Atleta de Sudán del Sur completa la prueba de los 1.500 metros e inspira a otros refugiados en el Estadio Olímpico de Río 2016
Atleta de Sudán del Sur completa la prueba de los 1.500 metros e inspira a otros refugiados en el Estadio Olímpico de Río 2016
RÍO DE JANEIRO, Brasil, 16 de agosto de 2016 (ACNUR) – En las gradas del Estadio Olímpico de Río de Janeiro, una hinchada especial prestigió la participación del atleta sursudanés Paulo Amotun Lokoro en las pruebas de atletismo. Cerca de 30 refugiados, todos residentes de la ciudad de Río, fueron al estadio invitados por el Comité Organizador de los Juegos Río 2016 y se emocionaron con la performance de Lokoro, integrante del inédito e histórico Equipo Olímpico de Atletas Refugiados.
Los refugiados también se sintieron inspirados por la determinación de Lokoro y de sus compañeros de equipo. "Él ya enfrentó lo peor. El simple hecho de participar en las Olimpíadas ya lo hace victorioso", afirmó el congolés Yves Norodom, refugiado en Brasil hace casi cinco años. "Con el Equipo de Refugiados, ahora somos visibles para el mundo", dijo la refugiada Mariama Bah, de Gambia, que vive en Brasil hace dos años y fue una de las más animadas en las gradas del Estadio Olímpico.
Paulo, que disputó los 1.500 metros, hizo una prueba sorprendente – estando junto a los demás corredores durante gran parte del trayecto. Pero en la última vuelta se fue apartando de sus adversarios y llegó en penúltimo lugar, quedando fuera de las semifinales de la categoría. Pero eso no desanimó a sus hinchas especiales.
"Los refugiados que compiten en las Olimpíadas nos representan, y están llenos de esperanza y de ganas de ganar. Nosotros estamos en la misma batalla: llegar a una final, comenzar una nueva vida y seguir adelante", dijo la colombiana Ninibe Forego, que fue al estadio con su marido y sus tres hijos. Viven en Brasil hace cerca de nueve meses.
Leonardo, su marido, completó. "Este equipo cambiará la percepción de las personas sobre los refugiados. Pero todos nosotros refugiados tenemos que sensibilizar a las personas y mostrar que somos seres humanos talentosos, que tienen valores y pueden contribuir con la sociedad".
"Fuimos tenidos en cuenta. Es alentador", afirmó Madi Matondo, refugiada de la República Democrática del Congo, sobre la presencia de refugiados entre las delegaciones de atletas de las Olimpíadas. "Que él no se canse y pueda siempre continuar compitiendo porque, un día, va a tener la oportunidad de ganar", agregó.
Luego de la prueba, Paulo Lokoro dijo que estaba muy feliz y comentó su performance. "Fue muy difícil, pero conseguí terminar. Creo que fui rápido en el inicio, pero al final estaba cansado. Hice lo mejor que pude", afirmó el atleta.
Él dijo que, luego de los Juegos Río 2016, retornará para el campo de refugiados de Kakuma, en Kenia, donde vive. "No voy a parar de entrenar. Si el Comité Olímpico Internacional y ACNUR continúan apoyándome, no voy a parar. Hay muchos talentos en Kakuma, algunos jugadores de fútbol y otros corredores como yo. Ellos están muy orgullosos y quieren correr como yo. Y yo voy a entrenarlos", afirmó Lokoro, que quedó emocionado al ver en video un mensaje de su madre, grabado en Kakuma.
En las gradas del Estadio Olímpico, los hinchas refugiados continuaron animados aún luego de la participación de Paulo Lokoro, pues tuvieron la oportunidad de ver al velocista jamaicano Usain Bolt disputar las eliminatorias de los 200 metros planos. Aún así, el tema predominante fue el Equipo Olímpico de Atletas Refugiados.
"Para nosotros, refugiados, esto está siendo más que medallas. Es inclusión, acogida y autoestima. Estamos muy orgullosos", dijo Mariama Mah, de Gambia. Para Ebrahim Nachawatx, de Siria, el Equipo Olímpico de Atletas Refugiados "transmite un mensaje de paz".
Al final de esta inolvidable mañana, los refugiados que viven en Río volvieron para casa con la certeza de que podrán seguir los ejemplos de los integrantes del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados para enfrentar las dificultades de la vida.
"Digo para todos los refugiados que mantengan la fe y nunca pierdan su felicidad. A pesar del preconcepto que sufrimos, un día vamos a ser exitosos", espera Yves, de la República Democrática del Congo. "Estamos usando la misma camiseta, estamos persiguiendo nuestros sueños e intentando recomenzar nuestras vidas en otros países", dijo el colombiano Leonardo.
Por Luiz Fernando Godinho y Pedro Andrade (UNIC-Rio)
Gracias a la Voluntaria en Línea Carolina Inés García por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto.