ACNUR distribuye ayuda a los refugiados afganos afectados por el conflicto en Pakistán

PESHAWAR, Pakistán, 29 de Julio (ACNUR) – La Agencia de la ONU para los refugiados ha distribuido paquetes de ayuda a unos 600 refugiados afganos registrados que han encontrado cobijo en la ciudad Peshawar y en sus alrededores tras haber huido del reciente conflicto en el noroeste de Pakistán.

El personal de ACNUR entregó el pasado martes esterillas para dormir, bidones, sábanas, edredones, jabón, neveras y utensilios de cocina a más de 80 familias, compuestas de unas 600 personas, en el campamento de refugiados de Azakhel.

Las familias se han venido alojando en casas de familiares o en habitaciones alquiladas desde su huida desde los distritos de Swat, Buner y Dir, todos ellos en la Provincia de la Frontera Noreoeste, donde viven alrededor de 70.000 refugiados afganos, muchos de ellos en asentamientos especiales.

El Oficial de Protección Asociado de ACNUR, Fawar Aamir, ha indicado que el material humanitario les ayudará a facilitar la vida de estos refugiados afganos que viven en la comunidad y de aquellos que les acogen. "Estas personas se muestran reacias a trasladarse en medio de este calor a los campos de refugiados afganos existentes y prefieren permanecer con sus familiares o en habitaciones alquiladas", explicó.

Para muchos de los desplazados afganos, los combates y la huida forzosa les han traído a la memoria malos recuerdos de su primer éxodo a Pakistán desde Afganistán.

"El bombardeo en las ciudades cercanas me recordó al conflicto en Afganistán", dijo Atiqullah, un refugiado de 50 años originario de Kabul. "Entonces tuvimos que huir a toda prisa para poder salvar nuestras vidas y ahora, una vez más, después de haber estado viviendo durante años en Swat, hemos tenido que huir de nuevo". Atiqullah vive en este momento con su primo en las afueras de Peshawar tras haber huido de su casa en la ciudad de Matta, en el distrito de Swat.

Ahmadullah huyó a Pakistán con sus padres y sus hermanos desde la provincia de Kunar, situada en el este de Afganistán, cuando era un crío de siete años. "Tan sólo me acuerdo de que tuve que caminar durante horas y de que estaba muy cansado", recuerda. Hoy, unos 30 años más tarde, se aloja en casa de unos familiares cerca de Peshawar tras haber huido de Mingora, capital del distrito de Swat, donde regentaba una pequeña tienda de alimentación.

"La situación no era nada buena, había un toque de queda y no podíamos salir de casa. Ni siquiera las personas enfermas podían ir al hospital", confiesa, añadiendo: "Al principio creíamos que las cosas mejorarían, pero no sucedió así". Finalmente, Ahmadullah y su familia tuvieron que recorrer a pie gran parte del camino hacia la seguridad, ya que los autobuses y camiones estaban abarrotados.

"Echo de menos mi hogar en Swat. He pasado la mayor parte de mi vida aquí; de veras quiero regresar", confesó. Pakistán acoge a más de 1,7 millones de afganos registrados.

Por Rabia Ali, en Peshawar, Pakistán.