gobierno y obligaron a las fuerzas de seguridad nigeriana a abandonar la aldea.
Los refugiados en Guesseré están durmiendo bajo los árboles del patio de la escuela de la aldea, mientras que otros han encontrado refugio con familias de acogida o en otros pueblos donde tienen familiares. Esta es la segunda vez este año que la población de Gueskhar busca refugio en Guesseré. En enero, después de un incidente similar, toda la población del pueblo había cruzado a Níger, y había luego regresado a sus casas después de un tiempo.
Desde principios de octubre, también en la aldea de Bosso, a 100 kilómetros de la ciudad de Diffa y cerca del lago Chad, se han visto llegar a miles de personas, principalmente desde los pueblos de Malam Fatouri, Metele y Kangarwa, en el estado nigeriano de Borno. Los recién llegados dijeron al ACNUR que los insurgentes les habían ordenado juntarse a su causa y obligado a entregarles 50 jóvenes para que se unieran a su lucha. Los aldeanos también dijeron que se habían escapado en pequeños grupos durante la noche para llegar hasta Níger, y que estaban preocupados por los familiares y los amigos que habían dejado atrás porque no tenían noticias de ellos.
La presencia de un gran número de personas que huyen de Nigeria está poniendo mucha presión sobre los recursos limitados de las comunidades locales. En áreas como Bosso, la capacidad de acogida por la población local ha llegado a su límite. El gobierno de Níger ha solicitado al ACNUR el establecimiento rápido de centros de acogida temporales para alojar a los recién llegados, pero siguen faltando refugios adecuados, agua, asistencia médica, y alimentación. El ACNUR, junto a sus socios, necesita urgentemente fondos para poder ayudar a los refugiados de Nigeria y a la población local que los está recibiendo.
Según informaciones recibidas por el Comité Internacional de Rescate (IRC), ONG socia de ACNUR, desde principios del 2014, en total, más de 62.000 personas han buscado refugio en la región de Diffa en Níger. Esta población se distribuye en más de 140 ciudades, pueblos e islas del lago Chad. Esta situación, junto con el cruce continuo de la frontera entre los dos países, hace que sea difícil para los equipos del ACNUR y para las autoridades locales poder dar cifras más precisas. Durante las próximas semanas, el Gobierno de Níger con el apoyo del ACNUR, llevará a cabo un censo con el fin de tener una mejor idea del número de personas de las que se trata y de sus necesidades.
La crisis en Nigeria sigue afectando también a Camerún, que ahora aloja a unos 44.000 refugiados nigerianos, con 15.335 en el campamento de Minawao. Los equipos de ACNUR han comenzado a trasladar al campamento de Minawao a los refugiados que siguen dispersos en las zonas fronterizas, enfrentándose a muchos desafíos de tipo logístico y a una situación de seguridad inestable en toda la región. El campamento, por su parte, ha alcanzado su capacidad de 15.000 personas, y se está trabajando para expandirlo. Las instalaciones para el alojamiento, la asistencia médica y la higiene tienen que ampliarse de inmediato para hacer frente a las necesidades de los refugiados. Se han realizado esfuerzos para fortalecer la capacidad de la agencia frente a esta situación, pero todavía se necesita ulterior apoyo.
En Chad, el número de refugiados recién llegados hasta ahora es relativamente pequeño, ya que se han registrado aproximadamente 1.500 refugiados nigerianos.
El ACNUR está tomando medidas y activando procedimientos de emergencia para poder intervenir en todos los países afectados.
Gracias a la Voluntaria en Línea Susanna Arcella por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.