Integración local
Integración local
Año con año se disipa la esperanza de millones de personas refugiadas cuando de regresar a su lugar de origen se trata. Para muchas de ellas es prácticamente imposible, pues sus países están sumidos en un conflicto interminable o corren el riesgo de ser perseguidas a su regreso.
Cuando la repatriación no es una opción, encontrar un hogar en el país de asilo e integrarse en la comunidad local podría ofrecer una solución duradera a su difícil situación; también plantea la posibilidad de construir una nueva vida.
Cuando la repatriación no es una opción, encontrar un hogar en el país de asilo e integrarse en la comunidad local podría ofrecer una solución duradera a su difícil situación; también plantea la posibilidad de construir una nueva vida.
© ACNUR/Brian Sokol
La integración local es un proceso complejo y gradual con dimensiones legales, económicas, sociales y culturales. Impone considerables demandas tanto al individuo como a la sociedad receptora. En muchos casos, la adquisición de la nacionalidad del país de asilo es la finalización de este proceso. El ACNUR estima que, en la última década, 1,1 millones de refugiados en todo el mundo se convirtieron en ciudadanos en su país de asilo.
La integración local tiene lugar en tres ámbitos:
- legal, que se traduce en el reconocimiento de derechos de las personas refugiadas, como ocurre con la población nacional del país de acogida, hasta que obtengan la residencia permanente o, incluso, la ciudadanía;
- económico, que implica que las personas refugiadas sean cada vez menos dependientes de la asistencia que brindan el país de asilo o las organizaciones nacionales e internacionales (es decir, son cada vez más autosuficientes, de manera que pueden ayudarse entre sí y contribuir a la economía local);
- social y cultural, que se refiere a la interacción entre personas refugiadas y comunidad de acogida, lo cual propicia la participación en la vida social del país de acogida, sin temor a la discriminación o la hostilidad.
